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Por Nora Veiras Desde anoche sólo la Policía Federal puede caminar "libremente" por la Plaza de Mayo: el ministro del Interior, Carlos Corach, decidió proteger al presidente Carlos Menem de la concentración docente y ordenó el vallado de todo el perímetro de la plaza que, casualmente, preside la Casa Rosada. Mil efectivos fueron destinados para "garantizar la seguridad" de la Pirámide, declarada monumento histórico nacional. Ante el inusual despliegue policial, la Ctera decidió evitar "las provocaciones" y anunció que el acto de cierre de la Marcha Federal para "festejar" el Día del Maestro se hará en la Carpa Blanca, en la Plaza de los Dos Congresos. La seguridad se transformó así en el centro del debate y desplazó a la media sanción --por unanimidad-- en Diputados del proyecto de Incentivo Salarial Docente y al paro que cumplieron los maestros de casi todo el país. Después de una reunión de urgencia, la junta ejecutiva de Ctera decidió anoche "evitar todo contacto con las fuerzas de seguridad" y realizar el acto y el inicio del ayuno "por tiempo indeterminado" en la Carpa Blanca. "Manifestamos el repudio al Ministerio del Interior que enjauló la Plaza de Mayo, lo cual muestra la profunda debilidad del Gobierno, su profunda inseguridad y la distancia que lo separa del pueblo", dijo Marta Maffei. La dirigente justificó el cambio de planes en que "el Gobierno quiere conducirnos al terreno de la provocación y los trabajadores tenemos fuerza sin entrar en ese juego. Tenemos que darnos cuenta que si queremos perder tenemos que aceptar la provocación". La imagen de una gemela de la Carpa Blanca frente a la Rosada era repudiada por los hombres de Menem. "Si se instalan no la sacamos más", repetían. Para impedirlo apelaron al juez federal en lo Criminal, Claudio Bonadío, quien dispuso que Interior y Trabajo tomaran las medidas necesarias "para evitar que se viole la ley" al "ocupar un predio histórico". La comunicación llegó anteanoche a la Ctera vía el Ministerio de Trabajo. El gremio presentó ayer un recurso de amparo preventivo ante el juez Osvaldo Guglielmino. Anoche, el magistrado se declaró incompetente y, generando una dilación, derivó la causa al fuero laboral. Para entonces, la Plaza de Mayo ya había sido rodeada por vallas de dos metros de altura y los efectivos se aprestaban a pasar la noche custodiando la Pirámide. El objetivo: evitar que algún alocado contingente de maestros decidiera violar la protección para instalar el segundo campamento (ver aparte). El día amaneció ayer con la noticia de la media sanción "a libro cerrado", por unanimidad, del proyecto de Incentivo Salarial Docente. Pasadas las 2.30 horas de la mañana, 173 diputados del peronismo, el radicalismo y el Frepaso avalaron al creación de un impuesto del 1 por ciento sobre autos (la alícuota se incrementa al 1,5 para los vehículos de más de 20 mil pesos y son exentos los de menos de 4000 pesos), aeronaves, embarcaciones y motos de alta cilindrada. A través de ese gravamen se creará un fondo de, por lo menos 700 millones de pesos, para financiar un aumento del salario docente en el marco de la reformulación de las condiciones laborales y de la reforma administrativa de las provincias. "El Presidente se mostró muy satisfecho por la aprobación del proyecto", dijo el secretario de Comunicaciones, Germán Kammerath, quien ofició como vocero de la reunión de gabinete. En la misma línea se pronunció el secretario general de la Presidencia, Alberto Kohan, pero aclaró que la decisión sobre la posibilidad de vetar el artículo 11 que prevé la garantía del Tesoro nacional en caso de que la recaudación no llegue al piso de 700 millones de pesos "es una discusión que se tendrá cuando la ley esté sancionada". Se prevé que la semana próxima, el proyecto será analizado en el Senado. El ministro de Economía, Roque Fernández, y el jefe de Gabinete, Jorge Rodríguez, insistieron ayer en el veto parcial a la cláusula de garantía. Sin embargo su par de Educación, Susana Decibe, volvió a retrucarlos (ver aparte). El oficialismo sabe que la Alianza no está dispuesta a aceptar ninguna modificación en el Senado. Después de un año de la promesa del Presidente de aumentar el sueldo docente "a partir del 1 de enero" del '98, el proyecto sigue dando vueltas en el Congreso.
DECIBE CREE QUE NO HABRA VETO "Ya aprendí que mañana siempre habrá problemas más graves de los que dejé". Con esta frase, la ministra de Educación, Susana Decibe, se atajó ante la inminencia de otros conflictos con sus pares del gabinete una vez que consiguió que la Cámara de Diputados le diera media sanción al proyecto de Incentivo Salarial Docente. --Ahora es el ministro de Economía el que dice que se va a vetar la garantía del Tesoro en caso de que no se recaude lo previsto --le señaló Página/12. --Ya vi que Roque (Fernández) está muy activo, pero hoy (por ayer) antes de la reunión de gabinete, me reuní con él y con Jorge Rodríguez y les expliqué algo que desconocían: el proyecto tiene una cláusula transitoria acordada, que nos permite arrancar este año con el 100 por ciento del impuesto y que nos deja, para el año próximo, un colchón de 6 meses del impuesto de este año, puesto que el incremento se cobrará en dos cuotas trimestrales por el último semestre: una en noviembre y otra a principios del '99. --¿Usted quiere decir que el presidente Menem no va a vetarla? --El Presidente no ha expresado la voluntad de veto. Pretendo que los ministros disconformes también lo entiendan. El proyecto original tenía garantía; nosotros la negociamos con los gobernadores, no lo pidió la Alianza. El tema es que la recaudación la tiene que centralizar la DGI. Hay provincias que están en rojo total: Jujuy está debiendo julio y el aguinaldo, de qué le voy a hablar si no hay garantía. --¿Por qué vallaron la Plaza de Mayo para impedir el acto de los maestros? --No sé. No creo que alguien sea tan poco inteligente como para cometer hechos violentos ni que del lado de las fuerzas de seguridad se cometa la torpeza de la violencia. --Usted dice que el acto es injusto con el Presidente, pero hace un año de la promesa. --Queda clarísimo: su carta y su promesa fue con un proyecto de ley que los diputados nunca trataron hasta ahora.
LLEGO EL "TREN DE LA EDUCACION" Apenas la formación se detuvo en el andén 13 de Constitución, bajaron y se confundieron en un abrazo entre sí y con quienes los esperaban. El tren venía desde Mar del Plata y cualquier desprevenido pudo pensar que eran simples turistas. Pero los guardapolvos blancos y las pancartas disiparon las dudas: se trataba de los pasajeros del Tren por la Educación Pública, a bordo del cual arribó ayer a Buenos Aires el primer contingente de docentes del interior que hoy participarán en el acto-protesta del Día del Maestro. A las seis de la tarde los maestros no pasaron desapercibidos en la estación de Constitución. Ni bien bajaron del tren arremetieron con el ya clásico "traigan al gorila musulmán/ para que vea que es este pueblo no cambia de idea/ pelea y pelea por la educación" y en cuestión de minutos armaron un acto sobre la calle Hornos, que provocó un embotellamiento de tránsito. "Les damos la bienvenida en nombre de los ayunantes", saludó entonces el secretario adjunto de la Ctera, Hugo Yasky, a los maestros viajeros, que estallaron en gritos de algarabía cuando el dirigente destacó que "son la primera columna que llega para sumarse a la Marcha Federal Educativa". La segunda ovación se desató en el momento en que Yasky hizo referencia al paro docente y les informó que "mientras viajaban las escuelas estaban vacías". El Tren por la Educación Pública partió poco después del mediodía con unos 400 maestros a bordo de los cuatro vagones fletados por el Suteba, el gremio de base bonaerense de Ctera. En Dolores, Chascomús, Brandsen y Temperley se sumaron más docentes al contingente. "Las paradas fueron muy lindas porque la gente se acercó a las estaciones para saludarnos y darnos ánimo", repetían con regocijo los maestros, que una vez en Buenos Aires se sobrepusieron al cansancio y, bolso en mano, sacaron fuerzas para marchar desde Constitución hasta la última escala de su viaje: la sede del CTA.
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