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Por Ariel Greco Remera negra con el logo de Miami Heat, el pelo prolijamente peinado con gomina, una sonrisa que no abandonó en ningún momento y un tostado impactante como su personalidad no parecen ser el prototipo de un entrenador de básquet. Sin embargo, detrás de esa imagen se esconde Pat Riley, uno de los técnicos más exitosos y reconocidos de la NBA. El presidente y entrenador jefe de los Heat está en Buenos Aires para brindar una clínica de tres días, aunque ayer ofreció un anticipo de sus conocimientos en la conferencia de prensa que brindó. Con mucho humor y predisposición, Riley contó sus experiencias, sus ideas y los motivos que lo llevaron a viajar a Buenos Aires. Estas son las frases más interesantes que definen su pensamiento: * "Mi filosofía se basa en el acondicionamiento de la cabeza, el cuerpo y el corazón. La técnica es importante pero sin esos tres atributos no se logra nada. Esa es la diferencia entre los grandes equipos y los demás. Para mí lo fundamental pasa por la mente. Así se puede trabajar más duro, ser más profesional, jugar más agresivo y ser el conjunto más odiado por los rivales". * "Con Magic Johnson tengo una relación más de padre-hijo que de entrenador-jugador. Compartir prácticas, viajes, victorias y derrotas va dando una relación que no es de amistad, pero sí de respeto. Lo que se busca es que el jugador le crea al técnico y viceversa. De esa manera se forma un grupo ganador". * "Con cualquier persona que los dirigiera, los Lakers salían campeones. En Nueva York me convertí en entrenador y fue donde más aprendí. En Los Angeles no tenía una filosofía definida y a partir de ahí empecé a estudiar, a asistir a clínicas. Pete Newell me explicó que no debía copiar a ningún entrenador sino tomar lo mejor de cada uno para formar mi propia personalidad". * "A Chicago Bulls lo dirige cualquiera (risas). La rivalidad entre Miami y Chicago lleva a las comparaciones con Phil Jackson, pero es más mediático que otra cosa. Yo no tengo tiempo para pelear con un técnico adversario". * "El reconocimiento más grande se consigue cuando uno se consagra campeón. El resto viene después. Los elogios de la prensa, la aprobación del público llegan si uno obtiene algún logro, no antes. También debe ser por el pelo o por la ropa (risas). Por suerte siempre dirigí jugadores con ganas de ganar, con profesionalismo que llevaron a los equipos a obtener victorias. Y cuando llegan los éxitos, al primero que se reconoce es al entrenador". * "La teoría indica que el técnico y el presidente sean la misma persona no es la mejor manera para conducir una franquicia. Es importante que los jugadores sepan que la voz de mando es la del entrenador y no la del presidente. En Miami yo sólo me ocupo de dirigir y no de funciones administrativas". * "Los jugadores conocen las reglas que rigen a la NBA y simplemente les pido que no se pasen del límite de esas reglas. Ellos las deben acatar porque son profesionales. No es nada ilógico". * "Vine a Buenos Aires básicamente a enseñar, pero espero aprender también de los entrenadores argentinos. Sólo había dado clínicas en Tenerife y en Grecia por lo que me gustó la idea de venir porque no conocía. De paso, estoy buscando un centro de 2,10 (risas)". * "Lo mejor que hice en la vida fue dejar el fútbol americano".
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