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Por Mónica Flores Correa desde Nueva York Con el estrépito de un bombazo, el largamente ansiado y temido informe Starr se desplegó ayer en las pantallas de las computadoras de los estadounidenses, que tuvieron acceso a los más lúbricos detalles de la relación "impropia" entre el presidente Bill Clinton y Monica Lewinsky con los ojos fuera de las órbitas porque no esperaban un texto tan explícito, que además confirma que el semen encontrado en el vestido de la chica pertenece al presidente. El documento, de unas 470 páginas, incluye once cargos que según el fiscal independiente darían pie para iniciar un juicio político. Entre ellos: abuso de poder, inducción de testigos a mentir y perjurio o mentira bajo juramento. Limitado a incriminar al presidente por sus presuntas mentiras y coacciones en la relación con Lewinsky, Starr no incluye ningún cargo sobre sus previos temas de investigación, el affaire de las tierras Whitewater, las irregularidades de la agencia de viajes de la Casa Blanca y los dossiers sobre opositores políticos que el ejecutivo habría pedido al FBI. Sólo establece algunos paralelos entre aquellos casos y lo que juzga obstrucción de justicia en el caso Lewinsky. Desde las primeras horas de la mañana, la Casa Blanca montó una estrategia defensiva cuidadosamente preparada, que incluyó una aparición de Clinton pidiendo nuevamente perdón --esta vez en una forma amplísima que incluyó "a Monica Lewinsky y a su familia"-- y un documento de 71 páginas donde los abogados presidenciales hicieron un rechazo preliminar de las acusaciones del informe. Ahora, la Comisión de Justicia de la Cámara de Representantes deberá analizar el informe buscando fundamentos, o pretextos, para iniciar un juicio político al presidente. En las primera horas de la mañana, en un desayuno anual que fue trasmitido por casi todas las cadenas de television, Clinton habló ante representantes de las iglesias y pidió perdón, nuevamente con los ojos llenos de lágrimas. Haciendo alusión a su primera confesión de agosto 17, dijo que en ese momento no había expresado suficiente arrepentimiento porque era difícil encontrar "una manera elegante de decir que he pecado". Como respuesta a las críticas que se escucharon después de aquella confesión de agosto, amplió la lista de gente a quien pedía disculpas, extendiéndose "a Monica Lewinsky y a su familia", además de "mi esposa, mi staff, mi gabinete" y por supuesto "el pueblo norteamericano" que lo veía por tevé. Dijo también que se iba a defender "vigorosamente" desde el punto de vista legal, pero que con esa defensa no buscaba tapar su culpa de pecador. Los religiosos lo aplaudieron de pie y algunos lloraron frente al desarmante acto de contrición. Mientras Clinton hacía su mea culpa público número seis, la Cámara de Representantes realizaba un debate formal para autorizar la publicación del informe en internet. En medio de una cobertura extraordinaria, en la que desfilaron académicos, juristas, comentaristas y políticos, y en la que los más famosos "anchors" tomaron el micrófono para trasmitir sin interrupción desde Washington, algunos canales como CNN y MSNBC anunciaron a sus televidentes que el informe también podría leerse en sus sites de internet. A mediodía, Mike Mc Curry, vocero de la Casa Blanca, en su "briefing" diario le contesto a un periodista que "no, el presidente no está en terapia psicológica (por su presunta adicción sexual); la única ayuda que está recibiendo es pastoral (religiosa)". A las 2.45, la Casa Blanca puso a disposición de los medios su primera respuesta de tipo legal al informe Starr, que desarrolló en 71 páginas. El equipo del abogado David Kendall contestó a algunos de los cargos de Starr, sin entrar en el análisis de la información "sexual" del informe. Negó que el presidente hubiese cometido perjurio en su testimonio en el caso de Paula Jones, así como que hubiese intentado influir en el testimonio de testigos como su secretaria Betty Currie. Kendall sostuvo que ninguno de los cargos da pie a un juicio político, que sólo tiene lugar en caso de que "se hayan cometido delitos contra el sistema de gobierno" y "no está diseñado para permitir que un cuerpo político eche a un presidente por un error muy personal". Media hora más tarde, el informe apareció en las pantallas de las computadoras y, aunque no se hicieron estadísticas, muchos descontaron que el público cliqueó en el subtítulo del informe "Naturaleza de la relación entre el presidente y Monica Lewinsky" y en seguida "Relato de Monica Lewinsy". La reacción de los legisladores, que son los que tienen que decidir sobre el juicio politico, fue entre cauta y azorada. "Es aún muy temprano para decir si habrá juicio o no. Pero la información es impactante y evidentemente la investigación es profunda y muy detallada", dijo un congresista demócrata. En los días venideros, la reacción de los demócratas, especialmente la de los legisladores, será crucial para Clinton. En el Capitolio, el partido ha estado dividido entre aquellos que manifestaron su desilusión públicamente y hasta su deseo de que renunciase, y aquellos que hablaron con el presidente en forma más tolerante pero advirtiéndole de que no estaban seguros de que pudiera "sobrevivir" a la tormenta. Con la elección legislativa en noviembre y las posibilidades de reconquistar la Cámara baja, actualmente en manos de los republicanos, cada vez más distantes debido al "efecto Clinton", los demócratas han decidido mantenerse a distancia del presidente. Clinton les aseguró esta semana con lágrimas en los ojos, como ahora es costumbre, que no había más sorpresas, ni conejos ni mujeres saliendo de la galera; que lo peor ya había pasado. Por el momento, la experiencia les dicta que las palabras del presidente en esta materia hay que tomarlas con desconfianza. Si hubiese otra historia en el camino, para ellos sería fatal. Y para Clinton, sería una presidencia acabada.
LA CAMARA DE REPRESENTANTES DEBE DECIDIR SOBRE
EL PRESIDENTE Por M.F.C. La constitución estadounidense incluye la figura de juicio político a un presidente en caso de que haya cometido "traición, soborno o delitos y ofensas graves" contra el sistema de gobierno. Es el Congreso el que lleva a cabo el juicio, siendo la Cámara de Representantes la que acusa y el senado el que conduce el juicio y con una votación con una mayoría de dos tercios decide la destitución del presidente. El juicio político es una decisión política del congreso y no esta basada necesariamente en transgresiones legales. Es decir, si Clinton cometió perjurio, delito legal, no quiere decir que automáticamente la cámara de representantes opte por el 'impeachment', ya que puede considerar que su falta no ha afectado al sistema de gobierno. Otra razón para el juicio político es haber disminuido la investidura presidencial. Dentro de esta categoría podría entrar el affaire Lewinsky-Clinton, con todos los ribetes de "relación sexual entre el hombre mas poderoso del país y una becaria que tenía la mitad de la edad del susodicho y que no estaba a sueldo en la Casa Blanca". En el día de ayer, no estaba claro cuanto rédito político el congreso republicano le querrá sacar al adulterio de Clinton. En realidad, mucho depende de la reacción de la opinión publica norteamericana, la cual se hará evidente en los próximos días. Si una vez mas las encuestas favorecen a Clinton y demuestran que la ciudadanía considera que lo ocurrido es parte de su vida privada, es posible que los republicanos no busquen deponerlo. Pero tambien puede ser que busquen influir a la ciudadanía con un discurso acerca de la "profunda corrupción de valores morales que ha traído este presidente a la mas alta investidura". Joseph Woods, fiscal especial para el Watergate de Richard Nixon, y Lawrence Walsh, fiscal especial para el affaire Irá-Contra, opinaron ayer que de la información que se desprende del informe Starr no hay fundamentos para acusar a Clinton de un delito grave y ofensas contra el Estado. "¿Su conducta ha erosionado en forma fundamental los asuntos de gobierno? No es lo que yo escucho en ese informe", dijo Woods. Y Walsh señaló que hacia grandes diferencias con Irán-Contra. "Los argumentos de Starr son tortuosos e inapropiados. Son injustos. La inconducta de Clinton no tiene nada que ver con sus deberes presidenciales", afirmó.
LO QUE CLINTON DIJO DESDE QUE EMPEZO LA CRISIS Bill Clinton fue un modelo de inconsecuencia en sus declaraciones sobre Monica. Estas frases son algunos de sus hits: * 17 de enero de 1998: "Nunca he tenido relaciones sexuales con Monica Lewinsky. Nunca he tenido una aventura con ella" (testimonio bajo juramento en la demanda por acoso sexual presentada en su contra por Paula Jones). * 21 de enero: "La relación no fue sexual". * 22 de enero: "Las acusaciones son falsas y nunca pediría a nadie que hiciera nada, excepto decir la verdad". * 26 de enero: "Quiero decirle algo al pueblo estadounidense. Quiero que me escuchen. Lo voy a decir nuevamente. No tuve relaciones sexuales con esa mujer, la señorita Lewinsky. Nunca le dije a nadie que mintiera, ni siquiera una sola vez, nunca. Esas acusaciones son falsas y necesito volver a trabajar para el pueblo estadounidense". * 2 de agosto: "Nadie desea dejar a un lado este asunto más que yo, con excepción probablemente del resto del pueblo estadounidense. Estoy esperando la oportunidad de testificar en los próximos días. Lo haré de una manera íntegra y veraz. Estoy ansioso por hacerlo". * 17 de agosto: "Aunque mis respuestas fueron legalmente precisas (en el testimonio sobre el caso de Paula Jones), no ofrecí voluntariamente información. Efectivamente, tuve una relación con la señorita Lewinsky que fue impropia. De hecho, estuvo mal. Constituyó un grave problema de criterio y un error personal del cual soy el único y absoluto responsable. Pero le dije hoy al Gran Jurado lo que les digo a ustedes ahora, y es que en ningún momento le pedí a nadie que mintiera, que escondiera o que destruyera pruebas o que llevara a cabo alguna otra acción ilegal. Y sé que mis comentarios públicos y mi silencio sobre este tema dieron una impresión equivocada. Engañé a la gente, incluso a mi propia esposa. Lo lamento profundamente" (discurso transmitido por televisión después de testificar en video ante el Gran Jurado). * 28 de agosto: "Me estoy volviendo bastante experto en esto de pedir perdón, se hace un poco más fácil con la práctica. Y si uno tiene una familia, un gobierno, un Congreso y todo un país a quien pedirlo, se gana mucha más práctica" (en un discurso en Oak Bluffs, Massachusetts). * 2 de setiembre: "He reconocido que cometí un error, dije que lo lamentaba, pedí que se me perdonara, pasé mucho tiempo con mi familia en las dos últimas semanas y dije que iba a regresar a trabajar. Considero que eso es lo que el pueblo estadounidense quiere que haga" (en una rueda de prensa durante su visita a Moscú). * 4 de setiembre: "No puedo estar en desacuerdo con todo el que critique lo que yo ya reconocí que es indefendible. Ya dije que cometí un grave error, que es injustificable y que lo siento" (ante la prensa durante su visita a Dublín). * 9 de setiembre: "Decepcioné a mi familia y a mi país, pero estoy tratando de enmendar el camino. Estoy decidido a no dejar que nada como esto vuelva a ocurrir jamás... les pido su comprensión, su perdón en este momento que vivimos. Espero que este sea un momento para la reconciliación y la recuperación" (almuerzo para recaudar fondos para el Partido Demócrata en Orlando, Florida). * 10 de setiembre: "Me encontraba en una reunión con los senadores de mi propio partido, como parte de mi proceso de conversar con las personas con las que trabajo para pedirles su entendimiento y su perdón" (durante una entrega de premios de ciencia y tecnología en Washington). * 11 de setiembre: "No creo que haya una manera elegante de
decir que he pecado. Es importante para mí que todo el mundo que ha sido herido sepa que
este dolor es realmente genuino. Lo primero y más importante es mi familia, también mis
amigos, mi equipo de colaboradores, mi gabinete, Monica Lewinsky y su familia y el pueblo
estadounidense. A todos les he pedido el perdón" (mensaje transmitido pocas horas
antes de la divulgación pública del informe de Starr).
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