Un diploma por la memoria
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Por Cecilia Sosa Daniel Eduardo Bendersky tenía 26 años y una tesis escrita cuando, el 16 de setiembre de 1978, la dictadura militar se lo llevó de su casa. Para obtener su diploma de licenciado en Ciencias Físicas sólo le faltaba la defensa pública del trabajo. Nunca lo pudo hacer. El secuestro llegó antes. Veinte años después, por iniciativa del centro de estudiantes de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales (UBA), un jurado del Departamento de Física evaluó la tesis. Y Daniel Bendersky se sacó un diez. Una resolución, redactada por el decano Pablo Jacovkis y aprobada por unanimidad por el consejo directivo, permitirá que, por primera vez, los padres de un desaparecido reciban el título en su nombre. En el acto que se realizará este jueves, a las 14, estarán presentes autoridades de la universidad, estudiantes, profesores, organismos de derechos humanos y hasta el director de la tesis, el profesor Héctor González. "Era sábado al mediodía, Daniel estaba tocando su órgano nuevo. Me dijeron que eran de la Policía Federal y que tenían que ir a la comisaría. Esperaron a que se cambiara y se lo llevaron. Me miró con una cara que todavía tengo grabada", cuenta Fany Brener, la madre de Daniel, que nunca dejó de buscarlo primero desde la Conadep y, ahora, desde el Cels. Cuando la patrulla de las Fuerzas Armadas violentó la casa de Villa de Parque de la familia Bendersky, Daniel ya había solicitado mesa examinadora para su tesis, que le había deparado dos años de investigaciones en la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), y que ya contaba con el aval de su director. Veinte años después, Rodolfo Kempf, becario de la CNEA y consejero estudiantil de la Lista Unidad, descubrió el trabajo publicado en un boletín de la Asociación de Trabajadores del Estado. "Nunca conocí a Daniel, pero militamos en el mismo partido, el Partido Comunista Revolucionario (PCR), y conocía perfectamente su historia. Nos pareció importante reivindicar su persona íntegra y llevamos la tesis al Departamento de Física, para que la evaluaran y pudiera recibir el título", explica. Así, el grueso trabajo --titulado "Recuperación del endurecimiento inducido por irradiación de neutrones rápidos a temperatura de nitrógeno líquido (77º K) en monocristales de Zinc"-- llegó a manos de Juan Pablo Paz, director del departamento, quien propició la constitución de la mesa evaluadora. El jurado, integrado por los doctores Oscar Martínez, Guillermo Dussel y Claudio Dorso, lo calificó con el máximo puntaje. "Es un trabajo excelente, profundo y meticuloso. Tiene conclusiones audaces que abren camino para trabajos futuros", consideró Martínez. Con semejante aval, el pedido del título llegó al decanato. "No creo que sirva para reparar nada. Es un reconocimiento a la memoria de alguien que depositó en su trabajo mucho empeño y dedicación. Es el reconocimiento de una deuda de la facultad y de toda la sociedad hacia nuestros desaparecidos", dice la carta firmada por Paz. El consejo directivo aprobó por unanimidad una resolución redactada por el propio decano, mediante la que se autorizó la entrega del título y la facultad asumió la representación legal de Bendersky para tramitar el diploma. "Mi sensación final es de pérdida y de recuperación --aseguró Martínez que, además de oficiar de jurado, fue compañero de estudios de Bendersky--. Pérdida, porque se siente la ausencia de tantos luchadores incansables que fueron desaparecidos junto con Daniel. Y recuperación, porque vuelve a nuestra biblioteca su obra." En el acto que se realizará el jueves, a las 14, en el aula magna del pabellón II de Ciudad Universitaria, el nombre de Daniel Bendersky se escuchará una vez más. La autoridades de la facultad lo declararán licenciado en Ciencias Físicas. Sus padres Fany y José, recibirán el título. Mañana se cumplirán 20 años de su desaparición. Además de estudiantes, profesores y graduados, estarán el director de tesis --que pidió especialmente la postergación de la entrega para poder asistir--, organismos de derechos humanos y miembros de la CNEA y de ATE. También se proyectará un video sobre los detenidos-desaparecidos, elaborado por la Secretaría de Derechos Humanos de la CNEA, y la juventud del PCR descubrirá una placa en honor de Daniel. Igual, la pregunta de Fany, su mamá, de 74 años, seguirá sin respuesta: "¿Hay palabras para decir lo que uno siente? Cuando los chicos me dijeron que le iban a dar el título sentí una pena en el alma. Me ayuda mucho, pero al mismo tiempo me pregunto por qué tuvo que ser así".
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