Por Maximiliano Montenegro
La crisis empezó a
borrar empleos. Según las cifras elaboradas por la Sociedad de Estudios Laborales (SEL),
en agosto el empleo formal disminuyó un 0,1 por ciento en relación con julio. Peor aún,
durante los primeros ocho meses del año no se crearon nuevos puestos de trabajo, lo cual
implica que en lo que va del año se crearon unos 160 mil empleos menos que en igual lapso
del año pasado. El futuro es todavía menos alentador: el 76 por ciento de los
empresarios encuestados no piensa aumentar el personal en los próximos meses.
La industria manufacturera, la construcción y los servicios públicos son los sectores
que expulsan más mano de obra. La fórmula de los empresarios para resguardarse de la
crisis y de la reforma laboral de Erman González está dejando a una cantidad record de
trabajadores en período de prueba. También hay mucho más selectividad a la hora de
tomar personal.
Para ser exactos, entre enero y agosto, la dotación de personal disminuyó 0,1 por
ciento. El año pasado, a esta altura, el empleo crecía al 2,2 por ciento. Como cada
punto de empleo formal representa unos 70 mil puestos, esto significa que este año se
abrieron 160 mil puestos de trabajo menos que el año pasado.
En agosto, con excepción de los sectores de transporte, almacenamiento y comunicaciones,
que mantuvieron sus dotaciones de personal, el resto recortó sus planteles. La mayor baja
de la ocupación se dio en la construcción (-0,5 por ciento). En segundo lugar, en el
ranking de despidos se encuentran la industria y los servicios financieros y a las
empresas, que en ambos casos disminuyeron el empleo en 0,4 por ciento. Pero, según
aclaran en el SEL, la baja de personal en el rubro servicios financieros y a las
empresas se explica porque las empresas de seguridad y vigilancia están dejando,
por la crisis, mucha mano de obra desocupada. Curiosamente, éste había sido uno de los
sectores que más se expandió en el último año.
Una de cada dos personas que consiguió trabajo suscribió el mes pasado un contrato de
período de prueba, lo que posibilita al empresario, por un mínimo de 6 meses y un
máximo de 24, eludir el pago de cargas sociales e indemnización por despido. Otro dato
llamativo es que reaparecieron las agencias de empleo como intermediarias en la toma de
personal. Este es un indicador de que los empresarios están siendo mucho más selectivos
a la hora de decidir una contratación.
En agosto, el nivel general de empleo fue 2,3 por ciento superior al de igual mes del año
pasado. Pero en enero era un 5,4 por ciento mayor al de igual mes del 97, lo cual
refleja que los tiempos de creación de empleos se han agotado. En los últimos 12 meses,
la construcción redujo personal en un 11,5 por ciento; el sector de electricidad, gas y
agua en un 7,6 por ciento; y la industria en un 2,9 por ciento.
Mirado por el tamaño de la empresa, en agosto, las empresas más chicas (hasta 200
empleados) aumentaron levemente las contrataciones, compensando los recortes de personal
en las firmas de más de 200 empleados. Esto revela una actitud diferente ante la crisis.
Las firmas grandes, que eran en proporción las que más puestos de trabajo creaban, ahora
empiezan a despedir. En cambio, las pymes, que fueron más conservadoras durante los
últimos dos años de crecimiento económico, están a la expectativa y, por ahora,
mantienen sus planteles.
Con estas cifras, la duda de los consultores no es si la tasa de desocupación subirá,
sino si llegará de nuevo a más del 18 por ciento.
Emplear tendrá premio El
ministro de Trabajo, Antonio Erman González, afirmó que, por decreto, se establecerá
que las empresas que incorporen nuevo personal con contratos estables, o efectivicen a
aquellos que se desempeñan bajo modalidades promovidas, deberán pagar por ellos sólo la
mitad de las cargas sociales. Estamos ya con el decreto confeccionado, será de
necesidad y urgencia y contempla una rebaja de las cargas del 50 por ciento,
puntualizó.
González aseguró que esta norma no va a afectar los recursos fiscales, porque
partimos de recaudación cero cuando se trata de trabajadores en negro, sobre los que no
se hace ningún aporte. El decreto facilita la incorporación de trabajadores
contratados en forma irregular, mediante una inhibición de investigar a las empresas.
La propuesta es que, cuando se blanquee a un trabajador, no se tenga que investigar
para atrás, desde el momento en que estuvo trabajando, porque eso podría ser un
freno a la incorporación de personal.
Uno hace esto para incentivar y normalizar la regularización del trabajo en negro y
para facilitar la incorporación de trabajadores que están bajo modalidades promovidas
cuando éstos venzan, ya que no tendrán posibilidades de renovarlo, explicó el
ministro. Erman González recibió un inesperado respaldo a su iniciativa. Graciela
Fernández Meijide, precandidata presidencial por la Alianza, afirmó que le parece
bien premiar a las empresas que tomen empleados. |
AUMENTO DE LA TASA DE INTERES PARA LAS DEUDAS
IMPOSITIVAS
La DGI aprieta a los morosos
El
Ministerio de Economía decidió hacer más cara la regularización de las deudas
impositivas y previsionales. Carlos Silvani, titular de la AFIP, informó que las tasas de
interés que se aplicarán a los planes de pago para las deudas que se encuentren en
trámite judicial pasarán del actual 3 al 4 por ciento mensual. Las deudas que se
regularicen antes de ser derivadas a los tribunales pagarán, en adelante, el 3 por ciento
mensual (ahora, 2 por ciento). El incremento, explicó, busca desalentar que la
gente se financie con (deudas de) impuestos.
La AFIP estimó que la deuda en mora alcanza a los 7000 millones de dólares, cifra que
correspondería exclusivamente a los compromisos impagos determinados por la DGI, por acta
de inspección o en gestión judicial. Ese monto equivale a casi dos meses de ingresos del
fisco nacional. Sin embargo, Silvani se ocupó de subrayar la labor desarrollada por el
organismo a su cargo para recuperar los impuestos no percibidos. En 1997, rematamos
un inmueble por día, apuntó, en referencia a las ejecuciones por deudas impagas.
En relación con las mercaderías incautadas por la Aduana, el funcionario destacó que
ya obtuvimos 15 millones de pesos, y todavía nos falta rematar unos mil
automóviles. El titular de la AFIP recordó que el producido de estas subastas es
destinado a cubrir las necesidades de los pobladores afectados por la inundaciones
provocadas por el fenómeno de El Niño. Le había prometido al presidente Menem
que, por remates, conseguiríamos unos 20 millones de pesos, y creo que vamos a superar
esa cifra, se ufanó Silvani.
Tras una reunión del gabinete económico en el Palacio de Hacienda, encabezada por el
ministro Roque Fernández, el administrador de ingresos públicos anunció que a
corto plazo se incorporarán a la AFIP 500 abogados que se dedicarán a
cobrarles a morosos. Dichos profesionales ingresarán como planta permanente y
cobrarán 300 pesos mensuales, además de los honorarios que descontarán de las
cobranzas que consigan hacer.
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