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POR AHORA, SOLO PALABRAS DE GREENSPAN, RUBIN Y CAMDESSUS
Las bolsas se inflan con dólares

Sin la expectativa de una baja de la tasa internacional, los papeles perdieron impulso. Los financistas quieren acción más que gestos.

La Bolsa de Buenos Aires tocó un máximo de 4 por ciento, pero terminó con saldo negativo de 0,4.
San Pablo tuvo similar recorrido. Sin un paquete financiero para la región, no hay salida de la crisis.

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t.gif (67 bytes)  Las máximas autoridades financieras de los Estados Unidos desactivaron ayer las especulaciones de los operadores sobre una posible rebaja de las tasas de interés, concertada entre los países desarrollados. Y echaron por tierra con la posibilidad de una inminente instrumentación de un plan de auxilio a Brasil, en medio de la crisis bursátil. El derrumbe de esas expectativas, que habían disparado una fuerte recuperación de los mercados latinoamericanos, desanimó de los inversores: el índice de acciones líderes MerVal cayó 0,4 por ciento, mientras que San Pablo retrocedió 2,1.
Antes de que Alan Greenspan, el titular de la Reserva Federal (banca central estadounidense), desistiera de brindar algún indicio sobre una rebaja de la tasa de corto plazo, los papeles empresarios en Buenos Aires llegaron a subir 4 por ciento. Y en Brasil 8. Pero la carrera alcista se cortó no bien Greenspan les quitó la esperanza a los financistas. El MerVal llegó a caer 4 por ciento. “No hay esfuerzos en camino para lanzar una ronda de rebajas de tasas de interés coordinada entre los países industrializados”, aseveró el funcionario ante la Comisión Bancaria del Congreso de los Estados Unidos. Antes, el Bundesbank y el Banco de Inglaterra habían adelantado que no estaba en sus planes disminuir sus respectivas tasas.
Tanto Greenspan como el secretario del Tesoro norteamericano, Robert Rubin, y el titular del Fondo, Michel Camdessus, se mostraron ayer preocupados por la crisis bursátil. Camdessus afirmó que “no hay ninguna solicitud (de apoyo financiero) hasta donde estoy enterado, pero en este mundo rápidamente cambiante cualquier cosa es posible”. Pero Rubin señaló que aún es “prematuro” referirse a la constitución de un fondo anticrisis para Brasil. Rubin, junto a su subsecretario, Lawrence Summers, fueron interrogados por los legisladores reacios a aprobar aumentos en las contribuciones de Estados Unidos al FMI. Para forzar el desembolso, Rubin enfatizó que Brasil es “enormemente importante” para la economía de EE.UU. Por su parte, Summers sostuvo que “espero que nuestras acciones en el futuro sean en el contexto de reconocer los enormes beneficios que el Plan Real ha traído”. La posibilidad del diseño de un plan de socorro financiero al país vecino ha animado a los mercados en las últimas tres ruedas. Sin embargo, las palabras de los funcionarios estadounidenses pusieron un freno. Por ahora, no existe nada más que palabras de apoyo por parte de las autoridades de los países centrales y de los organismos internacionales. Pero siguen sin aparecer los dólares para frenar la violenta corrida contra la moneda brasileña.
Sólo la elevación del 30 al 50 por ciento anual en la tasa de interés logró desacelerar la huida de divisas desde Brasil. Ayer se fugaron 350 millones de dólares. En lo que va de la semana, Brasil lleva perdidas reservas por 1500 millones. La incógnita de los financistas es si el gobierno de Cardoso logrará llegar al 4 de octubre, día de las elecciones, sin tener que lanzar medidas antes. Por las dudas, Greenspan criticó a aquellos países que piensan en implementar controles cambiarios. Precisamente, ésa es la alternativa más escuchada en la city sobre lo que podría decidir Brasil si persiste la fuga de dólares.
Mientras tanto, Greenspan les alertó que “la seguridad económica y nacional” están en juego ante la debacle de los mercados. Además, reconoció que el FMI necesitaba reformarse, tras su escaso éxito para brindar soluciones a la crisis. “Es mejor que nada. Hay necesidad de reformar su estructura, aunque no por ahora”, opinó el banquero.

 

“Soros no sabe nada”

“No sabe nada de la Argentina”, fue la respuesta de Alieto Guadagni, secretario de Industria, a las advertencias que había formulado George Soros sobre el peligro para el país si Brasil cae por un ataque especulativo. El multimillonario financista es propietario de tres empresas en Argentina, dueñas de los mayores shopping centers, edificios de oficinas y viviendas que lo convierten en el mayor operador en bienes raíces, y explotaciones agropecuarias que lo convierten en el principal terrateniente local. Soros no es un improvisado en el análisis de mercados financieros: derrotó al Banco de Inglaterra especulando contra la libra esterlina y anticipó la devaluación del rublo en Rusia. Desde Copenhague, Guadagni no dudó, sin embargo, en descalificarlo.

 


 

MALAN INSISTE CON QUE NO DEVALUARA
El mensaje de cada día

t.gif (862 bytes) El secretario de Programación Económica, Rogelio Frigerio, se reunió ayer en Brasil con el ministro de Hacienda de ese país, Pedro Malán, quien se comprometió formalmente a mantener la paridad cambiaria, reducir el gasto público y concertar su política económica con el gobierno argentino.
De todos modos, los Roque boys quieren evitar cualquier riesgo y aceleran las negociaciones con los organismos multilaterales de crédito y bancos de inversión para conseguir los 5700 millones de dólares que cubran las necesidades de financiamiento hasta marzo de 1999.
“Es la crisis más seria desde la Segunda Guerra Mundial”, sostuvo Frigerio tras la entrevista con Malán, sin ocultar su preocupación. El funcionario comentó que “el encuentro fue técnico y no se habló del tema de las importaciones, sino que ratificamos que los gobiernos de ambos países debemos concertar nuestras políticas macroeconómicas para enfrentar la crisis financiera”.
Por su parte, el subsecretario de Financiamiento, Miguel Kiguel, se reunió ayer con representantes de organismos internacionales de crédito y bancos de inversión. “Explicó la situación de la Argentina y sus diferencias con otros mercados emergentes, a la vez que avanzó en las negociaciones para conseguir asistencia financiera por 5700 millones de dólares”, indicó una fuente del Palacio de Hacienda.
En tanto, el vicepresidente del Citicorp, William Rhodes, aseguró ayer que en la última reunión del Instituto de Finanzas Internacionales, entidad que agrupa a los 295 bancos más grandes del mundo, “varias instituciones manifestaron que si Brasil llegara a necesitar apoyo, lo tendría del sector privado”.
El país vecino también recibió una declaración de apoyo por parte del Grupo de los Siete. Kiichi Miyazawa, ministro de Finanzas japonés, ratificó que los países más industrializados están dispuestos a socorrer a Latinoamérica. Pero María Carvalho, directora del Banco Central brasileño, aclaró que “hasta ahora no hay una cifra exacta ni de qué forma se concretará esa ayuda. Lo que existen son discusiones de cómo llevarla adelante”. Malán, en tanto, desmintió las versiones sobre que el gobierno establecería un control sobre las operaciones cambiarias.

 

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