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Por Luis Bruschtein No se lo pude decir a él, pero entonces quiero hacerles llegar a sus padres la felicitación por el brillante y extraordinario trabajo realizado, dijo el físico Héctor González ayer en el Aula Magna de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales al calificar la tesis de licenciatura en Física titulada Recuperación del endurecimiento inducido por irradiación de neutrones rápidos a temperatura de nitrógeno líquido en monocristales de zinc, del estudiante Daniel Bendersky, quien no pudo recibir la felicitación ni su diploma porque fue secuestrado hace 20 años por efectivos de la dictadura militar. Bendersky había trabajado duramente en la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) para la elaboración de su tesis bajo la guía del profesor González. Finalmente la entregó, pero el 16 de septiembre de 1978 fue secuestrado y continúa desaparecido. González describió la relación que se establece entre profesor y alumno cuando trabajan sobre la tesis. Es mucho trabajo y mucho tiempo juntos, explicó. Nunca pude entender cómo una persona tan buena y generosa haya podido ser considerada un peligro, reflexionó el científico con la voz quebrada. El pabellón 2 de Ciudad Universitaria era un hormiguero como todos los días. Carteles de la agrupaciones estudiantiles que cuelgan en el hall, estudiantes esperando en la puerta de las aulas para entrar a clase, otros sentados en los escalones repasando o haciendo bromas. En la entrada un busto de Perón y un cuadro de Evita, junto a la imagen del Che y una lista de los desaparecidos: en general, una casa de estudios con actividad que expresa búsqueda, curiosidad, inconformismo, una facultad parecida a la de todas las épocas incluyendo la que le tocó vivir a Daniel Bendersky. En el aula magna había dos grandes pancartas, una del Centro de Estudiantes y otra de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) que rescató la tesis del estudiante desaparecido e impulsó, junto a estudiantes y profesores, el acto que se efectuó ayer. Entre el público se encontraban el titular de la Central de los Trabajadores Argentinos (CTA), Víctor de Gennaro, Emilio Mignone, del CELS, Madres de Plaza de Mayo, Línea Fundadora, Federico Westerkamp, físico y ex profesor de la Facultad, estudiantes y profesores, todos reunidos para esa especial entrega de diploma en ausencia. Para la entrega del diploma, hablaron entre otros Susana Mirande, vicerrectora de la UBA, el decano de la Facultad, Pablo Jacovkis, compañeros de Bendersky que destacaron su militancia en la Juventud Comunista Revolucionaria, Carlos Girotti, de ATE, quien recordó que en la CNEA había 15 desaparecidos y subrayó la unidad que existía entre los militantes populares en los años 70. La reunión se balanceó entre lo académico y lo político, entre acto y ceremonia. De hecho se trataba de la entrega de un diploma con calificación excelente y allí estaban los profesores, pero no estaba el egresado. Juan Pablo Paz era el profesor encargado de hacer la entrega en forma oficial en representación de la Facultad, pero designó en su lugar a Gabriela Pasquini, que obtuvo hace un mes su doctorado en Física. En su caso, la historia fue al revés: cuando Gabriela Pasquini recibió el diploma hace un mes, sus padres no pudieron acompañarla porque están desaparecidos. Entonces Pasquini, que no pudo estar con sus padres, entregó el diploma a estos padres que debieron recibirlo en ausencia de su hijo porque está desaparecido. La señora Fany Bendersky, una mujer menuda y anciana ya, no podía ocultar su emoción, pero sobre todo se la veía orgullosa por su hijo. Con manos temblorosas alcanzó a leer un texto de agradecimiento: No se puede explicar en palabras dijo lo que siente una madre al reemplazar a su hijo en un momento que hubiera sido tan importante para él.
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