El invierno
se tomó revancha en la antesala de la primavera. Los siete grados bajo cero de sensación
térmica a las nueve de la mañana de ayer obligaron a los porteños a desempacar
apresuradamente sobretodos y bufandas. Una hora antes el termómetro indicaba 2,8 grados,
una marca cercana a la del día más frío del año ocurrido en el otoño. La intensa masa
de aire frío polar, asociado a un anticiclón en el sur de la Patagonia, provocó nevadas
en cinco provincias y revirtió la tendencia de una temporada atípicamente cálida. Por
la tarde llegó el alivio. La temperatura trepó a los 12 grados y, aunque los
climatólogos anuncian frío para el fin de semana, dicen que los rayos del sol
calentarán gradualmente. El lunes, cuando desembarque la primavera, los estudiantes
podrían salir a festejar su día al aire libre.
Hubo colas en los bares de Constitución para tomar un café al paso y una grapita que
calentara los cuerpos entumecidos. En el microcentro, en cambio, algunos porteños
vestidos con ropa liviana tiritaban empecinados con el cambio de estación. A las 7.30 las
radios despertaron anunciando que el termómetro marcaba 2,8 grados. Una hora y media más
tarde comunicaron la sensación térmica más baja en lo que va del año en el área
metropolitana. El repentino descenso de la temperatura, sin embargo, no alcanzó para
convertirse en el día más frío del año. Faltaron cuatro centésimas para igualar el
record del 12 de junio.
Hugo Hordij, del Centro de Análisis Climático del Servicio Meteorológico Nacional
(SMN), explicó a este diario que la ola de aire frío polar empezó a aparecer hace
unos días y se desplazó hacia el centro del país. Está asociado a un anticiclón que
todavía permanece en el sur de la Patagonia, que es el más intenso del año y provocó
la sudestada y la disminución de la temperatura.
El aire frío, sin embargo, no se extenderá más allá del fin de semana. El SMN
pronosticó para hoy una mínima entre 1 y 2 grados y una máxima cercana a los 13. Como
ayer, tras el frío matinal el calentamiento del sol provocaría un aumento gradual de la
temperatura. Y, si los pronósticos aciertan, el próximo lunes los estudiantes podrán
festejar su día y la llegada de la primavera desplegando sus viandas al aire libre.
Las masas de aire frío procedentes del Polo aparecen dos o tres veces por año en junio,
julio o a principios de agosto, pero este año se presentaron en septiembre. En su
desplazamiento, el viento polar abarcó a todo el país y se encontró con humedad en la
atmósfera. Por eso causó precipitaciones de nieve a altitudes elevadas y lluvia a
altitudes más bajas, indicó Hordij.
En el centro oeste argentino el invierno se despidió con un manto blanco. Los pobladores
de Mendoza, Neuquén, Catamarca, La Rioja y las zonas serranas de Córdoba se estremecían
cerca de las estufas y contemplaban un paisaje inusual, sorprendidos por las frías
tormentas blancas. En Mendoza, incluso, nevó más que en el resto del invierno, aunque no
hubo problemas con el tránsito por el túnel internacional Cristo Redentor
que une a la Argentina y Chile. En cambio, la nieve acumulada en las calles de algunas
regiones cordobesas como Tanti, La Falda, La Cumbre, Los Cocos y Cosquín, dejó fuera de
circulación a los conductores que no tenían coches de doble tracción. Pero la nieve
también llegó hasta la provincia de Buenos Aires. Sierra de la Ventana, en la localidad
bonaerense de Tandil, amaneció cubierta por un fino manto blanco que le dio un toque
extraño al paisaje serrano.
La malla tendrá que seguir archivada en el guardarropa por un tiempo más. Por ahora, al
lado de la ropa liviana habrá que tener a mano un abrigo.
Sudestada en las costas El
jueves por la tarde, el Servicio de Hidrografía Naval alertó sobre una sudestada en las
costas porteña y bonaerense. A la madrugada, las aguas del Río de la Plata crecieron
hasta tres metros, quebrando el promedio normal de 55 centímetros. La crecida,
considerada como la segunda en importancia en lo que va del año, provocó el anegamiento
de los barrios de La Boca y River y las localidades de Sarandí, San Fernando, Tigre y
Quilmes, aunque no fue necesario evacuar a los vecinos. Las aguas empezaron a retirarse
gradualmente durante la mañana y a las 11 se dio por terminado el estado de alerta.
Seguirán bajando a razón de 15 centímetros por hora, y mañana (por hoy) la
situación se normalizará, dijo a este diario Darío De Carlo, un oceanógrafo de
Hidrografía Naval. El nivel del río alcanzó su pico máximo entre la 1 y las 6 de la
mañana de ayer en el puerto de Buenos Aires y zonas aledañas. El 11 de marzo pasado
había alcanzado un nivel similar. En la Capital Federal los puntos críticos fueron
las esquinas de Río Cuarto y Hernandarias, en el límite de La Boca con Barracas, y
Camposalles y Libertador, en el barrio de River, contó el jefe del departamento de
Operaciones de Defensa Civil del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Alberto Malvicini.
En esas zonas el agua complicó el tránsito y alcanzó los 20 centímetros de alto.
Los dramas del temporal
u Vientos huracanados de 115 kilómetros por hora destrozaron casas y escuelas en
Misiones, donde 25.000 pobladores fueron declarados en emergencia.
u Las heladas en la zona del Alto Valle de Río Negro produjeron importantes pérdidas en
la producción frutihortícola, que en algunos casos habría alcanzado el 100 por ciento
de la producción.
u A 80 kilómetros de Bariloche volcó un micro con estudiantes santafesinos. Cinco chicos
resultaron heridos.
u En los alrededores de la localidad cordobesa de Villa Dolores, una niña de 9 años
quedó en estado de coma luego de que la ambulancia que la trasladaba por el camino de
altas cumbres tuvo dificultades para llegar al hospital.
u La intensa nieve que cayó en el microcentro mendocino provocó cortes de tránsito y
varios accidentes automovilísticos, aunque ninguno de gravedad. |
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