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HABLA LA FUNCIONARIA ALEMANA A CARGO DE CHRIS MONACO
“El peligro son los medios”

El chico que vino a rehabilitarse vuelve a su país. Consultada por Página/12, una funcionaria de su ciudad estimó que el  peligro surgió “por el alboroto artificial de los medios”.

Chris Mónaco volverá en los próximos días a su país, interrumpiendo el viaje de rehabilitación.
“La policía argentina nos aseguró que no tiene nada contra él”, afirma una funcionaria alemana.

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t.gif (67 bytes)  “Chris no es un criminal, es un joven inocente para la ley y la policía argentina nos aseguró que no tiene nada contra él”. A pesar de la defensa de Suzanne Nichtweiss, de la Secretaría de la Juventud de Darmstadt, el pequeño Chris Mónaco será enviado a Alemania. En diálogo con Página/12, la funcionaria alemana criticó tanto la difusión mediática del caso como la vuelta de Chris a su país: “El único peligro para que fracase el tratamiento es el alboroto artificial que hicieron los medios”, reprochó Nichtweiss. Para ellos “no hay resocialización ni posibilidad de una relación especial con su tutor en un contexto discriminatorio como el que provocaron los medios en la Argentina”. Pero el viaje terapéutico del muchacho con 170 causas penales se terminó. En los próximos días el joven volará de regreso. La explosión mediática llevó al gobierno a pedir el regreso a Alemania. Jorge Raventos, vocero de la Cancillería, dijo a este medio que Chris “no era sólo un turista y que un viaje así debería haber sido informado o haber constado en migraciones”. Según el ministro de la embajada argentina en Bonn, Jorge Allende, no sólo lo había comunicado a Cancillería sino también a Interpol. En ese momento nadie tomó el tema en consideración.
Olavarría fue el último refugio visible de los alemanes. Chris y su tutor, Christian Scholz, se fugaron en un auto de alquiler apenas fueron pescados por las cámaras en el Hotel Rohes, alojamiento en el que hicieron base los últimos tres meses. Todavía no sabían que su viaje acabaría en lo inmediato. El llamado Terror Thorsten alemán había conseguido recuperar su conducta en un 80 por ciento. Al menos ése fue el diagnóstico de su tutor y de las autoridades que desde su propio estado siguen su tratamiento. Según los funcionarios de Darmstadt, no existieron intentos de robos, ni coches secuestrados ni gatos estrangulados. “No tenemos ninguna queja ni noticias negativas de su asistente social”, aseguró a este medio Nichtweiss, indicando incluso que el dato fue confirmado por la policía local. Efectivamente, no se conocieron denuncias contra el chico en el país.
El viaje terapéutico de Chris no tenía por destino sólo a la Argentina. Los organizadores de su rehabilitación indicaron que éste sería sólo uno de los puntos que recorría junto a su instructor en América del Sur. Para proteger su situación, los funcionarios habían decidido no difundir el destino del muchacho pero cometieron un traspié: adelantaron que se dirigía a Latinoamérica. Los medios lo descubrieron. Y esa cobertura dada del caso fue señalada en Alemania como deplorable para la rehabilitación de Chris.
El rebote mediático de la presencia de Chris en el país obligó a la Cancillería a pedir que se fuera. Revestido de formas diplomáticas, el argumento elegido para difundir la medida fue que el país no está preparado para estos viajes. Para los germanos, Chris es un turista. Esto es porque a pesar de la carga de causas penales es inimputable, o al menos lo era. Para el Estado alemán un chico recién a los 14 es imputable y Chris salió de su país con 13. En este punto basa su argumentación el gobierno argentino para rechazar la presencia del muchacho. Raventos dijo a Página/12 que “como no es un turista cualquiera sino que viaja en el marco de un tratamiento necesita que el país lo reciba con la cobertura adecuada”.
Alemania tiene acuerdos para realizar viajes similares con España, Francia y República Dominicana. Allende indicó que los germanos propusieron a la Argentina un convenio similar que fue rechazado. La Cancillería no reconoce la existencia de tal instancia. “No hay acuerdo, ni hubo rechazo. No hay antecedentes”, señaló Raventos sobre aquella versión. Pero en medio del debate sobre el acierto o no de enviar a Chris, los germanos parecen haber pecado por omisión. Según explicaron en el encuentro en la Cancillería, “el Estado alemán no estaba al tanto del arribo del muchacho porque estas situaciones las manejan las comunas en forma autónoma”. Pero al parecer el fallido –si lo hubo– no podrárepetirse. Si después de todo, a los alemanes les quedan ganas de enviar algún chico al país deberán comunicarlo. “Estudiaremos en ese caso -adelantó Raventos– la evaluación de las autoridades competentes”.

 

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