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 El público
rechaza, los republicanos disponen: la Comisión Judicial de la Cámara de Representantes,
de mayoría opositora, autorizó la difusión del video de cuatro horas que contiene la
declaración completa del presidente norteamericano Bill Clinton sobre el caso Lewinsky,
junto con 2800 páginas de documentación reunida por el fiscal independiente Kenneth
Starr. Según una fuente republicana, el video será entregado a los medios televisivos el
lunes a las 9 de la mañana (hora local). Sin embargo, de acuerdo con una encuesta
realizada por la cadena de televisión CNN y la revista Time, el 67 por ciento de los
norteamericanos está en contra de la medida, a la que la Casa Blanca calificó de
“injusta”.“(Lo que se va a divulgar) Es sexualmente explícito, es ofensivo y francamente obsceno”, señaló el demócrata John Conyers, integrante de la Comisión de Asuntos Judiciales que tiene el futuro inmediato de Clinton en sus manos. “Si ustedes piensan que había detalles precisos en el informe, hay aún más en lo que va a ser revelado”, agregó Abbe Lowell, otro miembro demócrata de la comisión. Pero su presidente, Henry Hyde, aclaró que los materiales están siendo editados a fin de eliminar alguna parte “sexualmente explícita” y que se evitará la revelación de 120 referencias correspondientes a personas inocentes. Hyde aclaró que la demora en la entrega, a pesar de la aprobación, “es un problema mecánico. Los documentos tienen que ir a la oficina donde se imprimirán y tan pronto como ellos puedan producirlos, entonces se divulgará simultáneamente el video”. Las 2800 páginas que se difundirán contienen la transcripción del testimonio bajo juramento de Monica Lewinsky y la desgrabación de sus conversaciones telefónicas con Linda Tripp sobre la relación que mantuvo con Clinton. También figurarán las declaraciones de otros testigos interrogados, sobre todo las de agentes del servicio secreto, las de varios colaboradores de la Casa Blanca y de la secretaria personal del presidente, Betty Currie. Respecto del video, según varias versiones, Clinton reconoce haber mantenido una relación “no apropiada” con Lewinsky pero se niega a responder preguntas más detalladas de los fiscales. En varias oportunidades se habría puesto furioso e incluso habría abandonado la habitación en una ocasión. El principal argumento de la bancada republicana para dar a conocer todos estos detalles es que tanto los miembros del Congreso como la opinión pública tienen que poder acceder a la declaración de Clinton para poder juzgar las acusaciones de perjurio (mentir bajo juramento) que podrían derivar en un proceso de destitución. Además, la decisión de la Comisión de Asuntos Judiciales afecta a todos los documentos que entregue Starr a la Cámara de Representantes antes del 28 de setiembre. Los republicanos, que logran con este escándalo un fabuloso argumento electoral para las elecciones legislativas de noviembre, también están particularmente enojados con la caza de brujas que inició Clinton contra varios representantes de su partido. El propio Hyde debió reconocer que sostuvo durante mucho tiempo una relación extraconyugal en los años ‘60. La difusión de los documentos que ocurrirá el lunes “es una decisión partidaria e injusta” que no se produjo según el “fundamental proceso de justicia”, dijo el portavoz de la Casa Blanca Barry Toiv. “Ahora sí que (los republicanos) han politizado el proceso”, dijo Conyers. “Parece que hay muchos candidatos republicanos que están ahí babeándose y que esperan poder utilizar este casete en su campaña política”, sugirió otro miembro demócrata de la comisión, Martin Meehan. “La única razón por la cual se preservó el video luego de que los miembros del Gran Jurado ausentes la vieran, era asegurar su difusión pública para humillar al presidente”, dijo el abogado de Clinton, David Kendall, quien le había solicitado a Starr que destruyera el video luego de utilizarlo. Pero los republicanos parecen decididos a continuar con el período de revisión de pruebas hasta llegar al proceso de destitución. “No he visto las últimas encuestas, pero debemos seguir nuestra conciencia y nuestroinstinto”, dijo Hyde luego de que la Comisión de Asuntos Judiciales permaneciera dos horas reunida a puerta cerrada. El líder de la mayoría republicana en el Senado, Trent Lott, prometió tomarse en serio este proceso, mientras que el presidente de la Cámara de Representantes, Newt Gingrich, dejó en claro que ninguna encuesta influirá en su “sentido del deber”. Desde los comienzos del caso, tanto Lott como Gingrich se habían mostrado cautelosos, pero ahora parecen haber sacado todas sus garras.
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