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Por Carlos Stroker Está previsto que entre el miércoles y el jueves próximo se firme el acuerdo. Después de varios meses de negociaciones, Hugo Porta, como secretario de Deportes de la Nación y Julio Grondona, en su carácter de titular de la AFA, suscribirán el acta por la cual se oficializará que los controles antidoping ya no se harán en la Facultad de Farmacia y Bioquímica, sino que pasarán a hacerse bajo el atento ojo del Estado. O sea que todos los controles del fútbol nacional se efectuarán en el laboratorio del Cenard. La AFA pagará 86 pesos por control, mientras que ahora desembolsa 110 pesos. Desde hace varios meses que Grondona y Porta se reúnen para definir el traspaso de los controles antidoping. Para el presidente de la AFA es desligarse de un problema que muchas veces lo tuvo en el centro de la polémica: cabe recordar los casos de Diego Maradona y Juan Sebastián Verón. Grondona, antes de disputarse el Mundial, habló con Porta y fue el secretario de Deportes quien le propuso el cambio. El ex rugbier sabe que la decisión no es del todo simpática, ya que será él o su gente dentro del laboratorio del Cenard, quienes deban explicar cualquier situación extraña o comunicar un control positivo, pero a la vez logra tener bajo su órbita un tema que a veces se le escapa de las manos a los hombres del deporte nacional. No es llamativo que en momentos en que el Estado se dedica a vender sus bienes, en el fútbol pase a ejercer los controles antidoping. Hasta el momento, la Facultad de Farmacia hacía los screening (controles) sobre dos tipos de sustancias: los estimulantes y los estupefacientes, pero con el acuerdo se les agregaría el de los anabólicos. Por estos controles, la Secretaría de Deportes le cobrará a la AFA 86 pesos, de los cuales 15 quedan como ganancia para la dependencia estatal. Hasta el momento, la AFA pagaba 110. El precio incluye a la contraprueba. En este momento se hacen controles sobre cinco formas de dopaje, aunque en el fútbol, a lo sumo se necesitan tres, los dos nombrados y el tercero por llegar. Por ejemplo cuando en la Argentina se hizo el Mundial de Tiro, los controles apuntaban a los betabloqueantes, que baja las pulsaciones y sirve para mantener firme el pulso, pero los betabloqueantes, en el fútbol, no están prohibidos. El fútbol hace alrededor de 250 muestras por mes y unas 2500 por año por lo que a la secretaría le ingresará una suma de dinero adicional, teniendo en cuenta el bajo presupuesto que el propio gobierno decidió otorgarle para 1999: unos 23 millones de dólares. Pero la idea de Porta y de Grondona es tratar de agregarles un instrumento más a los controles con evitar cualquier tentación de vulnerar alguna prueba. Por eso tienen idea de comprar unos recipientes fabricados en Inglaterra llamados Versapag, que deben romperse para sacar la muestra, con lo cual sólo sirven para un control. Las muestras que se tomen en los partidos de fútbol irán directamente de la cancha al Cenard y en cada estadio habrá un control enviado por la secretaría de Deportes. El laboratorio del Cenard es el mismo que se utilizó durante los Juegos Panamericanos de Mar del Plata y fueron modernizados para su mayor efectividad. Pero Porta no sólo aspira a tener en el laboratorio los controles del fútbol argentino, ya que negocia con la Confederación Sudamericana de Fútbol que asumir los exámenes de todos los torneos de la entidad. El debut sería en la Copa América de 1999, que se hará en Paraguay o en la Argentina. Para mostrar su voluntad, Porta ya avisó que en el laboratorio habrá una guardia durante las 24 horas y parte del dinero que le ingresa se le irá en horas extras y en el pago a la seguridad privada. El funcionario quiere todo bien custodiado. No vaya a ser cosa que se encuentre con alguna sorpresa mojada.
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