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Por Raúl Dellatorre El hombre que carga con la responsabilidad de recaudar para el Estado prefiere curarse en salud. Por tanto, ante las consecuencias de la crisis económica mundial, y al haber detectado un aumento de la morosidad a partir de mayo, decidió subir en un punto la tasa de interés de las deudas tributarias. Carlos Silvani, administrador federal de Ingresos Públicos, no arriesga un pronóstico de recaudación impositiva para 1999. Está demasiado agitado el ambiente como para hacer predicciones serias, adujo en una entrevista con Página/12. También descree de quienes pronostican hoy cuál será el crecimiento del PBI en 1999. En el presupuesto había que poner algún número, justifica con una sonrisa el 4,8 por ciento que arriesgó como proyección Roque Fernández. De modo que aumentó la morosidad en el pago de impuestos a partir del inicio de la crisis... Venimos observando una morosidad más alta a partir de mayo. Un aumento leve. Tampoco es una cosa espantosa. Pero quiero prevenir consecuencias ulteriores. Por eso adopté una resolución que me resulta dolorosa: subir la tasa de interés que se paga por las deudas fiscales en un punto mensual. Sé que hay gente que está con dificultades para pagar sus obligaciones, y se ve en la disyuntiva de ver a quién le paga. Por eso aumentamos las tasas para desalentar que se financien postergando el pago de impuestos. Es un razonamiento duro, pero yo tengo que cuidar los ingresos públicos y recaudar todo lo que pueda de esa deuda por morosidad que hoy alcanza a 7000 millones de pesos. La lista que presentó el diputado Oscar Lamberto de grandes empresas que no pagaron Ganancias este año dejó la sensación de que el problema de la recaudación no es solamente porque evaden los pequeños comercios o los autónomos. ¿Se está haciendo algún seguimiento en particular sobre grandes empresas? Hemos fiscalizado últimamente un número importante de grandes empresas; son alrededor de 1200 firmas. En algunas hemos encontrado formas de elusión legal (operaciones contables para reducir la ganancia imponible). En este sentido, me parece correcta la reforma tributaria, porque tiende a eliminar algunas de estas prácticas. Pero en otros casos encontramos evasión. Lamentablemente, no puedo hacer públicos los nombres de las empresas, porque sería importante poder contar con una sanción social, además de la económica. Por eso le estoy pidiendo al Presidente de la Nación que por un decreto de necesidad y urgencia se elimine el secreto fiscal ante los casos de evasión que se detectan. Lo que quiero es que, una vez que el imputado haya hecho su descargo, y la denuncia por evasión quede en firme, se me permita publicarlo. ¿Han podido avanzar en las investigaciones sobre contrabando de cigarrillos? Es un tema que me preocupa. Hay problemas. Ya detectamos algunos casos importantes, con la marca Derby por ejemplo. Estamos encarando un trabajo en conjunto con Gendarmería, Prefectura y la Secretaría de Seguridad, que conduce Miguel Angel Toma, en el tránsito particularmente con Paraguay. Es un tema difícil. Cuanto más alto es el impuesto interno, más atractivos se vuelven el contrabando y la evasión fiscal. Pero siendo un mercado en el que participan exclusivamente dos empresas, que además tienen prácticamente el control de la distribución, ¿no es extraño que se les cuelen grandes cantidades de cartones de cigarrillos, que además son de las mismas multinacionales, sin que detecten el origen? Exactamente. A mí lo que me pone de muy mal humor es que de parte de las dos industrias que producen en el país nunca hubo denuncias concretas,sólo manifestaciones públicas. Por otra parte, no tuve de estas empresas la colaboración que esperaba. A propósito de las quejas de la industria, últimamente usted ha sido muy castigado por los empresarios que, frente a la crisis y el riesgo de un aluvión de importaciones, dicen que la Aduana no controla como debiera... ¿A mí me castigan? ¿Quién? Usted debe conocer las declaraciones de la UIA y de su ex presidente, Claudio Sebastiani, quien señaló que de la Aduana lo menos que se puede decir es que es fácil. ¡Ah! Sí, por supuesto. También me atacó el señor Carlos Brown, del gobierno bonaerense (ministro de la Producción). Yo creo que son críticas por ignorancia de lo que estamos haciendo. Ahora pasa por el Sistema María (registro informático) más del 90 por ciento de las operaciones, mientras que cuando arranqué en este puesto, un año y medio atrás, no era más del 20 por ciento. Antes de fin de año estaremos en el 100 por ciento, y va a estar cargado todo en Internet, de modo que todo el mundo va a poder conocer las transacciones que vienen. La información sobre las inspecciones pre embarque (en puerto de origen) también va a estar 10 días antes (del despacho a plaza) en Internet. Esto hace a la transparencia del sistema. Mi apreciación es que hay un progreso tangible. Pero sigue habiendo reclamos por el ingreso de mercadería a precios ridículamente bajos, sobre todo ahora que los países del sudeste asiático salieron a reventar el mercado con juguetes, rodados... Tampoco es cierto que no hagamos nada frente a la mercadería que ingresa subvaluada. Cada vez que detectamos un caso, mandamos una inspección de la DGI a la empresa importadora. O tiene una ganancia espectacular, o vende en negro. Si encontramos evasión en el Impuesto a las Ganancias, paga una tasa del 33 por ciento, que le sale más caro que el arancel. ¿Qué resultados está dando el control pre embarque en cuanto a los precios declarados de la mercadería importada? En los distintos rubros de entrada de mercadería que pasaron por el control observamos que hubo un aumento del valor promedio del 23 por ciento. En los rubros que no estaban bajo control, los precios bajaron entre un 40 y un 50 por ciento. ¿Cómo se da semejante distorsión de precios fuera del control de la Aduana? Nos están metiendo goles por otro lado. El sistema de control pre embarque sólo alcanza a operaciones de importación por más de 3000 dólares. Detectamos que llegaban cargamentos a la zona franca de Colonia (Uruguay) desde distintos orígenes. Ahí los fraccionaban y los cruzaban a la Argentina en embarques de menos de 3000 dólares. Así eludían el control e ingresaban los productos subfacturados. ¿Prevé una caída de la recaudación por efecto de la crisis? ¿Con qué pauta se maneja para el año 1999? Es difícil, hoy, predecir cuáles serán las consecuencias. Está demasiado agitado el ambiente para hacer predicciones serias. Yo prefiero esperar un poco más para estimar cuál puede ser la recaudación el año que viene. Incluso hacer una proyección de cuál va a ser la evolución del PBI es azaroso, aventurado y riesgoso. Yo escuché pronósticos con un nivel de variación fantástico. Unos hablan de un crecimiento del 5 por ciento, y por otro lado también escuché previsiones de una caída similar. Pero el propio Ministerio de Economía está arriesgando una cifra del 4,8 por ciento... Bueno, se presentó el proyecto de Presupuesto al Congreso, y algún número había que poner ...(sonríe) En el Presupuesto Nacional para el 99 también figura una proyección de caída en la recaudación por Bienes Personales del 18 por ciento. No es un impuesto que se vea afectado por el nivel de actividad. ¿Cómo se explica? ¿Eso dice el Presupuesto? Yo no participé en la elaboración de esa cifra. Pero no me parece que vaya a suceder así. Este año venimos recaudando bien. Estamos más de un 20 por ciento arriba del año pasado. Podría darse una caída en la recaudación si los precios de los bienes inmuebles bajaran. Han disminuido bastante y esto puede incidir sobre la recaudación del año que viene. Otro ingreso al que seguimos con mucha atención es el de los aportes a la seguridad social. Ahí le puedo demostrar que ha mermado el trabajo en negro, porque con un nivel de empleo estancado desde principios de año, la recaudación está subiendo el 2,7 por ciento. ¿Usted considera conveniente, en este momento, la propuesta de blanqueo del empleo en negro que hizo el Ministerio de Trabajo, bajándole a la mitad las cargas sociales a aquellas empresas que regularicen la situación de sus empleados no declarados? Le respondo en general, no sobre este proyecto en particular: el blanqueo es siempre una mala palabra. Es retornar al pasado, más de lo mismo, cualquier forma y proyecto que sea es extremadamente inconveniente. Siempre es un premio al que no cumple y una invitación a volver a incumplir en el futuro. Hubo diez blanqueos impositivos en el país, pero incluso tomando la experiencia en el mundo, está demostrado que puede ser un alivio en el corto plazo, pero los efectos son nocivos y perniciosos en el mediano y largo plazo. El resultado es siempre que el incumplimiento es más grande después de un tiempo. ¿Qué estadística tiene de las últimas moratorias impositivas, cuyos planes de pago todavía deberían estar cumpliéndose? En promedio se pagaron tres cuotas y después no se pagó más. Y siempre va a pasar lo mismo. Es una solución calamitosa, es minar la cultura tributaria, porque el mensaje que le da un blanqueo a la gente es que el que evade es un piola, y el que paga, un idiota. A mí me resulta tenebroso. Y usted va a escuchar que siempre se utilizan las mismas excusas para justificar un nuevo blanqueo, sea en el plano laboral o en el impositivo. Pero el resultado va a ser siempre el mismo.
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