Por Gabriela Carchak y Adrián De Benedictis
No todo lo que
reluce es oro. Las nuevas autoridades del vóleibol argentino exponen una realidad
resplandeciente, pero la situación que se vive en la entretela del deporte está lejos de
ser pacífica. Los conflictos internos que se arrastran desde la última
década entre las entidades que digitan el desarrollo de la actividad permanecen
casi intactos, sólo que esta vez son hábilmente encubiertos.
Los éxitos de la selección argentina, dirigida por Daniel Castellani, opacan cualquier
foco de tormenta. La gran mayoría de los jugadores del equipo nacional se quedará en el
país para darle nivel a la competencia interna pero este último punto no se ha logrado
por eficacia de la nueva dirigencia sino porque un grupo empresario (TyC
Sports) aportará el dinero que los jugadores requieren para permanecer en la liga local.
El conflicto esta vez y van ... es en la conformación de la lista de los
equipos que participarán en la próxima edición de la Liga Argentina de Clubes (LAC) que
se iniciará en noviembre. La Federación Argentina (FAV), dispone en su reglamento que
son ocho los equipos de la Federación Metropolitana (FMV) que tienen lugar en la
competencia federal. Estas designaciones se establecen con cuatro clasificados directos
(los mejores ubicados en la LAC anterior) y los cuatro primeros conjuntos del Torneo
Metropolitano. Los otros ocho que completan el fixture son de las federaciones del
interior del país.
La FMV está afiliada a la FAV, por lo que debe, según legislación, regirse por los
estatutos que la entidad mayor impone. A los clubes de la Capital nunca les sedujo la idea
de invertir dinero para participar en el Torneo Metropolitano porque, según ellos, el
número de equipos que clasifica para la LAC es menor del que les conviene. Teniendo en
cuenta este punto, la FMV los instó a firmar un acuerdo en el que dejaban constancia de
varios puntos, entre ellos el número dos: Aceptar que los ocho (8) clubes
clasificados de acuerdo con las reglamentaciones de la Federación Metropolitana de
Vóleibol, en cada rama, participen en la Liga Nacional 1997/1998. En el inciso
tres, el acuerdo insta a cumplir la disposición de clasificación de la FAV,
siempre y cuando ninguno de los cuatro equipos clasificados directamente
queden fuera de las ocho primeras posiciones. Para comprender el conflicto vale un ejemplo
de situación hipotética: Un equipo que sea noveno en el torneo de la FMV y que haya
obtenido el segundo lugar de la LAC, no podría participar en la siguiente edición aunque
para la FAV haya clasificado directamente.
Esto es lo que ocurre con Ferro Carril Oeste, subcampeón de la LAC y último campeón
sudamericano (torneo al que pudo acceder por su segundo puesto en la LAC) que no tuvo una
actuación brillante en el torneo de la Capital y estuvo durante toda la competencia
debajo de los puestos que la FMV exige para jugar la LAC. La participación de Ferro en la
competencia nacional es un punto que le interesa sobremanera a la FAV, ya que por una
cuestión de imagen ante las diferentes federaciones sudamericanas sería exponer
nuevamente la cruel realidad, o sea, que los conflictos continúan vigentes. La FAV,
además, no puede mostrar una mala imagen delante de las entidades extranjeras, puesto que
la Federación Internacional de Vóleibol (FIVB), amenazó en el año 1996 a los
dirigentes argentinos con la desafiliación automática, si los problemas que causaron la
decadencia de la actividad durante los últimos años no se resolvían de forma inmediata
y acatando las disposiciones que la misma FIVB les impuso.
La Fav se equivoca La
Comisión de Clubes de la División de Honor, en una reunión que se llevó a cabo el 13
de mayo, resolvió tomar esta medida luego de un acuerdo que se decidió entre los mismos
clubes. Consideramos que era lo mejor para evitar confusiones, y que las reglas de la FAV
no intercedan en nuestra entidad, explicó Horacio Acevey, presidente de la
Comisión de Clubes de la Federación Metropolitana. De esta manera, la Federación se
desentendió de la resolución que había adoptado la FAV. Nosotros no queremos
provocar ningún conflicto, resolvimos esto de común acuerdo con las instituciones. Si la
FAV considera que obramos de mala fe se equivoca, hicimos esto para no perder el nivel de
competencia, no pretendemos cambiar nada, remarcó Acevey. A partir de ahora, el
choque que ha provocado la distinta interpretación del reglamento podría causar malestar
en algunos dirigentes. Acevey no quiere entrar en polémicas y aseguró que se mantendrá
firme con la resolución tomada. Tenemos intenciones de que luego del comienzo de la
Liga nos pongamos de acuerdo con la FAV para la próxima edición del torneo. Ahora no hay
tiempo para solucionar todo, y de nuestro lado, las cosas ya están planteadas,
agregó Acevey.
Uno de los clubes que fue el centro de esta situación es Ferro. A la Federación
Metropolitana le disgustó que la FAV le garantice su participación en la competencia.
No puede ser que un equipo que también hizo los méritos suficientes para poder
jugar el campeonato, tenga que jugar una reclasificación con alguien del interior, nada
más que porque ellos lo disponen, puntualizó.
Tenemos razón
El presidente de la Federación Argentina de Vóleibol, Mario Goijman, aseguró que su
entidad no cambiará la posición que indica su reglamento.
¿Cuál es la entidad que maneja la Liga Nacional?
Todo corre por cuenta de la FAV. Somos los únicos que tenemos poder de decisión en
lo que respecta a reglamento y sistemas de clasificación de los equipos. Siempre fue así
y nadie puede cambiarlo.
Y entonces, ¿por qué surge este problema con la Federación Metropolitana?
Para la FAV no hay ningún problema. El conflicto lo tienen ellos, porque acordaron
algo con los clubes que no es real. No le pueden garantizar a nadie la participación en
un torneo que ellos no organizan ni dirigen. La última palabra la tiene la FAV.
¿Y por qué cree que la Federación Metropolitana tomó esta postura?
Yo creo que en este país hay muchos tarados. A partir de la creación de la Liga
Nacional, los clubes optaron por concentrarse solamente en esta competencia. En
consecuencia, el torneo metropolitano perdió interés. Como ellos no querían que eso
sucediera, inventaron este acuerdo con los clubes. Y de alguna manera, les están
imponiendo algo que decidieron por su cuenta y sin consultarnos.
¿La FAV cómo toma todo esto?
A nosotros nos molesta. Esto no tiene sentido, la FAV es la entidad reconocida por
la Federación Internacional y no entiendo cómo esta gente toma una resolución por sí
sola. Realmente me pone mal que todavía sucedan estas cosas en el voley argentino. Luego
del viejo conflicto que dividió a este deporte, creí que los problemas estaban
superados.
¿Algún día terminarán los conflictos en el voley argentino?
Nuestra intención es tirar para adelante. Peleamos para que de una vez por todas se
terminen los problemas. Junto a nosotros tendrían que unirse todas las federaciones. Sin
duda, este tipo de situaciones perjudican el crecimiento. Y si no podemos superarnos, la
mediocridad permanecerá siempre junto a nosotros. |
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