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![]() En declaraciones a Página/12, Duhalde dijo que "evidentemente en esta oportunidad, esta situación (que atraviesa la Alianza) parece una negociación interna. Y es lógico que tengan dificultades porque la UCR y el Frepaso como fuerzas políticas son muy distintas y por separado tienen más coincidiencias con el justicialismo que entre ellos". Mientras que Ortega afirmó que le produciría "lástima que se fracturara" la Alianza. El gobernador bonaerense puso en duda la capacidad de la Alianza para gobernar al señalar que "sus candidatos no demuestran capacidad de gestión. Además son como el agua y el aceite, piensan totalmente distinto en todos los temas. No pueden ponerse de acuerdo ni para nombrar un ombdusman en la Capital Federal, y cuando uno quiere bajar a debatir una ley en el Parlamento, el otro no quiere". "La Alianza tiene un problema muy serio. Tenían la idea de constituirse en el '99 y eso habría sido muy beneficioso para ellos, pero ahora se están exponiendo todos los días", agregó el precandidato presidencial del PJ. Para Alberto Kohan, el enfrentamiento entre los máximos referentes de la Alianza "es una crisis, producto de sus propias diferencias que las tendrán que resolver con elecciones internas". El secretario general de la Presidencia fue quien más aprovechó para meter el dedo en la llaga. "Algunos dirigentes de la Alianza actúan con sus aliados como lo hicieron con el Gobierno, acusando sin presentar pruebas" dijo Kohan, aludiendo al Frepaso. "Si tienen pruebas sobre algún caso de corrupción en la gestión del doctor (Fernando) De la Rúa, que las presenten a la Justicia que es el poder que debe actuar en esos casos", le reclamó el funcionario nacional a la dirigencia frepasista. El vicepresidente, Carlos Ruckauf, coincidió, conducta poco habitual, con Kohan al señalar que "el Frepaso siempre tuvo una política de denuncia y ahora está dirigida a sus aliados". Una recorrida realizada por Página/12 en diferentes despachos de la Casa Rosada y del Parlamento permitió percibir que el justicialismo descartaba la posibilidad de una fractura de la Alianza. "Es muy difícil que se separen. Toda esta guerra de declaraciones que inició el Frepaso no pasa de una presión para conseguir que los radicales no les echen encima el aparato y les den vuelta el padrón en la interna del 29 de noviembre" explicó un importante operador del Ministerio del Interior. Para el oficialismo, la ruptura de la oposición es más una expresión de deseos que una profecía.
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