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RIVA ARAMAYO INTERROGARA EN LIMA A UNA SOBREVIVIENTE DE LA ESMA

Buscando la verdad sobre Hagelin

Mercedes Carazzo fue militante montonera y pareja del represor Pernías. Vio viva a Dagmar Hagelin. Hoy cuenta lo que sabe a la jueza.

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La ESMA, convertida durante la dictadura en cárcel clandestina

Por Adriana Meyer

t.gif (67 bytes)  En una actitud inédita de la Justicia argentina, la jueza de la Cámara Federal Luisa Riva Aramayo viajó a Perú para interrogar a una sobreviviente de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), en el marco de la investigación sobre el destino final de los desaparecidos. Mercedes Carazzo, la ex oficial mayor Lucy de la agrupación Montoneros vive en Lima y su testimonio es importante porque en un video de la televisión sueca dijo haber visto herida en la ESMA a la joven sueca Dagmar Hagelin. Por su condición de protegida del represor Antonio Pernías, se supone que "Lucy" tiene información valiosa para esta causa que busca la verdad sobre las víctimas de la dictadura.

Mercedes Carazzo estudiaba Química en la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad de Buenos Aires. Perteneció a las filas comunistas, luego a las Fuerzas Armadas Peronistas --FAP-- y finalmente ingresó en la agrupación Montoneros. El periodista y escritor Miguel Bonasso la describió así en su libro Recuerdo de la muerte: "Lucy respetada. Compañera del Monra, pero valiosa en sí misma. (...) Discutidora. Lectora. Atiborrada de Althusser y Marighela". Estuvo desde el principio de la represión en el centro clandestino que funcionó en la Escuela de Mecánica de la Armada.

Según Bonasso, Lucy no se quebró en la tortura, no delató a los compañeros ni dio datos. Pero se enamoró de uno de sus victimarios, Antonio Pernías, alias "Trueno" o "Rata". Y entregó al marido. Al parecer le habían prometido que no lo matarían, pero cuando lo fueron a buscar a su casa, el dirigente montonero Curlat estaba con la hija de ambos. Pernías le dijo que entregara a la nena y así ocurrió, pero a él lo acribillaron.

Lucy le confesó a un compañero en la ESMA que estaba enamorada de Pernías, aunque el marino torturador hubiera asesinado a su marido. "Quizás lo quiero porque me devolvió a mi hija", dijo. La llevaron a Europa donde integró el Centro Piloto de París, esa campaña de limpieza de la imagen de nuestro país en el exterior. Lucy daba conferencias de prensa sobre lo "derechos y humanos" que eran sus compatriotas. En 1979 fue detectada junto a Pernías en España por los servicios de información locales. Habría estado también en México antes de recalar en Lima.

Mercedes Carazzo no contó ante ningún tribunal del mundo lo que sabe sobre lo ocurrido en la ESMA. Los abogados de las familias Walsh, Hagelin y de otros desaparecidos creen que por su condición privilegiada de protegida de Pernías, Carazzo tuvo posibilidades de moverse con facilidad dentro del campo de concentración y podría haber visto y escuchado una buena parte de las historias que se tejieron en esas tinieblas. Ragnar Hagelin, el padre de la ciudadana sueca desaparecida, tiene especial interés en escuchar a Carazzo. En 1995 --después de la confesión de Adolfo Scilingo sobre los vuelos que arrojaban prisioneros al Río de la Plata-- un video de la televisión sueca mostró a Mercedes Carazzo diciendo que había visto a Dagmar Hagelin herida en la ESMA.

Carazzo declaró una sola vez frente a un juez peruano, pero se trató de un interrogatorio muy breve. Los abogados de los desaparecidos que impulsan la investigación de la Cámara Federal porteña no fueron avisados en aquella oportunidad, por lo cual estuvieron ausentes. Por eso insistieron hasta que el tribunal decidió que viaje la jueza de la Sala I de la Cámara Federal Luisa Riva Aramayo, acompañada por ellos para escuchar lo que esta mujer quiera decirles. Hoy tendrá lugar la audiencia en la capital peruana.

Esta causa no tiene efectos penales y los testigos pueden negarse a declarar. Su objetivo es la búsqueda de información para la reparación moral de los familiares de las víctimas de la dictadura. Ya declararon en ella, entre otros, Alfredo Astiz, Adolfo Scilingo y el mayor retirado del Ejército Julio César Coronel, quien reconoció haber participado de un operativo el mismo día y a la misma hora que murió el escritor Rodolfo Walsh, en similares circunstancias. La información que recogió este caso será utilizada por el equipo de Antropología Forense para precisar el lugar del campo de deportes de la ESMA en donde empezará la búsqueda de los restos de prisioneros que pudieran haber sido enterrados allí. El pago de las indemnizaciones a los damnificados por el terrorismo de Estado se ve facilitado por los informes que salen de esta investigación.

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