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DE LA RUA CONSIGUIO EL AVAL DE SU PARTIDO Y BAJO LOS DECIBELES

Final feliz para el culebrón de la semana

La UCR defendió a su candidato, pidió a sus aliados "un cambio de actitud" y reafirmó "su firme voluntad de preservar la Alianza".

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Leopoldo Moreau, Fernando de la Rúa y Raúl Alfonsín en la conferencia de prensa de ayer en el Comité Nacional.

Por Fernando Cibeira


t.gif (67 bytes)  Estuvo cerca del drama, pero el culebrón de la Alianza tuvo final feliz. O, al menos, eso parece. Luego de exigir durante todo el día una rectificación pública del Frepaso por las denuncias sobre la existencia de una red de corrupción en el gobierno porteño, Fernando de la Rúa se sintió satisfecho con unas declaraciones que hizo Carlos "Chacho" Alvarez en Bahía Blanca. Según los cables noticiosos, Alvarez había dicho que pondría "las manos en el fuego por De la Rúa" y remarcaba que nunca había hecho una cuestión personal sobre el tema. Ante toda la conducción nacional del radicalismo que acababa de firmar un comunicado respaldándolo, el jefe de gobierno consideró que eso era "más que una rectificación" y dio por superado el tema. Eso sí, tratando de demostrar que son los radicales y no los frepasistas los reales garantes de la Alianza.

No obstante, quedaron interrogantes pendientes. En su declaración, el Comité Nacional de la UCR rechazó "los ataques con declaraciones genéricas ajenas a la realidad", pidió "un cambio de actitud para preservar la Alianza" y recordó que "la lucha contra la corrupción es patrimonio común de los partidos que la integran y nadie puede atribuirse su exclusividad". Es decir, todas referencias directas al raid de denuncias de Alvarez de la última semana. Pero, anoche, Chacho adelantaba que no cejaría en sus reclamos de una urgente investigación dentro de la comuna porteña y desmentía, en parte, aquello de "las manos en el fuego". "No cambió nada, esto mañana sigue", aseguraban a su alrededor.

De la Rúa planeó el día de ayer como el del contraataque. Luego de saludar a los porteños en la puerta de su casa por el Día de la Primavera, partió junto a su secretario de Gobierno, Enrique Mathov, a entrevistarse con el juez de instrucción, Héctor Yrimia. En ese juzgado se investigan las denuncias contra el ex escribano de la ciudad, Jorge Gómez, que dispararon las acusaciones de corrupción de Alvarez contra De la Rúa y sus funcionarios de la semana pasada.

El jefe de gobierno le planteó al juez que quería conocer la situación de sus funcionarios para saber qué decisiones tomar. Según lo que luego contó De la Rúa, Yrimia dijo que podría llamar a algunos funcionarios a declarar pero sólo en calidad de testigos y que, hasta el momento, no tenía elementos para procesar a nadie más.

Directo de Tribunales a la Municipalidad, De la Rúa dio una rueda de prensa donde exigió una "rectificación pública inmediata" de parte del Frepaso. La primera reacción del Frepaso, en la que coincidieron tanto Graciela Fernández Meijide y Alvarez, fue que no había nada que rectificar. "No tenemos que rectificar nada porque jamás ninguno de nosotros dijo que De la Rúa haya instado a la corrupción", explicó Meijide poco antes de partir rumbo a Comodoro Rivadavia en una visita de campaña. "No corresponde ninguna rectificación porque no inventamos nada", remarcó Chacho.

La próxima jugada de De la Rúa fue la reunión de la mesa directiva del Comité Nacional de la UCR que preside, convocada por él para la tarde. Antes de que comenzaran a llegar a la sede de Alsina y Entre Ríos, los dirigentes radicales tomaron como una primera señal de distensión la carta enviada por el bloque de legisladores porteños del Frepaso reclamando que se realizara una investigación administrativa por las derivaciones del caso del escribano Gómez (ver página 6). La carta fue una salida mucho más suave que la originalmente planeada de formar una comisión especial para investigar la gestión delarruista con la que había amenazado el Frepaso.

Con ese primer síntoma, la reunión de la cúpula radical comenzó a las 18.30 y se prolongó por más de dos horas. La mayor parte del encuentro se consumió en desentrañar los motivos por los que Chacho Alvarez salió como salió. Según la conclusión de los dirigentes radicales, el líder frepasista se sintió tironeado por los sectores más principistas de su partido y echó mano a las denuncias como forma de contención. Otro punto que prolongó la extensa reunión fue la discusión por la "ingeniería política" de la Alianza, esto es, el reparto de las candidaturas luego de las internas el 29 de noviembre.

Al momento de enfrentar a los medios, De la Rúa se sentó en medio de la mesa que de por sí ya significaba un fuerte respaldo a su candidatura y a su conducción. Lo flanqueaban, con caras serias, Raúl Alfonsín, Leopoldo Moreau, Rodolfo Terragno, Jesús Rodríguez y Rafael Pascual, entre otros. En su carácter de secretario general, Rodríguez fue el encargado de leer la declaración de siete puntos que culminó con una afirmación "Defendemos con igual firmeza la Alianza como la dignidad de nuestro partido y el honor de sus integrantes", sugiriendo que sus aliados no están igualmente comprometidos con todos esos objetivos.

Allí también se confirmaba la convocatoria a internas para fines de noviembre y la disposición del radicalismo a sentarse a negociar candidaturas y futuras funciones "en un marco de recíproco respeto". Luego, De la Rúa aclaró por enésima vez que esto no incluía lo que se elegiría el 29 de noviembre. "Toda discusión por la fórmula no tiene sentido, la elegirá la gente en la interna", remarcó.

Pero, más allá de las diferencias, De la Rúa quería dejar atrás el conflicto. "Las últimas declaraciones mostrarían un cambio de actitud", insistía De la Rúa refiriéndose a los dichos de Alvarez y Fernández Meijide. Le preguntaron entonces si podía decirse que "la Alianza estaba en orden", reformulando una de las frases emblemáticas del alfonsinismo. "No sé, a ver doctor Alfonsín", le pasó el micrófono De la Rúa. "Felices Pascuas", fue el único comentario del ex presidente, aceptando la broma.


LA MAYORIA CREE EN LAS DENUNCIAS DE "CHACHO"

Los que gobiernan bajo sospecha


t.gif (862 bytes) El jefe del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Fernando de la Rúa, asegura que las críticas sobre corrupción que recibe de parte de sus socios del Frepaso son "electoralistas". El Frepaso dice que no puede mantenerse indiferente ante los hechos. Al margen --o en el medio-- de las peleas políticas la mayoría de los habitantes de la Capital Federal y

el conurbano bonaerense coincide con la postura del Frepaso. Por lo menos, cuando le preguntaron textualmente: "Como usted sabe, Chacho Alvarez acusó al gobierno porteño de Fernando de la Rúa de una corrupción sistemática, ¿usted está de acuerdo con lo dicho por Alvarez?", el 51,7 por ciento de los entrevistados respondió que "sí".

Los datos surgen de una encuesta realizada por la consultora Equis, que dirige el sociólogo Artemio López. Los entrevistados fueron 600 personas de ambos géneros mayores de 18 años de diferentes niveles socioeconómicos. El 51,7 por ciento de ellos aseguró estar de acuerdo con Alvarez y sólo el 20,7 por ciento no coincidió con él. Un 2,5 por ciento se mostró "indiferente" ante las acusaciones del Frepaso y el 25,1 por ciento fue incluido en el tradicional ítem "no sabe, no contesta". Si bien las diferencias no son significativas, las mujeres tienen un poco más de confianza hacia De la Rúa. El 24,1 por ciento de las señoras dijo que no acordaba con Alvarez. El 17,3 por ciento de hombres respondieron de esa manera. Quienes tienen entre 45 y 59 años fueron los más duros con el jefe de gobierno: el 62,7 por ciento afirmó que Alvarez tiene razón. Las posiciones se mantienen estables en función del ingreso, salvo entre los más pobres. Los que ganan hasta 500 "no saben/no contestan" en un 40 por ciento, están de acuerdo con el Frepaso en un 43,7 por ciento y en desacuerdo en un 14 por ciento. Quienes ganan entre 500 y más de dos mil pesos arrojan cifras parecidas: el 55,5 por ciento cree en Alvarez y el 23 por ciento no concuerda con él.


El pedido de investigación del Frepaso quedó stand-by

Los diputados frepasistas pidieron a De la Rúa que investigara la corrupción y dejaron de lado su pedido de formar una comisión.

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"La idea no es romper la sociedad, sino crear un nuevo escenario", explican los legisladores frepasistas.

Por Santiago Rodríguez

t.gif (862 bytes) Parece que el fin de semana sirvió para la reflexión", dicen los radicales. "La idea no es romper la sociedad, sino crear un nuevo escenario", explican los frepasistas. Sea por una u otra razón, lo cierto es que los socios de la Alianza comenzaron a desandar el camino de sus desencuentros en la Legislatura porteña. El acercamiento se produjo ante la decisión no avanzar con la creación de una comisión investigadora de los casos de corrupción en la comuna sin consenso del radicalismo, adoptada ayer por el bloque del Frepaso, que de todos modos exhortó públicamente a Fernando de la Rúa a "iniciar una pronta investigación administrativa" y advirtió sobre "la falta de iniciativa del Ejecutivo para dar a la sociedad señales inequívocas de transparencia".

Los legisladores porteños del Frepaso formularon la exhortación a De la Rúa por medio de una carta en la cual manifestaron su "honda preocupación" por las derivaciones del caso que involucra al ex escribano general del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Jorge Gómez, acusado de solicitar una coima para la habilitación de una fábrica. Hasta ahora Gómez es el único procesado por la Justicia a raíz de ese hecho, pero en el Frepaso se insiste en que el ex funcionario formaría parte de una red de corrupción que opera dentro de la administración porteña.

"Suscita nuestra alarma la posibilidad de que exista una red ilegal para la tramitación de gestiones y habilitaciones", sostiene la carta que el bloque del Frepaso remitió a De la Rúa, y lo exhorta a "iniciar una pronta investigación administrativa, que a la vez deslinde las responsabilidades de cada caso y le ponga coto a la sospecha generalizada que tanto daña la credibilidad de nuestras instituciones". Como complemento de esa carta, los frepasistas presentaron también un pedido de informes en la Legislatura para que el Ejecutivo brinde precisiones sobre las "irregularidades detectadas en la Escribanía General de la Ciudad".

La tensión entre el Frepaso y la UCR en la Legislatura alcanzó su pico máximo el viernes pasado, cuando los frepasistas anunciaron su decisión de crear una comisión investigadora de los casos de corrupción en la comuna. Los radicales manifestaron entonces su desacuerdo y durante todo el fin de semana repitieron que, "si siguen adelante, se acaba la convivencia".

Los legisladores del Frepaso tomaron nota de la advertencia y ayer resolvieron supeditar al consenso de sus socios la creación de esa comisión. "Esperamos que la UCR se persuada de su importancia", apuntó Abel Fatala. "Lo fundamental es que se haga una investigación a fondo y no pueden esperarse los tiempos de la Justicia para hacerla", agregó Aníbal Ibarra, quien subrayó que "en lo personal no creo en las comisiones investigadoras que no cuenten con un amplio acuerdo".

"El Frepaso tiene todo el derecho a mandarle una carta a De la Rúa", declaró la titular del bloque de legisladores radicales, Gabriela González Gass. Y añadió que "no tendremos problemas en acompañar el pedido de informes, como siempre lo hemos hecho, si esto reemplaza la comisión investigadora".

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