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Lluvia de balas de goma contra un motín en Olmos

Unos 1800 presos se amotinaron en Olmos para repudiar la intención de derogar el 2 por 1. Violenta represión y 28 heridos.

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t.gif (67 bytes)  Unos veinte reclusos heridos --dos de ellos de consideración-- y ocho guardiacárceles con lesiones de arma blanca, quemaduras y síntomas de asfixia fue el saldo del violento motín que se produjo ayer en la Unidad Penal de Olmos, a unos 20 kilómetros de La Plata. Unos 1800 presos --más de la mitad de la población del penal-- se plegaron a la protesta, que se inició en el pabellón 2, de máxima seguridad, en protesta por el proyecto para derogar la denominada ley del dos por uno, que beneficia a los detenidos con largos procesos de detención sin condena, presentado días atrás por el diputado Alberto Pierri. La represión fue durísima y, tras cuatro horas de enfrentamientos un grupo de choque del servicio Penitenciario Bonaerense logró retomar el control de la unidad.

La revuelta comenzó alrededor de las 10, cuando los reclusos advirtieron a los familiares que estaban de visita que se retiraran. El foco de la protesta se registró en el quinto piso, donde están alojados los detenidos reincidentes, pero rápidamente se propagó a casi todo el penal. Hubo gritos, corridas, y algunos comenzaron a quemar colchones, a medida que iban ganando el control sobre otros puntos del penal. Un grupo subió hasta la terraza del pabellón, con la intención de llegar hasta el tanque de agua, pero fue duramente reprimido por los guardias. Se supone que en esa acción hubo varios heridos.

Afuera, la incertidumbre de los familiares era total. Por algunas ventanas brotaban bocanadas de humo y por otras comenzaron a aparecer leyendas pintadas en sábanas, donde se reclamaba el respeto de la ley del 2 por 1, una norma que se aprobó después de una masiva protesta en todas las cárceles del país. La norma prevé el doble cómputo para las condenas cuando un detenido supera los dos años de detención sin condena, o su libertad cuando lleva más de tres años y medio de proceso. El miércoles pasado, el presidente de la Cámara de Diputados, Alberto Pierri, presentó un proyecto para su derogación. Ese mismo día, el ministro de Justicia y Seguridad bonaerense, León Arslanian, advirtió que la aprobación de esa propuesta podía derivar en una ola de motines.

El momento de mayor tensión se vivió cuando unos 30 amotinados tomaron como rehén a un suboficial del Servicio Penitenciario Bonaerense, el guardiacárcel Néstor Aguilera, quien sufrió un puntazo en la parte posterior del cuello. Una herida que no reviste gravedad. "Los amotinados no se ponían de acuerdo sobre el motivo de la propuesta, ni daban demasiadas explicaciones", relató después el titular del Servicio Penitenciario Bonaerense, Carlos Esteban Mazante.

Después de las 13.30, comenzaron a escucharse desde afuera gritos y decenas de detonaciones. Eran los grupos de choque del Servicio Penitenciario que irrumpieron en los pabellones tomados, disparando balas de goma, con la intención de recuperar el penal. A las 14.30, los efectivos retomaron el control de la unidad.

Durante toda la tarde, el Ministerio de Justicia y Seguridad y el Servicio Penitenciario bonaerense retacearon al máximo la información. Tampoco obtenían datos sobre lo que había pasado los cien familiares que se angustiaban en la puerta de la unidad, quienes decidieron pedir la intervención de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) de La Plata.

Después de las 20, el abogado Roberto Bugallo, de la APDH, logró ingresar a la unidad, donde ya estaba trabajando el juez en lo Criminal Sergio Almeida. Las autoridades del penal le informaron que los reclusos heridos eran unos veinte, dos de ellos de consideración, que fueron trasladados para su mejor atención a la Unidad Penal 22 de La Plata. En tanto, el juez Almeida se aprestaba a disponer el traslado de los cabecillas de la refriega hacia otras unidades penales.

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