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Aznar es más vasco que la ETA
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![]() "Hay que pasar de las palabras a los hechos", dijo desde Bilbao el portavoz de Aznar, Josep Piqué, quien advirtió que "no hay que precipitarse" respecto al anuncio de la ETA. Piqué reiteró la posición oficial según la cual no hay ningún gesto que el gobierno deba realizar hacia la ETA, porque primero deben ser los etarras los que deben demostrar que la tregua no es una movida política. Para ello, reza la postura del gobierno, es necesario que renuncien a las armas y se autodisuelvan. La posición de los socialistas, expresada por Almunia, es un tanto distinta. Estos pretenden que el gobierno reaccione de algún modo antes de las elecciones autonómicas del País Vasco, que se realizarán el 25 de octubre. "Las elecciones vascas son importantes, pero no son el pistoletazo de salida", precisó Almunia, quien afirmó que en caso de que la respuesta no se produzca, los socialistas "no se quedarán con los brazos cruzados". Una de las posibles respuestas que Almunia esbozó en la reunión es la autorización para que los presos etarras sean reubicados en cárceles del País Vasco, que constituye una de las reivindicaciones históricas de la ETA. Pero el PSOE también coincide con el gobierno en plantear dudas respecto al carácter de la tregua de la ETA. En ese sentido, critica la actitud de los partidos nacionalistas vascos y de la Izquierda Unida (IU), que firmaron junto al Herri Batasuna (HB, brazo político de la ETA) la Declaración de Lizarra que antecedió a la tregua unilateral. De este modo, dijo Almunia, no sólo están buscando ventajas partidistas ante los comicios próximos, sino que han "incumplido el compromiso" asumido en la Mesa de Ajuria Enea, establecida en 1988 entre todos los partidos democráticos españoles, que exige como condición para cualquier diálogo de paz que los etarras se comprometan a dejar las armas definitivamente. El Partido Nacionalista Vasco (PNV), el Eusko Alkartasuna (EA) y la IU deben explicar su actitud de "hablar de temas políticos sin que la amenaza violenta desaparezca". "La ETA ha tomado la decisión de dejar la lucha armada",
respondió tajantemente el lehendakari (presidente del gobierno autónomo vasco) José
Antonio Ardanza. La organización separatista vasca "era muy consciente de que se
sentía cada vez más marginada, más aislada y más rechazada por la sociedad
vasca", explicó Ardanza desde Bruselas, y señaló que en este proceso fue "un
hito fundamental" el asesinato del concejal del Partido Popular (PP) Miguel Angel
Blanco, que provocó numerosas manifestaciones de repudio dentro y fuera del País Vasco.
"ETA ha llegado a la convicción de que en democracia es mucho más eficaz luchar
mediante la palabra", agregó Ardanza, pero en Madrid no todos parecen convencidos de
esto. |