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La mujer más rápida del mundo se murió del corazón

Florence Griffith-Joyner, recordwoman de 100 y 200 llanos, murió a los 38 años. Estaba retirada desde hace una década. Sospechas de secuelas de dopaje.

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Toda la plasticidad de Flo-Jo en su apogeo de Seúl'88


t.gif (67 bytes)  La atleta estadounidense Florence Griffith-Joyner, la mujer más rápida del mundo, plusmarquista mundial de 100 y 200 metros llanos, falleció ayer en Mission Viejo, California, a los 38 años y víctima de una afección coronaria. Estaba retirada de la actividad atlética desde 1989.

Florence Griffith-Joyner, conocida popularmente como Flo-Jo, tuvo su momento de máxima gloria durante el desarrollo de los Juegos Olímpicos de Seúl, en 1988, hace una década. En aquellos Juegos, Griffith, una morena de 1,70 de altura y 59 kilos de peso, conquistó el record olímpico con 10.49 en 100 llanos, con lo que igualaba su record mundial obtenido meses antes en la preselección estadounidense. También obtuvo entonces la medalla de los 200 metros llanos con record del mundo en 21.34 y participó en la posta 4 por 100 junto a Brown, Echols y Ashford. Dos meses después, sorpresivamente, se retiró. Se dedicó a diseñar ropa y a programas de enseñanza de la educación física para niños.

El itinerario espectacular de Flo-Jo --que había sido medalla de plata en los 200 en Los Angeles '84-- se convirtió en rush impresionante a partir de 1987, cuando conoció y se casó con el campeón olímpico de salto triple en Los Angeles, Alfred A. Joyner, hermano de la recordwoman olímpica de Heptatlón Jackie Joyner. Florence comenzó a entrenar con su marido y enseguida se vieron los extraordinarios resultados.

Simultáneamente, Flo-Jo se destacó entre sus colegas por ciertos detalles que la hicieron inconfundible: los atrevidos y coloridos bodies que usaba para competir, que se distinguían por cubrir una sola pierna mientras la otra quedaba desnuda, y las uñas extremadamente largas y pintadas creativamente. Estos detalles, más la extraordinaria plasticidad de su marcha, la hicieron inolvidable.

No bien se conoció el deceso comenzaron a surgir fuertes conjeturas con respecto a la posibilidad de que esta afección --de la cual había tenido un aviso en 1996-- fuera secuela del uso (nunca probado en su caso) de esteroides anabolizantes. Carl Lewis fue uno de los principales acusadores en su momento. Siempre resultó sospechoso su intempestivo retiro después del escándalo de Ben Johnson, el otro campeón de Seúl que fue encontrado culpable de dopping y suspendido.

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