Quizá
sea por las peleas de la Alianza, quizá porque el programa de autosustentación
financiera para los municipios que estaba anunciando lo llena de orgullo, quizá por
cualquier otra cosa, pero ayer Carlos Corach estaba exultante. Tanto que en su discurso
durante la firma del convenio decidió recurrir a lo más sagrado de su memoria. "Por
eso, señor Presidente --concluyó envalentonado--, permítame que, parafraseando parte de
alguna de las consignas de las épocas más felices de la Argentina, diga: Menem
cumple."
Quizá
sea por las peleas de la Alianza, quizá porque el programa de autosustentación
financiera para los municipios que estaba anunciando lo llena de orgullo, quizá por
cualquier otra cosa, pero ayer Carlos Corach estaba exultante. Tanto que en su discurso
durante la firma del convenio decidió recurrir a lo más sagrado de su memoria. "Por
eso, señor Presidente --concluyó envalentonado--, permítame que, parafraseando parte de
alguna de las consignas de las épocas más felices de la Argentina, diga: Menem
cumple."