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Los mercados tuvieron ayer un día de gloria. Alentadas por la posibilidad cada vez más firme de que la Reserva Federal (banca central estadounidense) ajuste para abajo la tasa de interés de corto plazo, las acciones líderes subieron 8,2 por ciento. Y los bonos registraron alzas de hasta 6,5 por ciento, como en el caso del Global 2017. La ola alcista se extendió al resto de la región: San Pablo trepó 11 por ciento; México, 9,1, y Chile, 8,6. Wall Street no se quedó atrás: avanzó 3,1 por ciento. Pese a esa importante mejora, analistas consultados por Página/12 prefirieron mostrarse cautos. No sería la primera vez, en medio de la crisis, que a jornadas de euforia le suceden otras de pánico si es que las expectativas no se reflejan en la realidad. El presidente de la Fed, Alan Greenspan, volvió a demostrar que la suya es la voz más influyente entre los financistas internacionales. Las fuertes alzas de ayer se explican porque durante su discurso ante senadores norteamericanos dejó entrever la posibilidad de que la Fed reduzca la tasa de corto en la reunión del martes próximo. Y justificó esa necesidad afirmando que las nubes de tormenta se están acercando a los Estados Unidos. Estamos comenzando a sentir las gotas de lluvia. No bien las palabras de Greenspan llegaron a la city, confirmando una versión aparecida por la mañana en la portada en The Washington Post, los papeles empresarios recorrieron un camino ascendente. El entusiasmo se reflejó en el monto de los negocios: 49,8 millones de pesos, más del doble que en la rueda anterior. El Banco de Galicia tuvo el mejor recorrido al subir 18 por ciento. Le siguieron el Río, con un alza del 16 por ciento, Pérez Companc, con un 13 e IRSA, con un 11. A su vez, los bonos Brady treparon entre 3,1 y 3,8 por ciento, los Globales entre 5,8 y 6,5; y los Bocon entre 2,5 y 6,4. Un operador de la city remarcó a este diario que, después de varios meses, ayer reaparecieron inversores internacionales en la plaza. En lo que va del mes, el índice de acciones líderes MerVal subió 11,3 por ciento. Y 21,3 % el Burcap, que reúne a las compañías más grandes. Un importante broker extranjero comentó a Página/12 que a este repunte no significa un cambio de tendencia. Todavía faltan cinco días para la reunión de la Fed. Demasiado tiempo. Los mercados están demasiado sensibilizados y, por ahora, se mueven al compás de las palabras y las promesas, señaló. En su evaluación, Greenspan consideró que la crisis ha actuado con más virulencia en el último mes. Y que las turbulencias podrían afectar la marcha de la economía estadounidense. Sin el peligro de un rebrote inflacionario, el banquero dio a entender que una rebaja en las tasas de corto evitaría un freno de la economía de su país. Los problemas financieros del mundo están lejos de haber terminado. Los dirigentes de la política económica deben ser sensibles a la crisis porque hay pocas evidencias que sugieran que el contagio ha aminorado, enfatizó el banquero en Washington. Con tasas de interés más bajas, Estados Unidos reafirmará su posición como motor de la economía mundial. Además, desalentaría el fly to quality (vuelo hacia la calidad) de los financistas, en favor de los activos de los países emergentes. Con todo, los inversores siguen sosteniendo que la clave en la evolución de la crisis la tiene Brasil. Con las fichas puestas en lo que sucederá tras las elecciones del próximo 4 de octubre, creen que sólo un paquete de auxilio financiero y la aplicación de un severo ajuste fiscal podrían mostrar el camino de salida de la crisis.
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