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SE VIENE LA DAVIS ANTE ESLOVAQUIA
“Puede ser hazaña”

Es lo que opina Daniel García, el capitán argentino. “Eslovaquia tiene el 60 por ciento de chances, nosotros el 40.” Hoy, sorteo.

Franco Squillari, primer singlista argentino.
“Ser locales será fundamental”, dijo el 53º del ranking.

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Por Juan Ignacio Ceballos

t.gif (67 bytes) No se tratará de un partido más de Copa Davis para Argentina. Ni siquiera se lo podrá comparar con los dos matches previos por la Reclasificación al Grupo Mundial que disputó el equipo nacional (derrotas por 4-1 ante Hungría, en 1993, y 3-2 frente a México, en 1996) desde 1992, cuando se descendió a la Zona Americana de la Davis. Este enfrentamiento ante Eslovaquia, que comenzará mañana en el Buenos Aires Lawn Tennis Club, será diferente a todo lo vivido por el tenis nacional en esta década. Tres son las razones: 1) Porque, por primera vez en trece años, Argentina jugará esta instancia como local. 2) Porque, desde que en 1988 Estados Unidos trajo aquí a André Agassi y John McEnroe, Argentina jamás enfrentó en Buenos Aires a un rival con dos singlistas del nivel de Karol Kucera (6 en el ranking mundial) y Dominik Hrbaty (40), quienes mañana enfrentarán en la apertura a Hernán Gumy (113) y Franco Squillari (53), respectivamente. 3) Y porque, más allá del rival, hacía tiempo que un equipo argentino no mostraba una cohesión, un nivel de juego alto y parejo, y una mística copera como ocurre con este conjunto, formado además por Lucas Arnold y Luis Lobo –quienes jugarán el dobles–, y capitaneado por Daniel García.
El cruce, entonces, promete momentos de alto voltaje y una marcada paridad. Tanto como para que las chances estén repartidas “sesenta por ciento para ellos, y cuarenta para nosotros. En cada punto Eslovaquia tiene una leve ventaja, pero no más”, dice García, apostando a un pronóstico tan realista como interesado, con una sola intención: quitarles presión a sus jugadores. “La serie será muy dura, pero la podemos ganar. Vamos a tener que batallar mucho, pero no cargamos con la responsabilidad de ser favoritos. Ellos tienen mejor ranking, dos jugadores muy buenos, que llegan mejor, con Kucera en un nivel altísimo, y deben evitar el descenso. Nosotros jugamos para subir, tranquilos. Si ganamos, será un poco hazaña...”
Este equipo argentino, sus mismos jugadores, se han autocargado con la responsabilidad y la obligación de triunfar. Para ascender y para cerrar un ciclo de muchos padecimientos (mala suerte en los sorteos, derrotas inexplicables) desde que hace dos años García asumió la conducción.
Tampoco es cierto que Eslovaquia, capitaneada por el mítico Miroslav Mecir, sea el gran favorito. Porque a los pergaminos de Kucera (dos títulos, Sydney y New Haven y victorias sobre Sampras, Moya, Korda, Ríos y Agassi, todo en 1998) y al poder joven del veinteañero Hrbaty, Argentina le opondrá otros aspectos: la localía, una superficie extremadamente lenta –“más que en otras ocasiones”, según los cancheros del Buenos Aires–, pelotas duras y pesadas -.Slazenger, las mismas que se usaron en los últimos tres partidos– y el público. “La gente es un jugadorcito más.” Con las entradas agotadas y una recaudación de 180.000 dólares, Gumy, Squillari y Lobo-Arnold irán en busca de “la hazaña” de la que hablaba García. Aunque para ellos, en lo íntimo, se tratará de una “confirmación”.

 

Squillari lidera el optimismo
Por J.I.C.

Hace ocho años, un lunes de abril de 1990 –rata al colegio mediante–, Franco Squillari vivió en el Buenos Aires uno de los momentos de su vida que más recuerda: la victoria épica de la Argentina sobre Alemania por la Copa Davis. Ahora, el hincha devenido en 53 del ranking buscará repetir aquella historia. En la misma competencia. En el mismo escenario. Pero liderando al equipo nacional desde dentro de la cancha ... “Eslovaquia no es favorita, y éste será un partido parejo. Jugando acá, nuestras chances aumentan mucho. Ser locales es lo mejor que nos podía pasar. Sabemos que van a ser batallas durísimas, de cinco o seis horas, pero estamos preparados.” En el sorteo que se realizará hoy en el Marriott Plaza Hotel, a las 12.30, quedará determinado el orden de los singles de mañana. Aunque, para enfrentar a Dominik Hrbaty, Squillari no tiene preferencias. “Me da lo mismo. Esto es la Davis y no hay favoritos. Contra él ya jugué este año -perdió 7-5, 6-4 en Bolonia– y lo conozco bien: entra a la cancha, prende el automático y le pega a todas. Pero cuando se desconcentra ...” Zurdo, con un drive “de top-ten” según Franco Davin, Squillari vive en 1998 su mejor temporada. Y aun cuando sus últimos resultados no fueron buenos, él no se preocupa: “Estoy en el mejor momento para jugar la Davis. No tenístico, pero sí mental. Ya nos sentimos en el Grupo Mundial, queremos ascender y estamos en un 100 por ciento listos para lograrlo”.


“Kucera está baqueteado”
Por J.I.C.

Una gruesa venda sobre su rodilla izquierda confirmó lo que muchos suponían: Karol Kucera tiene molestias físicas. Por eso no se entrenó el martes por la mañana, y también por eso ayer casi no corrió durante el entrenamiento. “El arrastra un problema crónico en esa zona desde hace dos años y el vendaje es por precaución, pero no está lesionado”, afirmó Roman Fano, médico del equipo eslovaco. “No me duele la rodilla, sólo me vendo cada vez que cambio de superficie”, manifestó el mismo Kucera. Algunos datos lo desmienten: el número 6 del mundo terminó mal físicamente el US Open, desde el lunes que no entrena fuerte y quizás esté pagando el precio por la grosera suma de 67 partidos y 23 torneos disputados en 1998. Como lo definió un allegado al equipo argentino, “Kucera está baqueteado”.

 

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