|
Tal como hace tres años ocurrió con las justificaciones que se le dieron al desempleo, ahora los extranjeros empiezan a ser blanco de la avanzada oficial hacia la mano dura propuesta por el presidente Carlos Menem. Ayer, el jefe de la Policía Federal, Pablo Baltazar García, dijo que los extranjeros acusados de un delito deberían ser deportados a sus países, aun si aquí tienen un proceso judicial abierto. Vienen a delinquir a nuestro país, acusó el jefe policial en apoyo al paquete de medidas que prepara el Gobierno. Mientras tanto, el secretario de Seguridad, Miguel Angel Toma, aprovechó ayer su programada visita a la comisión bicameral de seguimiento de los organismos de defensa interior para dar impulso a los proyectos del Ejecutivo. Necesitamos que no los dilaten, que esto sea rápido, pidió Toma a los legisladores. El ministro de Justicia, Raúl Granillo Ocampo, anunció que las reformas ingresarán en el Congreso en 15 o 20 días. En un crecimiento ininterrumpido de la idea lanzada por el presidente Menem hace dos semanas, cuando pidió tolerancia cero y mano dura, ahora el Gobierno tiene casi cerrado un paquete de modificaciones al Código Penal y la Ley de Inmigración. Ayer, el ministro de Justicia, Raúl Granillo Ocampo, dio precisiones y abrió el paraguas: De ninguna manera el endurecimiento puede traducirse como gatillo fácil. En el mismo tono, Toma se ocupó de aclarar, en lenguaje castrense, que no adhiere a una neodoctrina de la seguridad nacional, en referencia a algunos que querrían instalar a las Fuerzas Armadas como elementos destinados a reprimir las nuevas formas de amenazas. La visita de Toma, acompañado por el viceministro del Interior, Jorge Matzkin, tuvo como motivo preacordado la explicación sobre la actuación de la Federal en la represión durante el escrache organizado por la organización HIJOS de desaparecidos al ex torturador Miguel Etchecolatz. Por eso llevó bajo el brazo los videos, tomados de las coberturas televisivas, donde señalaron a grupos a la retaguardia de la manifestación sin vinculaciones a la protesta, como originadores de los disturbios. Sin embargo, la importancia de la reunión era dejar planteado a nivel legislativo la velocidad con que deben hacerse los próximos cambios, y seguir a la delantera a las propuestas aliancistas para resolver el problema fetiche del momento. A partir de la reforma al Código Penal, se endurecerán las penas a los reincidentes, se reducirá el beneficio de la excarcelación y se creará la figura de la conspiración delictiva. Un delito será excarcelable sólo cuando la pena sea menor a dos años, y no tres como en la actualidad. La conspiración sería una vuelta a los edictos que le daban a la policía atribuciones para detener a cualquiera que tilde de sospechoso. También pretenden convertir la contravención que sanciona la portación de armas civiles calibre 22 o 32 en un delito. Los extranjeros llevan la peor parte. Podrán ser deportados aun si tienen una causa abierta en la Argentina. Según explicó ayer Baltazar García, la deportación es una medida que se toma en todo el mundo. A pesar de que la fuerza insiste en que no dispone de estadísticas, Toma exageró ayer ante senadores y diputados que el 65 por ciento de los delitos los cometen extranjeros ilegales. En cuanto a los plazos, el radical Mario Losada pidió que se realice una audiencia pública antes de la sanción de cualquier reforma. Ellos dijeron enseguida que no, quieren que esto salga cuanto antes, le dijo ayer a este diario.
FALLO POR EL CODIGO DE CONVIVENCIA La jueza
en lo civil Silvia Díaz rechazó un pedido para que sea declarado inconstitucional el
Código de Convivencia porteño, en especial el artículo que se refiere a la oferta de
sexo callejero. En el fallo, la jueza reiteró que el ejercicio de la prostitución en la
vía pública no se encuentra penado en tanto no se realicen las conductas sancionadas por
la normativa contravencional.
SE HICIERON EXTRACCIONES CON SU TARJETA
BANCARIA Sigue
creciendo el misterio en torno a la desaparición de Ricardo Concepción, el hijo del
economista radical que se esfumó hace ocho días. Fuentes cercanas a la investigación
señalaron a Página/12 que detrás de su misteriosa desaparición habría un
problema de dinero con los fondos que administraba en la Federación Universitaria de
Buenos Aires (FUBA). Pero su titular, Rodrigo Mazzini, desmintió esa versión y
aseguró que no falta plata de la FUBA. En tanto, la policía sigue la pista
de dos extracciones de dinero del cajero de un banco de Tucumán, una de ellas desde un
supermercado, de donde fueron retirados 700 pesos con una tarjeta Banelco a su nombre, el
domingo pasado. En las últimas 48 horas se habrían recibido cuatro llamadas anónimas
pidiendo dinero por un rescate.
|