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![]() Desde el lunes los hoteles repartían a los turistas impresos con el alerta y la invitación de evacuar. Los argentinos que visitaban la zona costera se alojaron en hoteles continentales, mientras que otro grupo dispuesto a huir de la zona debió refugiarse en la sede de emergencia abierta por el consulado en el aeropuerto. "A todos nos llegaron volantes --cuenta Fernanda-- con las indicaciones". A partir de entonces quienes quisieran sobrevivir debían tener en cuenta serios requisitos. En tiempos huracanados se cortan los servicios de agua y energía. En la costa de Florida las cocinas funcionan a corriente eléctrica, por lo tanto sin luz, la opción fue abarrotarse en busca de productos elaborados. Erwin Pérez quedó encerrado. Hace 48 horas no abandona el edificio del Miami Herald. Aunque con más calma porque el peor momento del huracán pasó, todavía no puede abandonar la sede del diario. Hasta ayer ninguno de sus colegas sabía si la estadía allí equivalía a la salida de la edición. "Si el huracán hubiese pasado hoy (por ayer) el diario no salía". Como los periodistas gráficos, los dos canales de tevé más importantes hicieron guardia y mantuvieron el aire durante 24 horas. "La gente corrió a comprar toneles de agua, comida y nafta", apunta el chileno Erwin. Por si la debacle se prolongaba el combustible era necesario para abastecer autos. Esos coches en el entretanto pasearon la costa marítima trasladando maderas y buscando cajeros automáticos sin cola para retirar dinero. "Informaron que podía haber problemas con los cajeros --recuenta-- y se necesitaba tener efectivo por cualquier contrariedad". Ventanas acostumbradas a la trasparencia de los cristales fueron, literalmente, tapiadas por sus moradores que durante dos días las emparcharon con maderas y chapones. "Papá, parece sábado hoy". El hijo de uno de los cónsules de la sede diplomática argentina no entendía el tedio de Miami después de la tormenta. Ayer por la tarde todo permanecía cerrado. Sólo algunas oficinas costeras --incluido el consulado-- volvieron a reabrir. El periplo de los funcionarios fue similar al de los turistas. Optaron por dejar la zona costera y alojarse en habitaciones de hoteles en el continente. Ahora tramitan el regreso de argentinos varados en Miami que llegarán mañana: un día después del contingente de 133 de turistas argentinos que arribaron a Ezeiza por la compañía Staff después de haber sufrido la tragedia en Dominicana. Anoche se esperaba otro grupo trasladado también desde Punta Cana por Aerolíneas Argentinas. Los familiares en tanto desesperan mientras aguardan la llegada. Fueron unas 400 las consultas telefónicas que recibió en estos días el ministerio del Exterior pidiendo por paraderos de familiares en las zonas afectadas por "George".
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