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La película El viento se llevó lo que, del argentino Alejandro Agresti protagonizada por la española Angela Molina y el francés Jean Rochefort cerró ayer con muy buena repercusión la competencia oficial del 46º Festival de Cine de San Sebastián, incorporándose, según la impresión unánime de los críticos, al grupo de candidatas firmes al premio principal. El viento se llevó lo que, que fue muy aplaudida en la función de prensa, relata la historia de una joven que en los 70 abandona Buenos Aires rumbo al sur y se detiene en un pueblito de la Patagonia completamente aislado del resto del mundo. Los habitantes del pueblo tienen un solo cine, en que sólo dan films antiguos pero con los rollos desordenados, por lo que ven películas que no existen, incongruentes y entremezcladas. Los habitantes mantienen conversaciones incoherentes con frases extraídas de los films, su único punto de contacto con el mundo exterior. El pueblito del film es una alegoría de Argentina que oscila entre el documental y la realidad, explicó ayer el cineasta, que lucía más que contento en su encuentro con la prensa española. Los premios serán anunciados hoy por el jurado y las otras favoritas son Your Friends and Neighbours, del estadounidense Neil LaBute, A la place du coeur, del francés Robert Guédiguuien, y Barrio, del español Fernando León. La competencia incluye 13 films y Agresti confesó que tiene esperanzas de ganar un premio importante. Yo he sido jurado y puedo dar fe de que el hecho de que tu película sea exhibida hacia el final de la competencia siempre ayuda, dijo por la tarde. Según Agresti, la idea de esta película se le ocurrió en parte cuando un día vio, en una filmoteca, la película de un amigo que tenía los rollos cambiados. Más tarde volvió a verla en televisión y le decepcionó, pues le había gustado más la primera versión. Por otro lado quería hacer un comentario sobre la situación hoy en día, en que parece que gobierna la fragmentación de la información. Una lectura posible es que la película trata acerca de cómo nos llega (la información) a nosotros en la Argentina, a ese lugar tan lejano. Nos llega la información cortada y la que nos quieren hacer llegar. Protagonizada además por los argentinos Vera Fogwill, Fabián Vena y Ulises Dumont, así como por numerosas personas del pueblo donde se rodó la película, Río Pico, El viento se llevó lo que reúne a una peculiar mezcla de personajes. Estos son un inventor que siempre llega tarde con sus invenciones (Dumont), una mujer (Molina) olvidada allí por un hombre y una chica de Buenos Aires (Fogwill) que se enamora del crítico de cine (Vena) del lugar, fanático del actor Edgar Wexley (Rochefort). Ayer, cuando en la mitad de la historia el viejo actor que anima Rochefort pregunta sobre el personaje de Vena ¿Este es el crítico de cine del pueblo? y se responde a sí mismo Veo que el problema es universal..., brotaron espontáneos aplausos de los periodistas acreditados, muchos de los cuales elogiaron luego la poesía y la belleza de las imágenes que vieron. Agresti contó luego que una vez cuando era chico se hizo varias veces la rabona para asistir al cine y ver el film francés Alto, rubio, con un zapato negro, donde trabajaba Rochefort, como partenaire del cómico Pierre Richard. Dirigirlo fue cumplir un sueño del pibe, agregó. El director de Buenos Aires viceversa y El amor es una mujer gorda, que recibió el premio de Nuevos Realizadores en el certamen de San Sebastián en 1987, es también autor del guión. Molina contó que tras leerlo casi le pedí por favor que me llevara con él. Molina, que anteriormente ya había trabajado en la Patagonia a las órdenes del argentino Ciro Capellari (Sin querer), se deshizo ayer en elogios hacia Agresti. Para mí esta película es un homenaje al cine. Hacía tiempo que no me sorprendía. Agresti es una bendición para el cine, afirmó la bella protagonista de Ese oscuro objeto del deseo. de Luis Buñuel y Carne trémula, de Pedro Almodóvar, entre docenas de films.
SNAKE EYES, DE BRIAN DE PALMA Por Mercedes Cerviño desde San
Sebastián
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