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EL SISTEMA DE CAPITALIZACION PERDIO 13,3 POR CIENTO EN UN AÑO
Jubilaciones desfondadas

Las carteras más conservadoras, como la del Nación, fueron las menos afectadas. Ahora las AFJP apuestan a títulos públicos.

La AFJP del Nación fue la que menos perdió en el último año.
Su cartera de inversiones tuvo un rendimiento negativo del 10,1 por ciento.

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t.gif (67 bytes)  El resultado promedio anual de las colocaciones de las administradoras de fondos de jubilaciones y pensiones sería, en setiembre, negativo en un 13,34 por ciento, de acuerdo a las primeras proyecciones del sector. La malaria no hizo demasiados distingos: ninguna de las AFJP que operan en el sistema habría sufrido quebrantos superiores en más de dos puntos al promedio del sistema, mientras que aun la de mejor rendimiento relativo en el período, AFJP Nación, habría arrojado pérdidas del 10,12 por ciento. Después de haber atravesado por la mala experiencia de la debacle bursátil, las administradoras buscarán en adelante jugar sobre seguro: sus gerentes de inversiones anticipan que "privilegiarán" la compra de títulos públicos de renta fija para su rescate al vencimiento, sin quedar esclavos de los humores del mercado.

El 20 por ciento de las carteras está compuesto por acciones, franja de operaciones que más sufrió las consecuencias de la crisis financiera y, en consecuencia, la que más castiga los resultados de las AFJP. Setiembre del año pasado había sido el último mes de alto rendimiento de las carteras previo a la crisis de Hong Kong, según recordó el gerente de inversión de una de las administradoras líderes, lo cual hace que los malos resultados del corriente mes se amplifiquen, al ser comparados con un pico luego del cual comenzó el deterioro. Vale tomar en cuenta que el índice MerVal (cotización de acciones líderes en la Bolsa de Buenos Aires) descendió más de un 50 por ciento en los últimos doce meses. De cada 100 pesos que le descuentan al trabajador, no menos de 27 son absorbidos por la AFJP en concepto de comisión. En el último año, además, las colocaciones de los 73 pesos restantes tuvieron rentabilidad negativa.

A partir de una serie de medidas adoptadas por la superintendencia de AFJP en agosto, las administradoras tienden a buscar una cartera más conservadora. Las nuevas disposiciones permiten tomar mayor posición en activos de renta fija. "Tal vez sean necesarias algunas crisis más para entender que deberíamos contar con portafolios menos riesgosos", señaló Marcelo Busto, gerente general de Nación AFJP. La administradora del mayor banco oficial está, usualmente, entre las de menor rendimiento en épocas de auge. Pero en medio de la crisis demostró que también es la que menos pierde.

Con las nuevas disposiciones, los ejecutivos de inversiones de las AFJP afirman que los bonos de renta fija serán, de ahora en más, los privilegiados en las respectivas carteras. La superintendencia extendió al 30 por ciento --antes, 25-- la proporción de inversiones que las entidades podrán destinar a compra de títulos públicos "a finish". Esto es, su compra con el fin de cobrar los cupones de renta y amortización hasta su rescate final, sin depender de las fluctuaciones del mercado.

 

Japón bate records

Japan Leasing Corporation, una importante entidad no bancaria de Tokio, se presentó en convocatoria al declararse insolvente para honrar compromisos por 16.100 millones de dólares, convirtiéndose en la mayor bancarrota en la historia del país. El primer ministro Keizo Obuchi, en tanto, aseguró haber llegado a un "acuerdo definitivo" con la oposición sobre la legislación para rescatar al sistema bancario, que no incluiría la recapitalización de instituciones con fondos públicos, pero accedería en cambio a la nacionalización del Long Term Credit Bank para su posterior reventa. Japan Leasing Corp. era una de las tres empresas no bancarias vinculadas al anterior, y su concurso superó, en monto de endeudamiento impago, al Yamaichi Securities --colapsado en noviembre de 1997-- en 200 mil millones de yenes.

 


 

REMODELACIONES PARA ASEMEJARLOS A UN SHOPPING
Cambio de cara en free shops

Por Claudio Zlotnik

t.gif (862 bytes) En los próximos meses les van a cambiar la cara a los duty free shops de los aeropuertos. Interbaires, la empresa licenciataria de las tiendas libres que está en manos de The Exxel Group, tiene planeado convertirlas en lo más parecido a un shopping center: se remodelarán los locales y se pondrán en oferta productos nacionales característicos, como dulces, cueros y alfajores. La idea es que estos artículos compartan cartel con los de marca mundial afamada. En 1997, Interbaires facturó 1000 millones de dólares, el cinco por ciento de lo que en el mundo mueve, en promedio, el negocio de las tiendas libres.

Para concretar estos proyectos, Interbaires está negociando con varias compañías de renombre internacional. Cartier, Hermes, Calvin Klein, Gucci y Swiss Army son algunas de las marcas que tendrán stands propios en los free shops. La negociación es más compleja de lo que podría suponerse. Por un lado, la licenciataria busca conseguir el mejor precio posible. Sabe que, con el auge de los shoppings centers, su mayor competidor ya no está en los free shops de los aeropuertos de otros países sino en el mercado local. "Antes, el negocio de las tiendas libres pasaba por ofrecer variedad y precios más bajos. Pero ahora, en los hipermercados y en los shoppings se encuentra de todo. Y la pelea entre ellos por los precios es muy grande. Tenemos que cambiar para no perder mercado", graficó a Página/12 un directivo de Interbaires.

Pero además, la compañía que durante años se atribuyó a Alfredo Yabrán y que en diciembre del '97 pasó a manos del Exxel, debe lidiar con las condiciones que le piden sus proveedores, especialmente con aquellos que son más poderosos, para montar su stand en el free shop. "En la Argentina facturamos seis millones de dólares anuales. Vender por un millón en el duty free no nos cambia las cuentas. Si accedemos a entrar es para brindarles más servicios a nuestros clientes. Pero siempre y cuando contemos con un amplio espacio preferencial y podamos instalar nuestros propios muebles. En Brasil, por ejemplo, no cumplieron el pacto y nos retiramos", confió a este diario Olivier Arzel, director general de Cartier en el país. Es la primera vez que Cartier expondrá sus productos en los free shops argentinos. "Antes de que Exxel se hiciera cargo de Interbaires, era imposible llegar a un acuerdo. Los anteriores responsables no entendían este negocio", comentó Arzel.

También es cierto que algunas marcas de renombre se valen de los freeshops para testear la aceptación de un producto, antes de lanzarlo en forma masiva. Fueron los casos del perfume "212", de Carolina Herrera, y de la fragancia "Jungle" que, tras fracasar en los duty, nunca llegó a los locales tradicionales.

El fuerte de los free shops son los perfumes y los cosméticos. Entre ambos se llevan entre el 60 y el 65 por ciento de la facturación. En un escalón más abajo figuran las bebidas y los cigarrillos. El ranking tiene su explicación: eximidos de impuestos, los perfumes y los cosméticos le cuestan al público un 40 por ciento más barato que en los comercios tradicionales. En las bebidas, la diferencia es de entre 20 y 30 por ciento. Y los cigarrillos importados tienen un precio similar a los nacionales. Por su parte, los artículos de lujo, como los relojes de primera marca, se encuentran a un valor 20 a 25 por ciento más bajo.

Para extender el negocio y añadirle valor agregado, Interbaires se propone mejorar el servicio a los clientes y el aspecto de los locales. Y ampliarán el menú de ofertas. Productos como el dulce de leche, las prendas de cuero, los alfajores y los dulces también dispondrán de espacio en el shopping de preembarque. "Este negocio cambió. Ya no sirve pensarlo exclusivamente como una atracción para el pasajero de alto poder adquisitivo, porque en los últimos años se sumaron los viajeros de clase media. Por eso ahora debemos tener en cuenta a ese potencial cliente, ofreciéndole productos más accesibles para su bolsillo, en los que esté dispuesto a gastar", contó la fuente de Exxel.

Justamente, para incentivar sus ventas, Interbaires planea, por un lado, incorporar una serie de promociones inhallables en el mercado interno. Y, por el otro, formar un club de compras mediante el cual se buscará ganar la fidelidad de los clientes a través de un programa de premios.

El Huracán Georges AFJP
Por Julio Nudler

Quienes se fueron del sistema jubilatorio de reparto al de capitalización prefirieron desconfiar de los financistas privados antes que seguir desconfiando de los políticos y de los funcionarios públicos. Pero, al final de cuentas, la mudanza que emprendieron fue más aparente que real, porque buena parte del dinero que les confían a las AFJP es dado en préstamo por éstas al propio Estado. Visto en su efectivo funcionamiento, el sistema encierra una gran cuota de absurdo.

Con la reforma previsional de 1994, el fisco renunció al aporte salarial de los trabajadores. Pero como debe seguir pagándoles los haberes a los jubilados, se encontró con una Seguridad Social desfinanciada. Los asalariados, entretanto, reencaminaron hacia las administradoras su contribución, asumiendo nuevos costos. Uno concreto, que son las comisiones. Otro imprevisible, que es el riesgo de los activos financieros comprados con su dinero.

El balance para el Estado es un poco tonto. Perdió un recurso tributario (el aporte jubilatorio es como un impuesto al salario), dejando que lo recauden unos administradores privados, que suelen ser apéndices de bancos y aseguradoras, en general extranjeros. Estos se quedan con un tercio, aproximadamente, de esa plata, y el resto lo invierten. De ese resto, la mitad va a títulos públicos. Vale decir que se lo prestan al fisco, que debe pagarles una renta por esa financiación.

Claramente, el Estado perdió: antes recibía sin costo esos fondos. Ahora, para acceder a sólo una fracción de ellos --que él mismo recauda-- debe pagar. ¿Ganaron los trabajadores? No precisamente. De entrada pierden un tercio de su aporte, que es dinero que no va a las cuentas individuales de capitalización. Con los dos tercios restantes quedan expuestos al primer huracán Georges que sople por las bolsas. En septiembre, por ejemplo, la pérdida promedio superaría el 13 por ciento. De hecho, los aportantes están cada vez más lejos de tener en sus cuentas simplemente el dinero que han venido poniendo mes a mes.

Mientras tanto, el Ministerio de Economía quiere asegurarse crecientes inversiones de las AFJP en papeles públicos, para poder cerrar así la financiación del déficit, lo que volverá a suceder año tras año. De este modo, el riesgo soberano (estatal) impregna al sistema jubilatorio privado, sin contar con que los futuros jubilados de las administradoras recibirán del Estado parte de su haber (la PBU). A todo esto, ¿quién ganó con la reforma? Obviamente, los bancos y las compañías de seguros que hacen el negocio.

 

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