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La industria de los pilotos
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Por Patricia Chaina Los pilotos
están de moda: un promedio de 20 propuestas para programas y alrededor de cuarenta
guiones llegan mensualmente a las oficinas de producción de los canales capitalinos de
aire, según cifras de sus gerentes de programación. Un cinco por ciento de ellos logra
entrar en las reuniones donde se decide la grilla de programación. Y un mínimo de ese
porcentaje accede a la pantalla. Frente a ese esquema, la actriz Dorys del Valle lleva
adelante un proyecto de exhibición de las propuestas nunca concretadas --para lo que
está recibiendo copias de video en Dorrego 1940--, y Emilio Cartoy Díaz hará un ciclo
de proyección de pilotos durante el próximo mes, en TEA Imagen. Sobre esta suerte de
nuevo género, el de una sola exhibición destinada al éxito o al fracaso, Gregorio
Vatenberg diseñó a su vez un programa, y lo está mostrando en las oficinas de
programación, bajo el sugerente título de "Cansados de triunfar". Vatenberg,
puede decirse, es un experto en el arte de los pilotos."Básicamente tengo ideas, y trato de concretarlas", dice este músico especializado en sonido para obras de teatro y programas de TV, y productor de un sello independiente --Mutis-- que produjo los CD de las obras La tempestad, Los 4 vientos, El Fausto o rajemos que viene el diablo, y El saxo mágico, entre otros. "Todo lleva a ser independiente. Si uno puede armarla tiene que animarse", cuenta. Sabe que desde ese lugar "siempre todo se complica un poco más, pero seguir intentando es mi filosofía, y este piloto tiene que ver con eso". El video muestra a un conductor que recibe en un living al realizador de un programa piloto, escenas del programa en cuestión, y una charla entre ambos sobre encuadre, actuaciones, tema, costos, posibilidades de emisión y recupero. Pero también sobre sus errores y sus aciertos. Destaca las modificaciones que luego de realizarlo implementaría su director. Y luego de una cordial despedida, el conductor destapa una gaseosa y tira al aire la chapita que reza: "Seguí participando". En general se hacen pilotos con la intención de un primer programa, explica Vatenberg. Muy pocos llegan al aire. "Incluso dentro de los canales los pilotos funcionan para chequear ideas. Y siempre se modifican. Pero la idea es no juzgar, ni burlarse de estas primeras producciones, aunque muchas causen risa, incluso a sus realizadores, que una vez alejados del conflicto de la producción pueden ver algunas cosas más claras".
--¿Cuál es la idea sobre la que estructuró su programa piloto sobre los pilotos? --Analizar sus aciertos, sus errores y sus posibilidades reales. Porque hay muchas fantasías sobre lo que debería ser la televisión, pero al momento de realizar, pocos aciertan y pocos reconocen sus errores. Reivindico el trabajo, pero sé que se gasta la misma plata en hacerlo bien que en hacerlo mal.
--¿Cuánto cuesta hacer un programa piloto... bien? --Ronda los 50.000 pesos. Con mucha colaboración, se puede bajar a unos 10.000, no menos. Por eso me gustaría que a este piloto lo pueda conducir alguien que maneja el tema de la realización, y pueda hablar con amabilidad pero frontalmente con los directores. Siempre hay errores. Este también los tiene, pero mi idea era justamente plasmar la idea.
--¿El título "Cansados de triunfar" indica una vertiente humorística? --Condensa la ilusión de llegar a concretar un proyecto, la insistencia y el cansancio que esto implica. Pero también pinta la mentira: "Cansados de triunfar" habla de un concepto dentro del medio donde todo es bárbaro, aparentemente, porque los que laburan son muy pocos. En principio el efecto de este programa se relaciona con la calidad del piloto que muestra. Puede haber humor, sexo, violencia, historia, telenovelas. Pero al imprimirle un carácter más sólido, puede ser una ventana para los productores, realizadores y actores. Y de hecho blanquea la actividad extra pantalla, que es muchísima, y hasta genera conflictos legales, aunque ése no es el punto esencial. Es interesante por otros motivos. Todo el sistema es muy cruel, y quiero que puedan entrar todos: los que quedaron en la idea, los que se hicieron, los que cambiaron y se emitieron. El criterio de selección dependerá de la versión final. Lo rescatable es la idea, la forma de realización es ajustable y variable, porque seguro que ahora lo haría totalmente distinto.
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