EL PSTU NO DEJA EN PAZ A
FERNANDO CARDOSO
Los trotskistas implacables
Por Carmen Jiménez desde Río de
Janeiro
El País de Madrid
El presidente Fernando
Henrique Cardoso está tranquilo ante las elecciones del 4. Sólo hay dos momentos cada
día de la campaña electoral en los que se le borra la sonrisa: exactamente es el minuto
con siete segundos que dura el total de los dos espacios electorales gratuitos diarios en
televisión del Partido Socialista de los Trabajadores Unificado (PSTU), una organización
de tendencia trotskista que aborda su tiempo televisivo con una buena dosis de
imaginación, descaro y sentido del humor.
El PSTU, que tiene tan sólo un diputado en el Congreso Lindsberg Farías,
presenta como candidato a la presidencia de la república a José María Almeyda, un
metalúrgico de ideas claras y lengua afilada como hojas de afeitar. El partido aparece
todos los días en pantalla con una idea nueva. Unas veces repiten hasta la saciedad
frases inconvenientes que se le han escapado a Cardoso, otros días emiten dibujos
animados con caricaturas del presidente, otros hacen comentarios ácidos y burlas
sarcásticas contra el gobierno, el presidente y los partidos que lo apoyan. El final de
su breve aparición es siempre el mismo: se ve un tétrico retrato de Cardoso, en blanco y
negro, mientras una voz en off dice en tono alterado: Contra burgués, vote
16! (el número de registro electoral). Y Cardoso, que suele aparecer en los
informativos televisivos y las fotografías, tranquilo, afable y sonriente, responde con
impugnaciones legales ante el Tribunal Supremo Electoral de Brasil.
El PSTU, miembro de la Liga Internacional de los Trabajadores (LIT), una tendencia
internacional fundada por el argentino Nahuel Moreno, asegura que existe una
ofensiva autoritaria y arrogante de quien quiere ganar las elecciones a toda costa en el
primer turno, en base al rodillo; no quieren tener sus cuatro años de mandato
cuestionados en 30 segundos de oposición marxista. Para los trotskos
del PSTU, una organización pequeña pero con estimable presencia en la Central Unica de
los Trabajadores (CUT) y en el Sindicato de Estudiantes, las acciones para sacar del aire
sus espacios electorales se basan en la intolerancia política.
Para algunos analistas de los espacios televisivos, la frecuente incontinencia verbal del
presidente Cardoso no ayuda a frenar el sarcasmo de los trotskistas. Las
recientes frases de Cardoso acerca de que los que se jubilan antes de los 50 años son
unos vagabundos, que los miembros del Movimiento de los Trabajadores Sin
Tierra (MST) están en connivencia con los maconheros (marihuaneros) y la
rotunda afirmación de que la vida de los ricos es aburrida todo esto
dicho en plena campaña electoral y con pocos días de diferencia era caldo de
cultivo fácil para los maliciosos espacios electorales del PSTU.
Al PSTU no se le escapa nadie y algunos días critican al Partido de los Trabajadores (PT)
de Lula y se ceban, sobre todo, con sus principales aliados en las actuales elecciones,
los integrantes del Partido Democrático Laborista (PDT), encabezados por el veterano
socialdemócrata Leonel Brizola, a quien presentaron como el cinematográfico monstruo
Godzilla.
El PSTU participa de la vida social del país pero, eso sí, con cierta heterodoxia. El
día en que se realizó en Río de Janeiro la privatización de Telebrás, todas las
fuerzas parlamentarias dieron su opinión. El PSTU, también dio su parecer... lanzando
piedras a la policía en una barricada frente a la Bolsa de Valores de Río de Janeiro.
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