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CADA DIA SON MAS LOS DUHALDISTAS EN EL SENADO
La fe de los conversos

Por Fernando Almirón

t.gif (862 bytes) Jorge Villaverde sabe lo que es la soledad. Hasta hace unos meses era el único senador que se animaba a declarar su condición de duhaldista en los pasillos de la Cámara alta. Sólo su colega de Neuquén, Daniel Baum, se atrevió a acompañarlo en el frustrado intento por sacar adelante la ley del Arrepentido que quería Eduardo Duhalde, pero que fue derrotada por el propio bloque justicialista antes de llegar al recinto. Ahora, cada día amanece con un nuevo senador que puja por sumarse a la multitudinaria fiebre duhaldista, que ya contagió a más del 50 por ciento de la bancada oficial.

"Fue una larga soledad", recuerda el senador bonaerense Jorge Villaverde. Fue el único duhaldista que quedó en la Cámara alta cuando Carlos Menem arrasaba con su ofensiva re-reelecionista, y todo indicaba que se acababan los sueños presidenciales del gobernador de Buenos Aires. "Ahora sucede todo lo contrario --agrega aliviado Villaverde--, ya que son contados los que no están dentro del proyecto presidencial de Duhalde."

Es cierto, Villaverde ya no está solo. Desde que Carlos Menem se vio obligado a renunciar a sus pretensiones de competir por un nuevo mandato, cada día crece el número de bancas alineadas tras la candidatura del bonaerense. El dato contiene un alto valor político. A diferencia de los diputados, que suelen manejar sus alianzas con total libertad, por lo general los senadores expresan la posición asumida por los gobernadores de sus respectivas provincias. Muchos de ellos prefieren que su apoyo al duhaldismo no llegue a oídos del gobierno nacional, ya que temen ser castigados --la interna entre Menem y Duhalde todavía no terminó-- con recortes en las partidas del Tesoro Nacional que suelen aliviar las economía provinciales. De todos modos, no olvidan los promesas de Duhalde, que en más de una oportunidad manifestó su intención de, en caso de ganar las elecciones, integrar su gabinete con hombres que antes se hayan desempeñado como gobernadores. Muchos de los actuales mandatarios no podrán ser reelectos, y observan la posibilidad con buenos ojos.

De todos modos saben que no pueden llegar demasiado tarde a las filas del bonaerense, y los tiempos se agotan. Sobre todo cuando no aparecen otras alternativas en el panorama, pese a los múltiples amagues por parte de tres senadores: Eduardo Menem, Antonio Cafiero y Carlos Reutemann, quienes no terminan de definirse.

Sin contar al presidente de la Cámara, Carlos Ruckauf, un viejo y declarado seguidor del bonaerense, ya son unos veinte los senadores del justicialismo --sobre los 37 que integran el bloque-- quienes declararon su adhesión al duhaldismo. Entre ellos: Augusto Alasino (Entre Ríos); Daniel Baum (Neuquén); Ricardo Branda (Formosa); Emilio Cantarero y Julio San Millán (Salta); Remo Constanzo (Río Negro); Carlos De la Rosa (Mendoza); Julio Humada (Misiones); César Mac Karthy y Osvaldo Sala (Chubut); Carlos Manfredotti (Tierra del Fuego); Alberto Tell (Jujuy); Omar Vaquir (Santiago del Estero); Carlos Verna (La Pampa); Jorge Villaverde (Buenos Aires), y Ernesto Oudín (Misiones).

El único senador que se manifestó a favor de la candidatura de Ramón Ortega fue el tucumano Julio Miranda. El resto permanece expectante, incluso el ultramenemista Jorge Yoma, que después de arremeter duramente contra Duhalde (llegó a decir que sería "un buen candidato a jefe de policía"), ahora guarda prudente silencio.

"Estamos calculando el tiempo que le tomará al Gallego De la Sota (José Manuel) transitar el camino de vuelta", comentan con ironía los primeros senadores en aliviar la soledad de Villaverde. Los mismos legisladores no descartan crear un sub-bloque duhaldista, tal como el "Sub-bloque Federal" que los diputados justicialistas formalizarán este jueves.

 

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