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Por Carlos Rodríguez Ante la polémica sobre la confiabilidad de los helicópteros Robinson 22 que utiliza la Policía Bonaerense --se estrellaron cinco en seis años--, el gobernador Eduardo Duhalde calificó de "buitres que andan rondando" a los que critican la compra de esos aparatos y anticipó que seguirán volando porque son "los más vendidos y más usados en todo el mundo". El titular de la Asociación de Pilotos Civiles, Guillermo Alais, dijo acerca de la utilidad de los Robinson que "son buenos para salir a pasear con la novia", pero opinó: "No los hubiera recomendado para la policía". Será la Fuerza Aérea, a través de la Junta de Investigación de Accidentes, la que determinará las causas del hecho donde murió el oficial Fabián Di Natale, cuyos restos fueron sepultados ayer. Una fuente de la Aeronáutica Militar coincidió en relativizar la eficacia de los Robinson en tareas de persecución: "Es como acondicionar un Citröen para la Fórmula Uno". De todos modos, Alais puntualizó que lo importante ahora "es investigar a fondo las causas de este y de otros accidentes, como el del avión de Austral (ver aparte), porque todo está en manos de la Fuerza Aérea y es muy poco lo que se termina sabiendo sobre hechos que son muy graves". La Junta de Investigaciones daría a conocer su informe "en un mes", adelantó la fuente consultada por Página/12, que descartó en principio la versión difundida en cuanto a que el Robinson que cayó en Adrogué haya sido derribado por un disparo. "Esto puede ocurrir sólo si el proyectil le pega en la cabeza al piloto o impacta en un lugar muy estratégico del aparato". En coincidencia con esta interpretación, el Ministerio de Justicia y Seguridad Bonaerense, por medio de un comunicado, informó que hasta el momento "quedaría descartada la hipótesis" del disparo. La posibilidad había sido admitida el martes por el propio ministerio, pero los peritos de la Policía Aeronáutica descartaron que los orificios que presentaba una de las partes del helicóptero hayan sido provocados por disparos. Otro de los cuestionamientos que hizo Alais estuvo referido a la presencia del helicóptero en una zona densamente poblada, a pocas cuadras de la estación ferroviaria de Adrogué. "Un helicóptero Robinson, con un solo motor, no podría ingresar a la Capital Federal --la Policía Federal utiliza aparatos bimotor que son mucho más caros y mucho más seguros-- y en el Gran Buenos Aires los unimotores no pueden sobrevolar las zonas céntricas". El vocero de la Fuerza Aérea confirmó que en territorio bonaerense "hay corredores aéreos por donde la autoridad aeronáutica recomienda que se haga el tránsito de aviones y helicópteros, pero ignoramos si la máquina siniestrada estaba en un sector prohibido". En Berazategui, donde asistió al velatorio del comisario post mortem Di Natale, el gobernador Duhalde refutó las críticas formuladas por el ex senador radical Héctor Bertoncello, quien en su momento se opuso a la compra de los 40 helicópteros Robinson, a un costo de ocho millones de pesos. "Cuando pasan estas cosas, se mezcla la política y andan los buitres rondando siempre", dijo Duhalde muy enojado. "Hace cuatro años, cuando compramos los helicópteros, hubo críticas, pero después cesaron porque también los compró el gobierno de Córdoba", de filiación radical. Bertoncello aseguró ayer que, en 1992, Duhalde había recibido un informe de la Prefectura según el cual "esos helicópteros no debían ser comprados porque no son aptos para ser utilizados en el área de seguridad". La alta fuente de la Fuerza Aérea corroboró que antes de la adquisición "en Estados Unidos se produjeron varios accidentes, porque estos helicópteros tienen el problema de ser muy livianos y eso los hace inseguros cuando se produce una emergencia". El problema se solucionó, en parte, "porque los fabricantes le agregaron peso al rotor, lo que sirve para que el piloto, en caso de detenerse el único motor, tenga la posibilidad de maniobrar y aterrizar con mejores probabilidades que antes". En cuanto al accidente del martes, el vocero estimó que la máquina "se habría partido en el aire, porque aparecen partes de la nave en distintos lugares, lo que confirmaría que no llegó entera al lugar donde cayó el piloto junto con la estructura de la cabina". Guillermo Trufo, presidente de la empresa Hangar Uno, importadora de los Robinson 22, sostuvo que hasta ahora no hubo en la Argentina "un solo accidente por causa de los helicópteros" y atribuyó los casos ocurridos a "errores de pilotaje". Jorge Alais coincidió en parte con esa opinión, pero dijo que sería importante saber "si hubo otros accidentes de Robinson utilizados por civiles porque ésa es la única forma de contar con una estadística seria".
SE CONOCIO EL INFORME POR EL AVION DE AUSTRAL Una falla en la medición de la velocidad originada por el congelamiento de los tubos pitot, impericia de los pilotos y la elección de una ruta de vuelo afectada por condiciones meteorológicas adversas fueron las causas de la caída del avión de Austral que dejó un saldo de 74 muertos, de acuerdo con el informe preliminar de la Junta Investigadora de Accidentes Aéreos del Uruguay. Para los peritos, luego de detectada la falla del velocímetro, el vuelo pudo haber continuado normalmente con la utilización del Manual de Operaciones, que especifica los pasos a seguir ante una situación semejante. El informe --que trascendió ayer-- cuestiona a la compañía aérea por la falta de preparación de los pilotos y de una luz que advirtiera la obstrucción de los tubos pitot. Austral prefirió no hacer comentarios hasta tanto no esté listo el informe definitivo. La viuda del piloto, en tanto, respondió los cargos contra su esposo: "Los pilotos no estaban entrenados para salir de esa situación". El próximo 10 de octubre, al cumplirse el primer aniversario del accidente, los tripulantes de cabina de Austral realizarán un paro en reclamo de "justicia y seguridad" y asambleas sorpresivas en los lugares de trabajo en los días previos, por lo que los vuelos de esa compañía podrían verse afectados a partir de hoy. Según publicó ayer la revista Gente, "la tragedia se originó a una altitud de 9000 metros, cuando el primer oficial, Horacio Núñez, a cargo en ese momento de los mandos del avión, se encontró con una condición de vuelo que lo llevó a extender los slats --instrumentos hipersustentadores ubicados en las alas-- porque creía que la nave volaba a baja velocidad". Pero esa información era errónea. El informe de la Junta Investigadora señala que los datos falsos surgieron por la obstrucción de los tubos pitot, que estaban congelados. Por estos tubos --ubicados uno en cada ala y dos bajo la cabina-- ingresa el aire que le da indicaciones al velocímetro. "El análisis de la Junta Investigadora no pudo establecer si esa obstrucción fue consecuencia de que la tripulación no activó el sistema de calentamiento mediante la llave selectora, luego de la puesta en marcha, o si hubo una anomalía en el sistema", señala Gente. No obstante, el organismo uruguayo destaca que el avión no tenía instalado en el panel anunciador de fallas la luz de advertencia que indica que los tubos pitot no funcionan, aunque aclara que Austral tenía plazo hasta marzo del '98 para colocarla. "Si bien había un plazo obligatorio, desde 1984 existe una recomendación internacional para instalar esa luz. No haberla puesto en un avión del año '69, descartado por Iberia, como era el caso del DC-9 que se cayó en Fray Bentos, es desatender los márgenes de seguridad", consideró ante Página/12 Gabriel Mocho, secretario adjunto de la Asociación Argentina de Aeronavegantes. El informe responsabiliza a Austral por la falta de entrenamiento de los pilotos. De acuerdo con los peritos uruguayos, la tripulación no habría recibido preparación para enfrentar una falla en el velocímetro. Consultado por este diario, el gerente de Comunicaciones de la compañía prefirió no opinar. "No vamos a hacer comentarios hasta que no esté el informe final", dijo Santiago García Rúa. Una copia de este informe preliminar ya está en manos de la Junta Investigadora de Accidentes de la Fuerza Aérea Argentina (país de bandera del avión) y del organismo hermano de los EE.UU. (donde se fabricó). Ambas comisiones deben emitir su opinión sobre el documento uruguayo, y recién después se conocerá el informe final. Otro aspecto que cuestionó la Junta de Uruguay fue la falta de comunicación efectiva en la cabina de mando. Al parecer, el copiloto extendió los slats sin consultar previamente al comandante Jorge Césere. Los expertos señalaron también que para la salida del DC-9 de Posadas no se tuvieron en cuenta las condiciones meteorológicas adversas.
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