Por Sergio Moreno
El gobierno chileno
anunció ayer que en los próximos días presentará a la Argentina una propuesta
alternativa al acuerdo limítrofe firmado en 1991 para resolver el diferendo por los
Hielos Continentales. El cambio de actitud del gobierno de Eduardo Frei que tomó
por sorpresa a los argentinos posibilitaría la solución definitiva del litigio. La
propuesta que elaborará la cancillería chilena tendrá amplias coincidencias con la
desarrollada por una comisión de diputados argentinos y que supera el acuerdo basado en
la delimitación por medio de una línea poligonal.
El anuncio fue realizado ayer por el canciller de Chile, José Miguel Insulza, en una
rueda de prensa en la que apareció flanqueado por el embajador de ese país en Buenos
Aires, Edmundo Pérez Yoma. Pérez Yoma es uno de los artífices de la nueva posición que
adoptó su país. Anteanoche, el diplomático viajó de urgencia hasta Santiago para
reunirse con el presidente Frei. Doce horas después de esa reunión reservada, Insulza
llamó a conferencia de prensa.
El canciller instruyó a la Dirección de Fronteras y Límites de Chile que elabore una
propuesta bajo los siguientes lineamientos:
u Alejamiento del límite fronterizo de los fiordos chilenos vecinos a la zona sur en
litigio.
u Posible ingreso de Chile a una de las laderas del Monte Fitz Roy, en el extremo norte
del área.
u Delimitación del límite, entre los dos extremos anteriormente mencionados, de acuerdo
al aceptado principio de las altas cumbres divisorias de aguas, consensuada por los
peritos Moreno y Barros Arana en el acuerdo de 1881.
La propuesta a desarrollar por el gobierno chileno guarda muchísimas similitudes por la
elaborada por los diputados argentinos Fernando Maurette (PJ), Dante Caputo, Guillermo
Estévez Boero y Rafael Flores (Alianza-Frepaso) y Marcelo Stubrin (Alianza-UCR)
todos miembros y autoridades de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara
baja, y que cuenta con la aprobación de la administración de Carlos Menem (ver
aparte).
Según las definiciones de Insulza, el proyecto a elaborar por su gobierno guarda una
diferencia con el desarrollado por los diputados argentinos: nada dice de las nacientes de
agua que alimentan al río Santa Cruz, en territorio argentino. Según informaron fuentes
diplomáticas argentinas a Página/12, eso no sería escollo para llegar a un acuerdo ya
que, ante una nueva negociación, Chile aceptaría dejar aclarado ese punto a favor de las
pretensiones argentinas a cambio del acercamiento del límite chileno a la ladera del
monte Fitz Roy.
La nueva actitud chilena ayudó a destrabar el acuerdo minero entre ambas naciones.
Precisamente ayer estaban reunidas las comisiones de minería de los dos Parlamentos para
llegar a un acuerdo consensuado, con buen pronóstico, según confiaron a Página/12
participantes del encuentro (ver aparte).
Ayer por la mañana, Insulza se comunicó con el embajador argentino en Santiago,
Alejandro Mosquera, y lo convocó a su despacho, donde le informó del giro en la actitud
chilena en relación con el diferendo. Desde que se firmó el acuerdo entre Menem y el por
entonces presidente Patricio Aylwin, en 1991 que terminó con 22 conflictos
limítrofes, mandó Laguna del Desierto a arbitraje (luego fallado favorablemente para la
Argentina) y acordó resolver Hielos Continentales mediante una línea poligonal que
dividía el territorio en litigio en dos partes casi iguales, el gobierno chileno no
había variado su posición. Ante las resistencias que despertó la poligonal en
Argentina, Aylwin primero y Frei después mantuvieron la validez del acuerdo de 1991 y no
aceptaron posibilidades alternativas. Ayer, eso cambió. Mosquera estaba al tanto de que
los funcionarios chilenos estaban trabajando en una serie de medidas según las
instrucciones que el propio Frei les dio tras el encuentro con Menem en Asunción,
Paraguay, cuando ambos se encontraron para participar de la asunción del presidente
paraguayo Raúl Cubas Grau. Allí, Menem y Frei decidieron que serían ellos y no
los presidentes que los sucedan en el poder quienes resolvieran el último punto de
conflicto entre ambos países.
Pero ni Mosquera, ni el resto del gobierno argentino supieron, hasta ayer a la mañana,
del giro chileno. Ayer, públicamente, Mosquera valoró como altamente
positivo el anuncio de Insulza. En el mismo sentido se pronunció el canciller
argentino Guido Di Tella.
El embajador argentino ya había anunciado que el próximo 15 de febrero Menem y Frei
reproducirían el abrazo que se dieran en esa fecha pero hace un siglo atrás
Julio Argentino Roca y Federico Francisco Errázuriz quienes, en 1899, distendieron las
crispadas relaciones entre ambos países. Menem y Frei se encontrarán en Punta Arenas
donde inaugurarán un busto del cardenal Antonio Samoré (mediador en el diferendo de
1978). Las especulaciones más optimistas de la diplomacia argentina consideran ese
encuentro como clave ya que, según confiaron a Página/12, allí podría firmarse el
acuerdo definitivo por Hielos y el convenio sobre explotación minera, antes de que ambos
presidentes visiten dos bases militares (una chilena y otra argentina) en la Antártida.
Pero para que ello ocurra, el gobierno chileno debe definir su propuesta, acordarla con
las comisiones de Relaciones Exteriores de su Parlamento y consensuarla con la Argentina.
Insulza se reunirá con los parlamentarios de su país y con el Consejo Consultivo de
Política Exterior el próximo 13 de octubre.
Una alta fuente diplomática argentina especuló ante este diario que, antes del 15 de
febrero, ambos Parlamentos tendrían aprobados este nuevo acuerdo. Si eso es así, Menem y
Frei cerrarán el último punto de conflicto fronterizo entre las dos naciones que, a lo
largo de un siglo, estuvieron en varias oportunidades al borde de la guerra.
Una encuesta en el gabinete El
canciller Guido De Tella presentó ayer en la reunión de Gabinete una encuesta nacional
según la cual el 39 por ciento de los consultados considera que una consulta popular
sería la actitud más adecuada para resolver el conflicto de los Hielos Continentales.
Sin embargo, el 42 por ciento optó por la salida del arbitraje internacional para
resolver el diferendo, tal como sucedió con el área de Laguna del Desierto. Di Tella
presentó el trabajo en la reunión de Gabinete de ayer, momentos antes que, en Santiago,
el canciller chileno, José Miguel Insulza, anunciara el cambio de actitud de su gobierno
sobre el tratado de 1991 (ver nota central).
Luz verde para el acuerdo minero
Por S.M.
El anuncio efectuado por el canciller chileno José Miguel Insulza sobre los Hielos
Continentales tuvo un efecto inmediato en otro asunto clave que une a Chile y Argentina:
el convenio de explotación minera a ambos lados de la Cordillera. El acuerdo fue firmado
por Carlos Menem y Eduardo Frei el último día del año pasado en San Juan (Argentina) y
Antofagasta (Chile). En él se dispone la explotación de los yacimientos minerales que
atraviesan el macizo andino de un lado a otro de la frontera común, por lo cual se
regulan aspectos tributarios, se permite la libre circulación de bienes y personas por
las nueve zonas mineras que quedaron conformadas a partir del tratado y se facultan a
empresas privadas para desarrollar la explotación. Las inversiones estimadas en el
emprendimiento superarían los seis mil millones de dólares en los primeros cuatro años.
Este acuerdo estaba trabado por la negativa del Parlamento argentino a aprobar el tratado
por los Hielos. El canciller Insulza había dejado claro que sin Hielos no había tratado
minero. Ayer esto cambió. En Santiago se encuentran reunidas las comisiones de Minería
de ambos Parlamentos. El anuncio de Insulza sobre los Hielos aceleró las negociaciones
por la explotación minera. Tal es así que los parlamentarios chilenos solicitarán al
Ejecutivo de su país que envíe al Congreso el tratado para su aprobación. Lo mismo
harán los congresistas argentinos respecto del gobierno de Menem. Diplomáticos
argentinos dijeron a Página/12 que esperan que ambos presidentes firmen el convenio en
febrero del año que viene, en Punta Arenas (ver nota central).
La linea que dividio a los politicos
La línea poligonal es una traza que divide el territorio en litigio en la zona de
Hielos Continentales, acordada políticamente entre ambos gobiernos en 1991. Mediante la
línea se divide el terrero en partes casi iguales, tal como acordaran los negociadores
del acuerdo que firmaron Carlos Menem y Patricio Aylwin, y que transita en forma quebrada
en medio de lo que cada país (Chile y la Argentina) considera que es su frontera. La
poligonal no respetaba el principio de que la frontera debe pasar por las altas cumbres
que dividen aguas, principio del acuerdo madre entre ambas naciones firmado por los
peritos Francisco Moreno (argentino) y Manuel Barros Arana (chileno) en 1881. No obstante,
la poligonal dividía los 2295 kilómetros cuadrados de superficie bajo litis en 1238 para
la Argentina y 1057 para Chile. La poligonal fue rechazada por gran parte de la clase
política argentina y por la casi totalidad de la derecha chilena, con el mismo argumento:
es injusta y entrega la mayor parte de la soberanía sobre el territorio al otro país,
decían a ambos lados de la Cordillera. |
Acuerdo
para una solución definitiva del último conflicto |
Guido Di Tella *
Esto se inscribe en la voluntad firme de los gobiernos de Chile y la
Argentina de zanjar por vía del acuerdo el último punto de diferencia limítrofe. Estoy
convencido de que las iniciativas parlamentarias y de técnicos independientes que se han
desarrollado en la Argentina comparten el espíritu constructivo de lo que se elabora del
otro lado de la cordillera. (El canciller chileno) Miguel Insulza y yo habíamos
adelantado, a principios de año, antes del estancamiento del acuerdo de la poligonal en
los congresos, que estábamos dispuestos a escuchar alternativas constructivas. Si por
motivos políticos la poligonal no ha avanzado, ello no significa que no haya otras vías
de acuerdo.
* Canciller. Alejandro Mosquera *
Es altamente positiva, porque significa que Chile ha entendido que hay
posibilidades de apartarse del tratado de 1991, no sólo para escuchar las propuestas
argentinas, sino también para que ellos elaboren otras iniciativas. La propuesta chilena
está en consonancia con la que formularon los legisladores argentinos. Esto significa que
no hay sorpresas. Esta es una decisión de Carlos Menem y Eduardo Frei, quienes
manifestaron su voluntad de que este tema se destrabe cuanto antes. Hace una semana, hubo
una reunión en Nueva York entre representantes de ambos países que fue altamente
positiva.
* Embajador argentino en Chile.
Carlos Escudé *
Yo creo que cualquier propuesta que apunte a encontrar una solución a este
tema es buena. Hay que resolver este diferendo cuanto antes porque entorpece los planes de
integración, como por ejemplo el acuerdo minero, que se encuentra estancado. La poligonal
ha fracasado en el Congreso argentino. Lo que me parece importante subrayar es que
cualquier alternativa que se proponga no puede ser diferente de la poligonal en términos
del territorio adjudicado a cada país, porque ni Chile ni Argentina van a aceptar ceder
en este punto. Lo que sí se puede modificar es el trazado.
* Profesor de Política Exterior del ISEN.
Marcelo Stubrin *
Esta iniciativa marca un cambio muy positivo en la posición chilena sobre
el conflicto de límites en los Hielos Continentales. Este nuevo rumbo implica que las
autoridades chilenas están dispuestas a escuchar y a desarrollar nuevas alternativas.
Hasta ahora, se suponía que la Argentina era la encargada de proponer iniciativas. Esta
es una de las razones por las cuales los diputados nos abocamos a la tarea de proponer
nuevas líneas poligonales que modifiquen el tratado suscripto entre los presidentes de
Chile y la Argentina en 1991.
* Vicepresidente de la Comisión de RR.EE. de Diputados.
Lucio García del Solar *
Esta propuesta pareciera armonizar con la que elaboraron los legisladores
argentinos. No la conozco a fondo, pero me parece que puede ser el principio de solución
del último diferendo limítrofe con Chile. Es un progreso notorio en comparación con la
solución de la poligonal, que estaba basada en criterios improvisados, porque no tenía
una base jurídica ni científica seria. Por suerte, esta situación fue superada.
Técnicos argentinos están estudiando la demarcación, que es lo único que resta
definir. Esto debió hacerse antes y se dejó de lado por un apuro causado por intereses
políticos.
* Embajador, asesor de RR.EE. de la UCR.
Guillermo Estévez Boero *
Yo creo que la existencia de la propuesta es positiva porque significa que
se destraba el tratado Aylwin-Menem de 1991 en el Congreso de Chile. Este país está
admitiendo implícitamente que va a retirar el tratado del Parlamento y, entonces, abre la
posibilidad de negociar uno nuevo. Es un principio de solución, porque, con esta
iniciativa, nos están diciendo que están dispuestos a sentarse a consensuar una nueva
propuesta. Este diferendo no sólo tiene muchos años, sino que es una hipótesis de
conflicto que no permite avanzar en planes de desarme y que debilita la integración de
Chile al Mercosur.
* Diputado nacional Alianza-PSP. |
COMO ES LA NUEVA PROPUESTA ARGENTINA
Legítima por consenso político
Por S.M.
La Comisión de
Relaciones Exteriores de la Cámara baja argentina dio el puntapié inicial. Fernando
Maurette (PJ), Marcelo Stubrin (UCR), Guillermo Estévez Boero y Dante Caputo (PSP) y
Rafael Flores (Frepaso) elaboraron una propuesta alternativa al acuerdo firmado por Carlos
Menem y Patricio Aylwin en 1991, que resolvía el conflicto de Hielos Continentales sobre
la base de la división del territorio en litigio mediante una línea poligonal.
La propuesta de los parlamentarios argentinos además de la legitimidad que le
otorga su pluralidad partidaria no difiere sustancialmente de la criticada
poligonal, pero reivindica el principio de las altas cumbres divisoria de aguas como
límite natural (base del acuerdo de 1881) y define claramente una serie de puntos
geográficos que sembraron dudas entre la clase política argentina y que impidió aprobar
lo acordado en 1991.
Básicamente, el acuerdo de los legisladores dispone:
* Garantizar la soberanía argentina en el cordón Mariano Moreno, y por ende de la casi
totalidad del glacial Viedma, fuente de alimentación del río Santa Cruz.
* Alejar la frontera de la cuenca del glacial Perito Moreno.
* Alejar la frontera argentina de los fiordos chilenos.
* Producir un reparto equitativo entre ambas naciones de los 2295 kilómetros cuadrados en
litigio, de manera casi similar a como lo hacía la poligonal.
* Entre el monte Fitz Roy punto inicial del área en disputa, en el norte y el
cerro Stokes (al sur), el criterio a utilizar para demarcar la frontera será el de las
altas cumbres divisoria de aguas.
Este acuerdo fue aprobado ya por el gobierno argentino como alternativa a la poligonal.
Sin embargo, nunca fue presentada oficialmente al gobierno chileno ya que, hasta ayer, las
autoridades de Santiago seguían aferrándose al acuerdo Menem-Aylwin (ver nota central).
La alternativa consensuada por los diputados constituyó, además, un acuerdo político
entre el justicialismo y la oposición. De esta labor nació, también, la solicitud de
los legisladores para que el Ejecutivo retirara del Congreso el acuerdo Menem-Aylwin, a lo
que el Gobierno, ante el enojo chileno, no hizo lugar a pesar de coincidir con la
iniciativa de los diputados.
A partir del anuncio que ayer hizo Insulza una vez que los chilenos aprueben la
iniciativa ambos parlamentos deberán retirar el acuerdo de la poligonal e ingresar
el nuevo, consensuado para que los legisladores de ambos países lo aprueben.
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