El sector automotor está en llanta y sin nafta

Fiat anunció la suspensión de sus 3200 operarios, y el resto de las terminales ajustaron su producción. Caída de la demanda. Los trabajadores de la italiana Fiat cobrarán el 75 por ciento de sus salarios durante la suspensión. Volkswagen ya ajustó; Iveco trabaja al 30 por ciento; Renault suspendió y General Motors frenó su expansión.

La industria automotriz sigue soportando el impacto de la crisis internacional. La caída de la demanda brasileña y local llevaron a Fiat a anunciar ayer una nueva reducción en su producción. Esta decisión viene a sumarse a los fuertes ajustes adoptados por la mayoría de las terminales. Entre ellas la fábrica de camiones Iveco, del mismo grupo italiano, la Ford y la francesa Renault. La medida de Fiat implica la suspensión, durante casi la mitad de las jornadas de octubre, de los 3200 operarios de su planta cordobesa. Según representantes de Smata, la suspensión afectará a otros 1800 operarios de empresas autopartistas y podría extenderse como mínimo hasta fin de año.

El parate de Fiat, que comenzará el próximo sábado en forma escalonada, implica para sus trabajadores el cobro del 75 por ciento de sus salarios durante la suspensión. Esta determinación, de acuerdo con el gerente de Relaciones Institucionales, Eduardo Beischoff, tiene su origen en los "graves problemas" para colocar la producción en el mercado brasileño. Con ese destino despachan el 60 por ciento de lo que fabrican.

La medida afectará al mismo tiempo, dijeron voceros de Smata Córdoba, a "cuatro o cinco autopartistas" de Fiat, por lo cual estiman que se verán en aprietos otros 1800 operarios en toda la provincia. El gremio aseguró, además, que la disminución de las jornadas "va a durar por lo menos hasta fin de año". Este recorte no es el primero decidido por la automotriz europea. El mes pasado interrumpió la producción durante tres días laborables por semana a raíz del crecimiento de sus stocks. Por otro lado, su fábrica de camiones, Iveco, desde hace más de una semana mantiene una reducción del 30 por ciento en los horarios de trabajo.

"En principio no tenemos pensado hacer suspensiones ni este mes ni en noviembre", destacaron en Volkswagen Argentina a una consulta de Página/12. Según explicaron, la terminal ya hizo su ajuste a fines del año pasado cuando Brasil recibió el primer cimbronazo fuerte de la crisis internacional. En ese momento la demanda en el vecino país se derrumbó un 40 por ciento. La reducción en la producción de Volkswagen durante los primeros ocho meses del año ya supera el 25 por ciento comparada con idéntico lapso de 1997.

Tampoco la automotriz francesa Renault escapó del castigo que golpea al sector. Hace poco más de una semana debió paralizar la tarea de sus 4000 trabajadores de la planta Santa Isabel durante tres días. En este caso, además de la caída de sus exportaciones a Brasil, incidió la falta de insumos para el armado de vehículos. Dado que el problema no ha sido totalmente superado, según su vocero Juan Manuel Lardizábal, la medida podría reiterarse. Para este directivo las perspectivas del mercado brasileño son desalentadoras. "Comparado con los dos últimos meses

--destacó-- el consumo ha caído en forma dramática: las concesionarias que normalmente vendían cien vehículos al mes ahora están en treinta unidades."

En tanto, en General Motor, de la marca Chrysler, Alberto García Carmona, director de Relaciones Institucionales, aseguró a este diario que "la empresa no está previendo ninguna disminución en la producción, ni tampoco la suspensión de trabajadores". No obstante, en el sector destacaron dos vías por la que esta automotriz se está adaptando a la crisis. Ajustaron los planes de expansión de su nueva planta en desarrollo y usan la cláusula de "jornada flexible" que le autoriza el convenio laboral para disminuir el tiempo de trabajo de sus operarios.

PRINCIPAL