Por Luciano Monteagudo
Cuando en abril del
año pasado Miguel Pereira se lanzó por los caminos de América, siguiendo paso a paso el
viaje que en 1953 inició Ernesto Guevara por el continente, en busca de su identidad y su
vocación revolucionaria, el director de La deuda interna sabía que el suyo era un
proyecto riesgoso. Primero, se trataba de hacer una película sobre el Che sin utilizar la
imagen del Che, evitando todo el trajinado material de archivo, algo que por otra parte ya
había hecho antes el documentalista suizo Richard Dindo en la notable Ernesto Che
Guevara, diario de Bolivia. En segundo lugar, la idea era salir con un equipo mínimo,
apenas una cámara Súper 16mm y otra de video digital, y trabajar con el Atlas del Che
como único guión, haciendo un relevamiento topográfico de los lugares que fue
atravesando Guevara en su recorrido americano, desde Buenos Aires hasta Veracruz, en
México, desde donde partió la aventura revolucionaria del Granma.
Finalmente, el tramo más audaz del proyecto era el de confiar en que el film se iría
armando en la ruta misma, a partir del diálogo de dos generaciones, encarnadas por un
lado por Envar Cacho El Kadri, mítico militante de la política y la cultura
(fallecido hace un mes) y un joven de lo que Pereira llama la generación MTV,
Gerardo Klein, quien de antemano admitía no conocer nada de la gesta del Che. La
idea es poner a los personajes en esa misma posición y ver qué análisis hacen, qué
efectos van surgiendo del viaje, en contraste con el viaje del Che, confiaba Pereira
antes de ponerse en marcha.
El resultado final de Che... Ernesto es un film honesto, sincero, transparente pero en
gran parte fallido, básicamente porque ese diálogo no crece como Pereira imaginaba.
Allí está el paisaje majestuoso del Titicaca, la arquitectura colonial del Cuzco, las
ruinas misteriosas de Machu Picchu, el puerto de Guayaquil desde el cual el joven Guevara
se embarcó hacia Guatemala para contribuir a la revolución, nada menos que en un barco
de la United Fruit, la tristemente célebre compañía bananera norteamericana, pero ese
entorno y su gente no parecen suficientes como para despertar la chispa que encienda un
intercambio fructífero entre sus dos personajes, particularmente porque el joven Klein no
parece tener mucho para aportar, al menos en el marco que le ofrece la película.
Quien lleva sobre sus espaldas todo el impulso del film es únicamente Cacho El Kadri, no
sólo con su conocimiento en profundidad de la historia de América, con su dominio
preciso de los datos biográficos del Che, con su inteligencia para comprender las
distintas gentes y culturas que va encontrando a su paso, sino también por la enorme
sensibilidad que transmite su palabra y su mirada. Hay en la presencia de El Kadri un film
distinto quizás al que aspiraba Che... Ernesto, pero con otro valor, el registro
casi a la manera de una home-movie de la historia de vida de un hombre ligado
desde su primera juventud a las luchas políticas argentinas, que no tiene inconvenientes
en reconocer el fracaso colectivo de esa lucha, pero que no reniega de ella, en la medida
en que durante el viaje confirma lo que siempre supo, que América latina todavía se debe
para sí las transformaciones profundas que reclamaba el Che.
Tom Cruise, héroe real El
astro norteamericano Tom Cruise se convirtió ayer en un héroe de la vida real, cuando
corrió a ayudar a una vecina que estaba siendo asaltada en una calle de Londres. El
protagonista de Misión imposible y Top Gun intervino para ayudar a Rita Simmonds, a quien
le estaban robando joyas valuadas en ¡153.000 dólares! cuando bajaba de su automóvil
deportivo. Tom se comportó brillantemente. Corrió por la calle con sus
guardaespaldas y ahuyentó a los asaltantes, dijo la mujer. Los ladrones huyeron
después de apoderarse de un anillo, un reloj y de los aretes de la aterrorizada
londinense. Un portavoz policial dijo que Cruise estaba en el vecindario cuando
escuchó los gritos y fue en ayuda de la señora Simmonds asustando a los
sospechosos. Cruise y su esposa, Nicole Kidman, viven en Londres desde hace un año. |
|