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Fernando de la Rúa hablaba sobre la crisis económica
mundial durante un almuerzo en la Cámara de Comercio e Industria de Milán. Quería
explicar cómo un mercado contagia al otro y cómo los operadores de Bolsa venden porque
vende el de al lado. "Se produce el efecto que Felipe González denomina 'maricón el
último'", graficó. De la Rúa siguió hablando pero enseguida lo interrumpió
Massimo Sordi, el vicepresidente de la Cámara, sentado a su lado en la mesa principal del
salón. "Discúlpeme, aquí en Milán le decimos efecto dominó", dijo en tono
cortante. Milán no sólo es la capital mundial de la moda, también es conocida por tener
una de las comunidades gay más grandes de Italia. De la Rúa trató de explicar que no lo
había dicho con ninguna actitud discriminatoria, sino que sólo quería graficar mejor la
situación. "Aparte es algo a lo que juegan los niños", remató.
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