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Por Adriana Meyer El ex director de Fabricaciones Militares Luis Eustaquio Sarlenga está preso en una sede de Gendarmería, acusado de contrabando agravado. El delito es más grave por tratarse de armas de guerra y no es excarcelable. Este empresario de estrecha vinculación con el senador Eduardo Menem, con el resto de la familia del Presidente de la Nación y con el ministro de Trabajo, Antonio Erman González, es el primer ex funcionario del gobierno de Carlos Menem detenido por el escándalo de la venta de armas a Ecuador. El juez en lo penal económico Marcelo Aguinsky ordenó ayer por la mañana su detención, en el marco de las investigaciones por el presunto contrabando de armas a Ecuador. Enterado de la situación Sarlenga se presentó en forma espontánea en el despacho del magistrado, ubicado en la Avenida de los Inmigrantes, en Retiro. El juez estaba dispuesto a tomarle declaración, pero no pudo ser indagado porque su estado nervioso le provocó un cuadro de hipertensión. El juez Aguinsky recibió hace unos días el dictamen del fiscal Roberto Leanza que acusa a Sarlenga de ser partícipe necesario del delito de contrabando. El fiscal había pedido el 16 de setiembre que se le tome declaración indagatoria, al igual que al ex gerente de Fabricaciones Militares, coronel Edberto González de la Vega y a la directora de esa empresa, Teresa de Canterino. Leanza había solicitado también la indagatoria del ex subadministrador de la Aduana, Carlos Alonso, quien falleció en setiembre. Fuentes del juzgado afirmaron a Página/12 que se analizó que era importante indagar al ex director de Fabricaciones Militares para seguir avanzando. De todos modos Aguinsky ya había evaluado que Sarlenga tiene un grado de participación en la comisión del delito por su desempeño al frente de Fabricaciones Militares. Esas fuentes arriesgaron que el ex interventor habría quedado detenido aún después de haber sido interrogado por el juez. Cuando Sarlenga se indispuso en el despacho de Aguinsky fue trasladado al Escuadrón Buenos Aires, ubicado al lado del Edificio Centinela, a tres cuadras de allí. Apenas mejore su estado de salud será llevado por los gendarmes ante el magistrado para ser interrogado. El abogado Ricardo Monner Sans quien hizo la primera denuncia del caso en 1995 opinó que si Sarlenga habla, habrá que prestar mucha atención a lo que pueda decir porque podría ser utilizado en la causa que impulsa Urso, en lo que se refiere a su relación con el traficante Diego Palleros y será interesante saber cómo consiguió que (Oscar) Camilión no lo relevara cuando lo intentó. Según el letrado hubiera sido un acto higiénico que el ministro de Trabajo renunciara ayer o que los diputados de la Comisión de Juicio Político trataran su caso. El ex interventor pertenece al grupo de los riojanos, de intensa amistad con todo el entorno de Menem. Monner Sans cree que a partir de estos avances no se sostiene más la idea de que el Gobierno fue engañado por un grupo de malvados traficantes de armas. Con un razonamiento similar, el diputado del Frepaso Horacio Viqueira afirmó que se deja de lado la hipótesis del Gobierno sobre un delito cometido por contrabandistas e intermediarios, y se empiezan a buscar las responsabilidades de los funcionarios públicos. Pero el legislador espera que Sarlenga no sea el techo sino el inicio. Sarlenga está procesado en la causa que instruye el juez federal Jorge Urso, que indaga el mismo escándalo en busca de las responsabilidades de los mismos personajes, pero en su condición de funcionarios públicos. En ese expediente hay documentos que acreditan que Sarlenga firmó la nota dirigida a la firma fantasma Hayton Trade, propiedad del traficante de armas Diego Palleros, para informar que Fabricaciones Militares estaba en condiciones de enviar fusiles FAL y municiones a esa empresa que actuó como intermediaria en las operaciones de presunto contrabando. También figuran las reuniones que mantuvo Sarlenga con Palleros y con los representantes de la empresa ecuatoriana Prodefensa, que adquirió material bélico destinado a Guayaquil, y las gestiones desesperadas que realizó el ex interventor cuando debió suspender los envíos de armas porque el tema había trascendido por la prensa. Hace algunas semanas Urso decidió tomar una nueva indagatoria a Sarlenga por el caso Croacia. La negociación por la cual Argentina habría provisto armas a Bosnia Herzegovina entre 1993 y 1995 también habría sido realizada por Sarlenga. Su ex jefe, el ex ministro de Defensa Antonio Erman González, lo defendió en el escrito que presentó días atrás ante Urso. El no tuvo participación en la gestación y dictado de los decretos que aprobaron los desvíos de armas a países en guerra. En la causa que maneja Aguinsky está comprometido el traficante de armas Diego Palleros, prófugo de la justicia argentina y con residencia temporaria en Sudáfrica. Además de Sarlenga, otra persona detenida es María Teresa Cueto verificadora de Aduana pero en la investigación que lleva adelante el juez Julio Speroni.
PERFIL DEL INTERVENTOR DE FABRICACIONES
MILITARES Yo
no me metí solo en esto. Me metieron, declaró hace menos de un mes Luis Sarlenga.
El ex interventor de Fabricaciones Militares no quiso dar nombres, pero basta un repaso
del derrotero que siguió hasta llegar a ese cargo para inferir quiénes podrían haberlo
hecho partícipe de la venta ilegal de armas a Ecuador. Sarlenga se relacionó con Carlos
y Eduardo Menem en La Rioja de los años 70, donde trabó también amistad con
Antonio Erman González y varios de los riojanos junto a los que desembarcó después en
Buenos Aires con la llegada del menemismo al Gobierno. Prueba del respaldo que se le
dispensaba a Sarlenga en las máximas esferas del poder es el llamado que a mediados de
1994 recibió el entonces ministro de Defensa, Oscar Camilión, cuando quiso separarlo de
su cargo: Dice Eduardo Menem que Sarlenga se tiene que quedar, le advirtieron.
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