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ALIANZA ENTRE “LA NACION” Y EL “HERALD”
Casamiento de diarios

En un acuerdo inédito en el país, el único periódico en inglés le entregará su operación comercial y administrativa al grupo  de los Saguier, a cambio de una participación accionaria.

Posibilidad: “En estos tiempos de hipercompetitividad en el negocio, ‘La Nación’ tal vez quiera al ‘Herald’ simplemente para que no lo tenga otro”.

Un diario fundado en 1866, saneado pero de baja venta.
El “Herald” busca crecer y reducir costos en sociedad con “La Nación”.

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Por Sergio Kiernan

t.gif (67 bytes) El diario La Nación firmará a mediados de mes un acuerdo para hacerse cargo de la administración y operación del único diario publicado en inglés del país, el Buenos Aires Herald. A cambio de proveer estos servicios, La Nación recibirá una participación minoritaria en el paquete accionario del Herald. La operación fue confirmada por Julio César Saguier, del grupo La Nación, y por fuentes en el grupo The Evening Post Publishing Co., de Estados Unidos, propietario del Herald.
La operación, rara en el mercado periodístico argentino pero bastante corriente en EE.UU., es un Joint Operating Agreement (acuerdo de operación conjunta). Este tipo de contrato hace que, por ejemplo, varios diarios compartan la comercialización, la venta de publicidad y hasta la imprenta, reduciendo costos y aumentando la escala de trabajo. La iniciativa en este caso correspondió al grupo Evening Post, que contactó a La Nación en setiembre de 1997. Fuentes norteamericanas afirmaron que “se buscaba reducir los gastos del Herald, un diario deficitario, y acabar con el letargo administrativo y comercial del medio. La idea es recrear un diario más eficiente”.
Mientras se conversaba con los argentinos, los norteamericanos realizaron un duro ajuste en el Herald, con reducción de personal, y consolidaron la propiedad del paquete accionario comprando a los socios locales, la familia Ruggeroni. Actualmente, el Evening Post, con sede en Charleston, Carolina del Sur, posee más del 99 por ciento de las acciones del Herald. Los cambios incluyeron la venta de uno de los dos edificios del diario, un antiguo predio en la calle Venezuela, para “hacer caja”.
Por el cronograma acordado entre las dos empresas, el pacto se iba a firmar en setiembre. Hubo una leve demora, que Saguier explica “como natural, ya que los norteamericanos compraron unas estaciones de televisión en la Costa Oeste y tuvieron que concentrarse en eso. Me avisaron la semana pasada y me pidieron tres semanas. Cuento con que en dos semanas más tengamos las reuniones finales y firmemos el convenio”. Por otra parte, el Evening Post está esperando para fin de mes la parte final de un estudio de mercado de la consultora Nora Sneichel, del que recibió la primera parte la semana pasada. El estudio analiza las posibilidades y viabilidad del Herald, y el primer dato que trascendió es que se identifica la baja circulación del diario como la principal debilidad.
Según fuentes autorizadas, una vez que el estudio sea leído y analizado, se decidirá la estrategia a seguir y se podrá concretar la negociación que llevan a adelante Tray Spaulding por el Herald, y Saguier por La Nación. Sin embargo, no hay que pensar que haya temas de fondo todavía pendientes, ya que según Saguier “La Nación se va a hacer cargo de todo”. El debate interno del Evening Post y el Herald es sobre la estrategia comercial propia y los lectores a los que quiere llegar.
Fuentes veteranas del diario de habla inglesa, fundado en 1866, definen el problema en términos globales. “El Herald trata de ser realmente el diario internacional de la Argentina, como dice en el logo”, definió una fuente. “Para eso tiene que competir con el International Herald Tribune, que se edita en París, y con el Miami Herald, que tuvo serios problemas en sus proyectos en Venezuela y Brasil y que renunció antes de empezar en Buenos Aires.” Estas aspiraciones contrastan con el tradicional rol del diario, vocero de la comunidad angloargentina y con un mercado minoritario de estudiantes, inmigrantes y turistas.
“El Herald nació como un periódico comercial en tiempos de globalización, cuando nuestro país era un engranaje importante de la economía mundial”, explica un conocedor del medio. “Los tiempos actuales se parecen, con el agregado de que hoy existe una aceleración de los intercambios de información y una presencia muy fuerte de ejecutivos y hombres de negocios de todo el mundo, que leen inglés y que quierennoticias de comercio, negocios y política. El Herald tiene un amplio espacio para crecer.”
No queda tan en claro el interés de La Nación por hacerse cargo de la limpieza y reactivación material de un diario que tiene una circulación limitada. Un consultor especialista en medios arriesga una explicación elegante y concisa: “En estos tiempos de hipercompetitividad en el negocio, La Nación quiere el Buenos Aires Herald simplemente para que no lo tenga otro”. Y hay que tener en cuenta el contexto de expansión del grupo de los Saguier en el interior y en mercados como el de revistas, donde edita Rolling Stone y Lugares.

 

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