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CARDOSO LOGRO SU REELECCION LUEGO DE REFORMAR LA CONSTITUCION

En la senda del riojano

Tal como indicaban todos los sondeos previos, Fernando Henrique Cardoso es hasta el momento el presidente reelecto del Brasil. Según cifras oficiales y contabilizado el 13 por ciento de los votos, Cardoso obtuvo más del 50 por ciento frente a los 35 puntos de Lula.

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Cardoso deposita su voto a través del original sistemas del voto electrónico

Por Pablo Rodríguez

t.gif (67 bytes)  La sorpresa que la izquierda esperaba no se produjo. Según cifras oficiales, Fernando Henrique Cardoso está siendo reelegido como presidente del Brasil con el 50 por ciento de los votos, tres puntos por encima de la suma de todos sus rivales, y despejó las dudas sobre la posibilidad de que Luiz Inácio "Lula" da Silva, con el 34 por ciento, forzara una segunda vuelta. Sin embargo, la coalición de izquierda Unión del Pueblo se quedaría en esta primera vuelta con la gobernación de Rio Grande do Sul y cuenta con posibilidades de asegurarse la de Rio de Janeiro, además de amenazar con un ballottage reñido en San Pablo y Distrito Federal. En el marco de la campaña más apática desde la vuelta a la democracia en 1985, el centro de gravedad estuvo en la crisis económica, que obligará a la aplicación de un plan de ajuste. El ministro de Hacienda, Pedro Malán, está en Washington negociando un paquete de ayuda del FMI (ver aparte).

En el estado de San Pablo, que concentra el 33 por ciento del producto bruto interno brasileño, el populista Paulo Maluf ganó la elección para gobernador con el 34 por ciento de los votos. Sin embargo, deberá disputar una segunda vuelta con las fuerzas de izquierda, que entre Marta Suplicy y Francisco Rossi obtuvieron el 38 por ciento de los votos, y con el actual gobernador Mario Covas. En Río de Janeiro, el candidato opositor Anthony Garotinho ganó los comicios estaduales con el 50 por ciento de los sufragios, pero también deberá disputar en una segunda vuelta con el ex alcalde César Maia, del conservador Partido del Frente Liberal (PFL) que apoya a Cardoso. En Rio Grande do Sul y el Distrito Federal, los candidatos izquierdistas irán a una segunda vuelta, mientras el ex presidente Itamar Franco obtuvo una ventaja del seis por ciento frente al actual gobernador, Eduardo Azeredo, con quien irá a ballottage.

Luego de conocerse los resultados provisionales del escrutinio, ni Cardoso ni Lula hicieron comentario alguno. Respecto de las consecuencias de su tercera derrota consecutiva en comicios presidenciales, el candidato de la izquierda prefirió encerrarse en su casa "y sólo comentará lo sucedido en una rueda de prensa que convocará mañana (por hoy) por la tarde", dijo un portavoz de su Partido de los Trabajadores (PT). "Esta fue la elección más manipulada en que hemos participado", dijo Lula cuando fue a votar en la mañana de ayer, y acusó a Cardoso de "utilizar los medios para evitar la responsabilidad de los debates sobre los grandes asuntos nacionales". El único dirigente que esbozó un principio de interpretación de la derrota fue José Dirceu, presidente del PT, quien aseguró que Lula fue víctima de "un prejuicio cultural" por el cual alguien que apenas terminó el secundario no podía resultar electo frente a un prestigioso sociólogo. El pueblo brasileño cree que "sólo el que tiene educación puede gobernar", se había quejado el mismo Lula durante la campaña.

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Lula sólo pudo hacer la V de la victoria ante los fotógrafos

El que ofició de vocero del lado oficialista fue Antonio Carlos Magalhaes, un aliado político de la última dictadura y jefe de campaña de Cardoso. "Una vez terminadas las elecciones, Brasil necesita ahora de unión", dijo Magalhaes apoyando la idea de Cardoso de un acuerdo multipartidario para aprobar el ajuste fiscal y la reforma tributaria que permitan paliar el déficit actual, equivalente a más del siete por ciento del producto bruto interno. El oficialismo estará dispuesto a debatir "todo lo que la oposición tenga que aportar para superar la crisis", incluso una propuesta de la izquierda para crear un impuesto a la riqueza.

"No habrá acuerdo con nosotros en términos de unidad nacional. La palabra pacto no forma parte de nuestro diccionario, que sí contiene la palabra oposición", dijo Dirceu ante la pregunta sobre este acuerdo, y reiteró que el plan de Cardoso es "impracticable" porque lo que hará es "aumentar el desempleo y el achatamiento salarial". Otro tanto dijo el presidente del Movimiento campesino de los Sin Tierra (MST), José Rainha, quien anunció una protesta de "bienvenida" a Cardoso en su nuevo mandato. En una entrevista publicada ayer por la Folha de Sao Paulo, Rainha afirmó que su movimiento, que agrupa a 200.000 familias, se está preparando para "tomar plazas, calles y puertas de bancos", en oposición al ajuste del presupuesto para asentamientos de campesinos anunciado por el ministro de Política Agraria, Raúl Jungmann.

En la perspectiva de la oposición que enfrentará el presidente también se incluye Ciro Gomes, el candidato presidencial del Partido Popular Socialista (PPS) y ex ministro de Hacienda de Cardoso, que obtuvo el 11 por ciento y se convirtió en la tercera fuerza electoral brasileña. Luego de conocerse los primeros resultados, Gomes anunció que "cuanto antes" intentará formar un gran frente de izquierda con Lula. En el contexto de un debilitamiento de la coalición gobernante (ver aparte) y de las resistencias que generará un probable ajuste, esta oposición derrotada podrá crecer y borrarle a Cardoso la sonrisa que habrá esbozado ayer.

 


Operación tranquilidad


t.gif (862 bytes) Los asesores del presidente Fernando Henrique Cardoso negaron ayer rotundamente que estuvieran esperando la reconfirmación del mandato para anunciar a la nación la devaluación de la moneda y un durísimo paquete de ajuste fiscal. "Todos los países que devaluaron fueron castigados. Eso no resuelve nada", dijo el vicepresidente Marco Maciel, también candidato a la reelección junto con Cardoso. Según Maciel, el gobierno está realizando "todos los esfuerzos" para proteger la moneda brasileña, el real, mantener la estabilidad, y asegurar un progreso en el sector social, pero aseguró que "ninguna medida a ser adoptada" para enfrentar la grave crisis actual causará "sobresaltos" a la población.

A su vez, el secretario ejecutivo del Ministerio de Hacienda, Pedro Parente, negó las informaciones difundidas por la oposición, según las cuales Cardoso anunciaría hoy un duro conjunto de medidas económicas para hacer frente a las turbulencias desatadas en Brasil por la crisis rusa. Parente afirmó que el programa de ajuste fiscal anunciado por Cardoso hace dos semanas será propuesto al Congreso "a lo largo del mes de octubre", y que su entrada en vigencia requerirá de una negociación con los parlamentarios "para otorgar credibilidad a las medidas". El funcionario admitió que una de las principales metas del gobierno es aumentar los ingresos fiscales, pero subrayó que se conseguirá mediante un combate más duro a la evasión impositiva y en "una ampliación del universo de los contribuyentes", que "no es sinónimo de aumento de impuestos".


LA ESTABILIDAD TAPO LOS PROBLEMAS DE CARDOSO

Un incierto futuro político


Por P. R.

t.gif (862 bytes) Con el 56 por ciento de los votos, el presidente brasileño Fernando Henrique Cardoso se aseguró como nunca una reelección garantizada en las encuestas, pero aquí se terminan para él los motivos de festejo. La magnitud de la crisis mundial, que ya llegó a Brasil y que impone un ajuste impopular, es uno de estos frenos; pero el otro, más importante, es el apoyo político a su gestión, que está paradójicamente más debilitado que nunca. Además de enfrentarse a varios estados poderosos que quedarán en manos opositoras, el presidente verá cómo se desnudan orgánicamente y desde el Parlamento los problemas de la coalición gobernante, eficazmente ocultos detrás del éxito económico y electoral del Plan Real.

En general, las semblanzas que se hacen de Cardoso ponen de relieve su carácter de sabihondo, producto de su fama como sociólogo y de su éxito como ministro de Economía en el momento de la aplicación del Plan Real, y señalan como contraparte su falta de timing político. "Cardoso debe ser menos presidente y más candidato", dijo uno de sus jefes de campaña, Antonio Carlos Magalhaes, cuando las encuestas no eran tan benévolas.

Sin embargo, esta imagen omite varios hechos. El primero, que el mismo Cardoso fundó en 1988 el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), como una escisión del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) y lo terminó convirtiendo en una de sus bases de gobierno. El segundo hecho es que, en un giro tan inesperado como conveniente para su gobernabilidad, se haya aliado al Partido del Frente Liberal (PFL), repleto de las figuras de la dictadura que él mismo supo combatir. Y el tercer y más importante factor es que el intelectual Cardoso fue capaz de realizarse dos grandes autopases políticos: desde el ministerio de Economía hacia la candidatura a presidente, y luego como presidente posibilitando un segundo mandato a través de una reforma constitucional.

Pero las bases políticas actuales de Cardoso son débiles. Uno de los factores es la peculiaridad de la vida parlamentaria brasileña, donde los diputados acostumbran a cambiarse de partido y de posiciones frente a temas centrales. El otro punto es el estado de la coalición gobernante. El PMDB, el partido más grande del país, se negó a apoyarlo para este segundo mandato y ni siquiera presentó un candidato propio, y el conservador PFL, dominado por dinosaurios de la dictadura, está convirtiéndose en el referente más fuerte para este segundo mandato, ya que el PSDB no puede por sí solo sostener a Cardoso.

Frente a un ajuste impopular, los estados que queden en manos opositoras y el Parlamento se enfrentarán al presidente, dado que el mayor énfasis en lo social se convertirá en un excelente argumento electoral para los comicios futuros. Previendo la situación, Cardoso trató de presentar la crisis como un hecho nacional que exige un acuerdo multipartidario. Pero la izquierda en su conjunto, a pesar de tener en Lula a un líder maltrecho que perdió su tercera elección consecutiva, se negó a cualquier diálogo y pondrá en juego su capacidad de resistir en las calles al temido paquete (fundamentalmente a través de los Sin Tierra). Si es cierto que los modelos neoliberales necesitan, por sobre todas las cosas de un respaldo político para ser aplicados, a Cardoso le llegó la hora de sufrirlo en carne propia.


EN WASHINGTON EL FONDO APLAUDIO LA REELECCION

Las argucias del ministro Pedro Malán


t.gif (862 bytes) Un acuerdo multimillonario es el premio que el ministro de Finanzas brasileño Pedro Malán reclamó ayer para su capacidad diplomática ante el Fondo Monetario Internacional en Washington. La institución se llenó de los aplausos de inversionistas y analistas cuando el ministro anunció la victoria de Cardoso. La capacidad diplomática no excluyó las críticas a las deficiencias de la entidad en la prevención de las crisis. Pero el jefe de economistas del Fondo, Michael Mussa, pudo confirmar la obtención por parte de los brasileños del paquete de financiamiento que necesitan para intentar defender su economía de la volatilidad financiera internacional.

En Washington se estima que Brasil necesita entre 50.000 y 100.000 millones de dólares para salir de sus problemas de la deuda de corto plazo. "Estamos en plenas negociaciones y recién el martes podríamos hacer anuncios", dijo ayer Malán. En sus declaraciones, Musa advirtió que después de las elecciones se acabó el tiempo para Cardoso y que el FMI espera un anuncio sobre el programa económico del próximo año. "Ellos no tienen que hacerlo mañana. Pero beneficiaremos la velocidad", dijo.

Malán quiso ser cauto y firme a la vez sobre las medidas. Aseguró que el equilibrio fiscal será uno de los puntos centrales del segundo mandato de Cardoso, que acaba el 1º de enero del 2003. Según el ministro, se trata de crear "estructuras legales básicas sobre responsabilidad fiscal, principalmente por parte de los estados federales", a los cuales el gobierno nacional responsabiliza del aumento del déficit público a más del siete por ciento del Producto Bruto Interno. Malán también reiteró que no pretende acelerar las minidevaluaciones del real adoptadas actualmente, en un contexto en el que en los últimos dos meses la fuga de divisas llegó a 30.000 millones de dólares.

La complacencia con el FMI no le impidió al ministro Malán formular críticas a la destreza de la institución para lidiar con la prevención y el contagio de las crisis. "La dimensión internacional de la supervisión de los bancos no ha sido suficientemente explorada", aseveró.


TAMBIEN LOS EXCLUIDOS REPITEN EL MAPA ELECTORAL DE BRASIL

No hay un Malcolm X en las favelas



Por Darío Pignotti
Desde San Pablo

Página/12

en Brasil

t.gif (862 bytes) "Somos la 'mais' grande de todas" proclama con orgullo dona Nana. Está hablando de la favela Heliópolis, 40.000 electores y 70.000 pobladores, la mayor concentración de miseria paulista, ubicada entre las autopistas que llevan al mar, la Inmigrante y la Anchieta. En San Pablo se repite el mapa electoral de Brasil. Tanto los favelados de Heliópolis como las clases medias de Pompeia o los residentes del elegante Perdizes reeligieron a Cardoso. Pero las cosas toman color local en la disputa estadual y se polariza más entre los favelados.

"Aquí gana siempre (Pablo) Maluf, pero Lula no se queda lejos", dice Arnoldo, coordinador de zona por el socialdemócrata PSDB. Eran las 7.30 hs. de un domingo muy electoral en el sur de San Pablo donde no se veía más que boqueros, es decir activistas de boca de urna, al asalto de desprevenidos electores indecisos. Por ley electoral, el proselitismo en la boca de urna es una práctica penada hasta con un año de prisión. Pero aquí, en Heliópolis, todos parecen estar fuera de la ley.

"Maluf paga 40 reales por todo el día, a nosotros nos dan menos" se lamenta Arlete, de 17 años, mientras reparte volantes para Francisco Rossi del Partido Democrático Trabalhista. "Yo no voto, necesito la grana(guita), estoy desempleada". Su hermano Adilson, de 16, distribuye boletas para Mario Covas, gobernador socialdemócrata del PSDB que va por la reelección. "Yo no estoy cobrando, vengo para colaborar."

Dona Nana recibe saludos de los boqueros, la llaman "avo" (abuela) y "tía". "Los vi nacer a todos. Yo llegué a este predio cuando ni era favela: era un descampado", mientras va camino a su casilla de material levantada con un programa de autoconstrucción. "No es un barraco (casilla de cartón y lona)", explica. Nana es en realidad María Leonarda Ribeiro, madre de crianza de 5 niñas y 2 varones. Llegó de Maranhao (estado nordestino) con un niño deficiente al que su prima no pudo criar. En sus 39 años de favelada esta mujer negra es la anatomía de la exclusión brasileña: pañuelo rojo-azul-celeste-amarillo en la cabeza, pulseras hasta el codo y 2 aritos del PT.

De los 106 millones de electores brasileños, 64 millones son excluidos, categoría que incluye pobres y miserables con rentas de entre 400 y 150 reales al mes, y niveles de escolaridad que en un 90 % no supera el segundo grado primario. Unos 60 millones de analfabetos funcionales. Heliópolis es la geografía de la exclusión: Avenida das Lágrimas es la única calle que va de punta a punta de la favela.

A la coqueta Nana unos le dan 70 y otros 80 años. Para ella votar "e muito bon", pero acepta que "los caras (muchachos) no tienen mucho entusiasmo con los partidos". "Precisamos un líder como Malcolm X (..) negro hasta los huesos", desafía un rap muy popular entre los jóvenes favelados.

Para Heleno, dirigente territorial del PT, "es más fácil organizar a las mujeres por sus reclamos de alimento y techo que a los jóvenes, unos van con los pentecostales, otros con el consumismo y otros van por el mal camino". La violencia parece prender más que la política entre los jóvenes favelados. Otro rap negro muy popular desafía "Si me tiras una piedra, yo te tiro una granada, Si me tocan la cara, su vida está sellada, por lo tanto mi amigo piense bien lo que hará, no sé si otra chance tendrá, vos no sabés de dónde vengo, y no sabés para dónde voy, mas para tu información, te dire quién soy, perdí el carné profesional, nací en la favela de parto natural, un viernes 5 que llovía mortal."

Dona Nana cambia el gesto cuando habla de la violencia entre los jóvenes. Ella los disculpa. "Buscan salir, mejorar, trabajar pero no tienen chance cuando van por un empleo y dicen que son favelados los dejan afuera. Allí empiezan las cosas malas".

Magdalena es la menor de las hijas de Nana, lleva una remera con la inscripción "Orgullo Negro" y no tiene mucho entusiasmo por las elecciones: "Son bastante chatas (aburridas), no dan chance a la gente para salir de aquí". Su madre la corrige, "No es así menina, las elecciones son por lo menos una chance".

 

--¿Una chance de qué, dona Nana?

--Una chance es una chance, filho.

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