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Con financiación asegurada hasta marzo, Roque duerme destapado

Economía cerró un paquete por U$S 5700 millones para cubrir los vencimientos de deuda hasta el primer trimestre del '99.

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Por M.M.
Desde Washington


t.gif (67 bytes)  Roque Fernández anunció ayer que ya consiguió préstamos suficientes como para que el Gobierno afronte los compromisos de la deuda sin problemas hasta marzo. En total, logró cerrar un paquete de préstamos por 5700 millones que le permite presentar a Argentina como el único país entre los emergentes que, si mañana explotara el mercado de capitales internacional, podrá arreglarse sin devaluar ni declarar una moratoria por los próximos cinco meses.

Sin embargo, esto no evitará que, de continuar la crisis, las empresas argentinas que no pueden pedirles créditos a los organismos internacionales tengan que recortar inversiones, personal o incluso cerrar al no contar con financiamiento. Pero que no haya salvataje para los privados y la economía entre en recesión, también puede ser parte del juego.

El paquete financiero que ya abrochó no sin esfuerzo el Gobierno, se compone --según dio a conocer Roque-- de créditos del Banco Mundial por 2 mil millones de dólares, otro tanto aportado por el Banco Interamericano de Desarrollo, mil millones que se colocarán mediante un título a las AFJP y otros 700 millones que se recaudarán a través de títulos que comprará un grupo de bancos de inversión con los que aún se está negociando.

"Hemos mantenido conversaciones para extendernos un poco más en el financiamiento, pero por ahora paramos acá y anunciamos lo que tenemos", dijo Roque. Ciertamente, ayer hubo reuniones para negociar ayuda crediticia adicional a nivel bilateral con España y Japón, y mañana habrá contactos con Italia. Pero no hay una cola de inversores ofreciendo dólares, marcos, o yenes a tasas razonables a Argentina, ni nada que se le parezca.

Los créditos por 4 mil millones del Banco Mundial y el BID se acordaron a 7 años, con tres de gracia, a un precio de 3 puntos por encima de la tasa Libo. Por los 700 millones que tendrá que colocar el Gobierno en el mercado privado, pagará un costo mucho más caro: al menos un 60 a 70 por ciento mayor. "Que Argentina mantenga un acceso al mercado, aunque sea pequeño, es importante para demostrar que podemos hacerlo", afirmó Miguel Kiguel, tratando de ver una virtud adicional en el esfuerzo.

Roque confirmó que el Gobierno no tendrá que embarcarse en arduas negociaciones con sindicatos o pedirle leyes especiales al Congreso para cumplir con las condicionalidades de los préstamos del Banco Mundial, porque en todos los casos éstas son bastante blandas y calzan dentro de órbita del Poder Ejecutivo.

Pero, aun si se consiguiera un paquete de salvataje suficiente para cubrir los vencimientos de todo el año próximo, ello no alcanzaría, de prolongarse la crisis internacional, para rescatar a la economía argentina de la recesión. Y tampoco serviría para aliviar la asfixia financiera, en especial, de las pymes. Al cortarse el crédito privado proveniente del exterior para las empresas más grandes, éstas dirigen sus pedidos a los bancos locales. Por un simple motivo de precaución, éstos prefieren atender a este segmento y cerrar sus líneas con las empresas más chicas, que quedan relegadas del sistema de crédito formal y deben pagar tasas exhorbitantes. Que el Gobierno no pida fondos en los bancos domésticos, sirve para descomprimir la demanda de crédito. Pero en las actuales condiciones, los costos financieros aumentan irremediablemente también para los privilegiados que acceden a los bancos.

Si hay algo que Roque no haría es armar una red de salvataje para empresas privadas, como se especuló --más como lobby-- en los últimos días en algunos círculos empresarios. Ahora, la convertible economía argentina requiere que haya un menor nivel de actividad y un ajuste importante en el sector privado. Así disminuirá el consumo y la inversión, habrá menor demanda de importaciones, y el déficit externo se achicará. De no ocurrir un colapso en los bancos, entonces, aun en recesión, la economía argentina lucirá menos vulnerable para los inversores extranjeros. Son las reglas del mercado.

 


Quién paga la protección


t.gif (862 bytes) Los banqueros quieren convencer al presidente del Banco Central, Pedro Pou, para que el Estado se haga cargo de parte de la garantía que cubre a los ahorristas. Con la Asociación de Bancos Argentinos (Adeba) a la cabeza, propusieron la creación de un fondo especial de 1000 millones de dólares anuales con parte de las utilidades del BCRA. El grueso de las ganancias del Central proviene de la colocación de las reservas internacionales y es girada a la Tesorería. La idea es que 500 millones vayan al fondo de garantía del Sedesa, y los restantes 500 integren una cuenta para asistir a las entidades en problemas. La iniciativa habría sido incorporada a un proyecto de ley que analiza el Senado, donde se ha concentrado el lobby del establishment financiero. El principal escollo a la propuesta es el ministro Roque Fernández, quien se opone a que esas utilidades sean destinadas a otro objetivo que no sea el de rentas generales. En su opinión, de existir un fondo especial de respaldo, deberá surgir de la propia comunidad financiera. Hasta ahora, el Seguro de Depósitos (Sedesa) se nutre de los propios bancos que aportan entre el 0,03 y el 0,06 por ciento del dinero que captan del público.




"Hay un factor psicológico"


t.gif (862 bytes) "Las empresas argentinas tienen una buena historia que contar para convencer a los inversores de que les den financiamiento. No hay nada intrínsecamente malo ni en las empresas ni en la economía argentina como para que retaceen fondos", explicó ayer Roque Fernández, durante su conferencia de prensa. Y agregó: "Lo que sucede es que hay un factor psicológico colectivo de grandes inversores que tienen un pánico no justificado sobre la volatilidad que puede haber en estos países".

--¿Quiere decir que los inversores necesitan un psiquiatra antes que un economista? --le preguntó este diario, en uno de los pasillos del hotel Marriot.

--(Se ríe con ganas)... No me haga decir estas cosas. Cuando uno tiene miedo sin una causa racional atrás, porque Argentina tiene reformas estructurales muy sólidas, evidentemente es un tema psicológico.

--Pero en la Facultad de Economía enseñan que los inversores son racionales...

--Lo son, pero a más largo plazo. Tarde o temprano estos miedos pasan y los inversores vuelven a la normalidad.


BANCOS PROVINCIALES EN VIDRIERA

Hay fondos para vender seis


t.gif (862 bytes) Del préstamo total que la Argentina recibirá por parte de los organismos internacionales, Economía destinará 500 millones de dólares para privatizar los bancos oficiales que aún están en manos de las provincias. En principio, esos fondos servirán para pasar a la esfera privada al menos seis entidades provinciales, según comentó ayer desde Washington el secretario de Programación Económica y Regional, Rogelio Frigerio.

Los bancos que se privatizarían con la asistencia de esos fondos serían los de las provincias de Córdoba, de Corrientes, de Santa Cruz, de Catamarca, de Chubut y de Tierra del Fuego. El de Santa Cruz será el primero: el próximo jueves 15. El nuevo dueño será la sociedad anónima que controla el Banco de San Juan. Para posibilitar el traspaso, la provincia recibirá 80 millones de dólares. Le seguirá el de Catamarca, cuyo proceso se abrirá el 27 de noviembre. Para tal fin, recibirá 50 millones de pesos. Luego vendrá el turno de Corrientes, que demandará otros 70 millones.

Respecto del Banco de Córdoba, aún falta que la Legislatura provincial le dé vía libre a su cesión. Se calcula que la entidad recibiría 300 millones de dólares. Si se cumple la previsión de Economía, sólo quedarán en manos provinciales los bancos de Buenos Aires, La Pampa, Santafesino de Inversión y Desarrollo, Social de Córdoba y Neuquén. Y los municipales de La Plata, Rosario y Ciudad de Buenos Aires.



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