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Pelea por el discurso de Menem
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| Por Maximiliano Montenegro Desde Washington
Cuatro áreas distintas aportaron a la elaboración del discurso del Presidente: el secretario de Planeamiento Estratégico, Jorge Castro, la Jefatura de Gabinete, la embajada/Cancillería y el Ministerio de Economía. Miguel Kiguel, jefe de asesores de Fernández al mando de la estratégica Subsecretaría de Financiamiento, fue quien escribió el borrador de Economía. El texto, al que accedió Página/12, explica "las profundas reformas estructurales" llevadas a cabo en Argentina, entre las que sobresalen las privatizaciones, la apertura comercial y la desregulación de la economía. En tanto, habla del fuerte crecimiento de los últimos años, y repasa varios indicadores económicos y sociales. Luego dice que la actual crisis financiera afectó a Argentina, pero enfatiza que "no hubo caída de depósitos en el sistema financiero, ni pérdida alguna de reservas" en poder del Banco Central. También destaca que Argentina cumplió todas las metas fiscales con el FMI y que cuenta como seguro preventivo un Acuerdo de Facilidades Ampliadas por el lapso de tres años. Concluye con un llamamiento al Grupo de los Siete países más industrializados "para que asuma el liderazgo frente a la crisis y provean de liquidez a la economía mundial". Es decir, insiste en que es necesaria una acción coordinada entre la Reserva Federal y los bancos centrales europeos para continuar reduciendo las tasas de interés. En las cinco carrillas de texto no hay ni una sola mención a la situación brasileña y a la posibilidad de una acción coordinada de prevención de crisis a nivel región, como propuso el domingo el ministro de Hacienda brasileño, Pedro Malán. Semejante omisión no fue casual. En Economía creen que no hay nada más conveniente para Argentina que tomar distancia del resto de los mercados emergentes, empezando por Brasil. Kiguel, quien se comunica diariamente con brokers de los mayores bancos extranjeros, les repite siempre lo mismo: "Tienen que mirar país por país, viendo la realidad de cada uno, dónde están en el proceso de reformas. ¿Qué tiene que ver la situación de Argentina con la de Brasil o con el resto de la región?", los provoca. En privado, en Economía reconocen que en el equipo de Malán "quieren machacar lo del efecto contagio, con la idea de que si Brasil devalúa se cae toda la región". De esa forma, especulan, presionan al FMI y al Banco Mundial para que suban la apuesta con el paquete de salvataje de carácter regional. "Uno no se puede imaginar una devaluación en Brasil sin que repercuta fuerte desde México hasta Tierra del Fuego. Pero nosotros tenemos que tomar la mayor distancia posible frente a los inversores, en este momento sería un suicidio pegarnos aun más a Brasil", comentó a este diario un funcionario de Economía. "Los clubes de deudores fracasaron siempre, por qué van a funcionar ahora. No tiene sentido hablar de una solución a nivel regional", agregó. Durante el encuentro que mantuvieron ayer el viceministro de Economía, Pablo Guidotti, y Kiguel con el jefe del FMI para el Hemisferio Occidental, el argentino Claudio Loser, también se habló de la importancia de insistir ante los inversores en que Argentina es una economía al margen de Brasil y la región. Sin embargo, tales consejos fueron desechados por el ala política, que piensa que Menem debe ocupar un rol de liderazgo político a nivel regional. Uno de los últimos borradores del discurso, que escribió Jorge Castro, dice lo siguiente: "Hay que consolidar la estabilidad y el proceso de reformas en la región", habla del Mercosur y manifiesta expresamente su apoyo a la administración de Fernando Henrique Cardoso. De Economía toma la idea de apelar al Grupo de los Siete para que enfrente más decididamente la crisis, destaca la solidez del sistema financiero argentino y habla del acuerdo firmado con el FMI. LA DELEGACION MAS NUMEROSA ES LA ARGENTINA Si hay ajuste, que no se note
Por M.M.  Por un lado, Roque Fernández exprime el Presupuesto para
cumplir con el ajuste fiscal que reclama el FMI. Por el otro, Argentina acreditó la
delegación más numerosa ante las autoridades del Fondo Monetario y el Banco Mundial para
participar en la Asamblea Anual que se inaugura hoy oficialmente. Sin contar a la comitiva
que arribará con el presidente Menem, fueron inscriptos, además de las más altas
autoridades del Ministerio de Economía y el presidente del Banco Central, 62 funcionarios
de distintas reparticiones del Poder Ejecutivo y el Legislativo en calidad de asesores. Ni
siquiera la delegación alemana o francesa, que no tiene programas de ajuste fiscal
comprometidos con el Fondo, igualan semejante record.
"Es una vergüenza que venga tanta gente a perder el tiempo y a gastar plata. No se necesitarían más de diez personas. Cuando a mí me llegaban listas así, hacía bajar a la mitad", dijo el ex ministro Domingo Cavallo, que pasó por Washington el domingo último, cuando este diario le comentó el tema. En cambio, el diputado Oscar Lamberto, presidente de la Comisión de Presupuesta y Hacienda, uno de los integrantes de la comitiva, explicó que "hace años que viene esta misma delegación de legisladores, porque las decisiones se toman personalmente no por teléfono". "¿Qué decisiones?", preguntó este diario. "El Congreso debe estar al tanto de lo que se negocia con los organismos extranjeros", respondió. La lista completa de la delegación que llegó tanto a la Representación Financiera como a la oficina argentina ante el Banco Mundial para tramitar las inscripciones suma 67 personas. Esta planilla, a la que accedió Página/12, difiere del listado consignado en el libro de delegaciones del FMI debido a que muchos de los inscriptos fueron anotados a último momento. Sin embargo, el resto de las delegaciones fueron muy exhaustivas al detallar sus integrantes. Por ejemplo, la comitiva francesa incluye a secretarias administrativas y a un chofer. La comitiva alemana, que sería lógico fuera más numerosa ya que incluye tanto a funcionarios del gobierno saliente como del entrante, alcanza a 63 personas. La francesa a 50, la de China a 49, la rusa a 35, la de Brasil a 29 y la mexicana, a 22 funcionarios. Entre los argentinos que arribaron a esta ciudad con pasajes, alojamiento y viáticos pagados por el Estado se cuentan funcionarios de las siguientes reparticiones oficiales: Ministerio de Economía, Banco Central, Banco Ciudad de Buenos Aires, Banco Nación, BICE, Banco Hipotecario, Banco Provincia, Cámara de Diputados, Cámara de Senadores, Jefatura de Gabinete, Ministerio de Trabajo, Ministerio del Interior, Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Banco de la Provincia de Córdoba y Comisión Nacional de Valores. El Ministerio de Economía trajo 20 funcionarios, incluyendo a Roque Fernández y la plana mayor del equipo: Guidotti, Kiguel y Frigerio. Además de varios subsecretarios, incluido Carlos Bercún, subsecretario de Relaciones Institucionales, que le hace de puente a Roque con el ala política. Por la Jefatura de Gabinete, Jorge Rodríguez llegó acompañado de cinco asesores. Hay tres senadores (Ricardo Branda, Antonio Berhongaray y Carlos Verna) y cuatro diputados (Oscar Lamberto, Humberto Roggero, Esteban Domina y Claudio Sebastiani). También hay gente de la oposición que vino en misión oficial, como Adalberto Rodríguez Giavarini, en calidad de asesor del Gobierno de la Ciudad; Miguel Pesce, subsecretario de Gobierno de De la Rúa, y Arnaldo Bocco, director del Banco Cuidad. Pero Menem fue más moderado al presentar las acreditaciones a la
Asamblea. Sólo podrán entrar en la ceremonia inaugural Raúl Delgado, Jorge Castro,
Alberto Kohan y Guido Di Tella. |
