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Por Victoria Ginzberg "Si los llegan a sacar, la Rosada vamos a mear", cantaba un grupo de maestros mientras la policía trataba de llevarse los baños químicos que se habían instalado en la Plaza de Mayo para satisfacer las necesidades de los más 500 docentes que se preparaban para ayunar en la plaza. Los maestros rodearon las cuatro casillas de plástico que un trailer trataba de levantar. Los policías, que habían movilizado dos carros de asalto y un hidrante no se dieron cuenta de que una maestra estaba usando uno de los baños mientras trataban de moverlos. Un poco en broma y un poco en serio, algunos maestros afirmaron que, ayer, la lucha por la educación pública se transformó en la "lucha por los baños públicos". Más de 500 docentes se instalaron ayer a ayunar por 48 horas en el lugar que les había sido negado el 11 de setiembre para exigir que se trate y se apruebe el Fondo de Financiamiento Docente. La decisión se tomó en el congreso extraordinario de la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (CTERA) que empezó a sesionar en la Carpa Blanca alrededor de las ocho de la mañana y decidió hacer un cuarto intermedio hasta hoy a la tarde, cuando finalice el ayuno en la Plaza de Mayo. Si no hay acuerdo entre senadores y diputados, lo más probable es que los maestros realicen un paro nacional el 14 de octubre. Todavía falta decidir si habrá o no movilización. La pelea por los baños terminó cuando intervinieron los diputados frepasistas Mary Sánchez, Alfredo Bravo y Jorge Giles y llamaron a dos fiscales que arreglaron con los policías que los baños se instalaran sobre la calle Defensa. Marta Maffei comparó la acción de los maestros con la del presidente Carlos Menem: "Nosotros defendemos los baños y él, el Fondo Monetario Internacional. Por una vez estamos en la misma". Superado el tema de los baños, los maestros cantaron el Himno Nacional. Al terminar, los miembros de la mesa directiva de CTERA, que están ayunando por tiempo indeterminado desde el 11 de setiembre, volvieron a la Carpa Blanca y el resto de los maestros se dispuso a pasar el día en Plaza de Mayo. De espaldas a la Casa Rosada los docentes acomodaron una bandera argentina, una poster de Domingo Faustino Sarmiento amordazado sobre un atril y una campana. Al lado de Sarmiento, Carlos Monestes, maestro de literatura de Capital Federal, anudó su pañuelo en las cuatro puntas y se lo puso en la cabeza para disminuir un poco los efectos del sol. "Los senadores proponen los impuestos a los cigarrillos para dividir. De esa manera, la gente asume que tiene que pagar la lucha de los maestros y esa no es la propuesta de CTERA", aseguró. José María Leonfanti, secretario de prensa de CTERA, Capital, que llevaba en su cartel de "maestro argentino ayunando" un botón negro en recuerdo de José Luis Cabezas, dijo que los maestros están esperando que se "salden las contradicciones entre los senadores y los diputados del oficialismo". Se refería al proyecto aprobado en Diputados que establece que el Estado debe garantizar el Fondo de Financiamiento Docente y que fue modificado por los senadores con un impuesto a los cigarrillos. Los maestros vinieron de todo el país. Nicolás Luna, de la Asociación de Trabajadores de la Educación de Neuquén preguntaba a sus colegas y a los periodistas por la situación de los cortes de ruta en Cutral-Có (ver nota aparte). Luna es maestro en San Patricio del Chañar, una zona rural de chacras. "Los agentes de seguridad controlan y persiguen a los maestros cuando deberían estar para otra cosa", dijo Juan Carlos Muñoz, de Tandil. Muñoz aseguró que en su escuela hablan con los chicos sobre la lucha docente y recalcó que "con estas actividades no estamos dejando de enseñar sino que enseñamos a luchar por la dignidad de la docencia y de la escuela pública".
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