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PEDIRAN LA INTERVENCION DEL COLEGIO Y EL TRIBUNAL
La AFA tiene la manzana rodeada

La diputada Elsa Combes solicitó un “veedor informante” y Alfredo Bravo pedirá hoy la intervención al juez Perrotta quien admitió que el recurso es viable. Avila y Grondona están enojados.

 

Javier Castrilli denunció y destapó la olla.
El juez Perrotta decidiría la intervención pedida.

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t.gif (67 bytes)  El diputado Alfredo Bravo no estuvo ayer en su despacho. Hasta muy tarde delineó la presentación que hoy al mediodía le hará al juez Víctor Perrotta. Mediante un escrito que se sostiene en las declaraciones del ex árbitro Javier Castrilli solicitará la intervención del Colegio de Arbitros y del Tribunal de Disciplina de la Asociación del Fútbol Argentino. El legislador frepasista entiende que los dichos de Castrilli ante la Comisión de Deportes de la Cámara Baja fueron suficientes como para que la Justicia intervenga y se estima que en los últimos días de la semana próxima habrá dos personas nuevas en el edificio de Viamonte 1366.
El magistrado admitió que la intervención es posible y además citaría a los árbitros Castrilli, Pascual Abiussi, Jorge Scazziotta, Luis Olivetto y Fernando Paz a ampliar sus dichos y también al entrenador de Independiente, César Luis Menotti, quien hizo referencia en los últimos días sobre la situación actual del fútbol. Perrotta no descartaría convocar a Julio Grondona y a otros dirigentes para conocer el nombramiento de los árbitros y el criterio que existe para sancionar a los jugadores.
Luego de las declaraciones de Castrilli, Bravo se recluyó con sus asesores y trabajó en la presentación que efectuará hoy. No sólo se detuvo en el tema de las designaciones de los jueces, sino que también –y para muchos pasó inadvertido– sobre las sanciones a los jugadores de fútbol. Si bien Bravo sabe que la intervención será muy difícil, cree que Perrotta designará a dos veedores que hagan pie en la AFA. Uno estará a cargo del Colegio de Arbitros y el otro del Tribunal de Disciplinas. Un día antes de que Castrilli declarara ante los diputados, Bravo y Perrotta se habrían cruzado en un bar y allí el ex candidato a presidente de River le hizo algunas preguntas sobre la marcha de los problemas del fútbol. El diputado le dijo a Perrotta que el ex árbitro iba a presentarse ante la Comisión de Deportes a ampliar sus denuncias. Perrotta esperó la presencia para no actuar “sólo” y con lo sucedido en Diputados y ante los pedidos de algunos diputados, empezó a mover los hilos y estaría en condiciones de designar a dos veedores en la AFA. “Así no hay intervención y se mete una pata en AFA para ver cómo funciona”, expresó a Página/12 un legislador.
Bravo intentó hacerle llegar el pedido por fax, pero Perrotta no quiso y le dijo que la norma es hacerlo de manera personal. Y allí irá hoy Bravo. El diputado intuye que no habrá intervención, pero sabe que Perrotta es la vía más rápida para nombrar a los veedores y tener “gente propia” en la designación de los árbitros y el criterio de las sanciones a los jugadores.
Por su parte, y quizá ajena de las intenciones de su compañero de bancada, la diputada frepasista por Santa Fe, Elsa Fernández de Combes, también le solicitó ayer a Perrotta que instrumente la figura de un veedor informante en el Colegio de Arbitros como consecuencia de las declaraciones que formuló Castrilli. Perrotta tomó el pedido de Combes de ayer y le aseguró a este diario que dará curso a la solicitud.
La legisladora le explicó a Página/12 las razones de su decisión y negó que se trate de una intervención. “Lo que más me preocupó de los dichos de Castrilli es la forma en que se maneja el Colegio de Arbitros y la manera en que se realizan las designaciones de los jueces. Por eso le pedí a Perrotta que me sume a la causa de Fair Play porque los arbitrajes pueden ser uno de los motivos por los que se genere violencia”, comentó la legisladora.
Sobre las funciones que cumplirá el veedor, Combes señaló que “tiene que observar qué criterio se utiliza en la designación de los réferis, la metodología que se aplica y proceder a informar periódicamente sobre la marcha de los acontecimientos”. La diputada aclaró que el elegido no tiene que estar vinculado a la AFA ni al Colegio de Arbitros. “Debe garantizar idoneidad y conocimientos en el tema, aunque no necesariamente tiene que ser o haber sido árbitro”, destacó. Consultado sobre la presentación de Combes, Perrotta expresó que “le voy a dar curso a la demanda y ese pedido se adjuntará a la causa original de la violencia. Por eso, este tema se va a demorar, porque primero hay que darle vista a las partes que estaban involucradas e informar al abogado de Fair Play, Eduardo Ramírez Chagra”, remarcó.
Perrotta se mostró preocupado por las denuncias formuladas por Castrilli, en especial por la supuesta injerencia de Carlos Avila sobre el Colegio de Arbitros a partir de que uno de los hijos de Jorge Romo es empleado de Torneos y Competencias. “Acá hay una sensación de negociados y de impunidad que puede derivar en una situación que después podemos lamentar. Es necesario aclarar esos acontecimientos porque está todo bastante confuso. Para colmo, si los hinchas, que de por sí desconfían, suman la suspicacia general de que los árbitros reciben sugerencias o recomendaciones, el clima que se genera es totalmente diferente a lo que se busca en la causa original”, reflexionó Perrotta.


Carlos Stroker, Adrián De  Benedictis, Ariel Greco.

 

“No me la como”

El ex árbitro de fútbol Pascual Abiussi, despedido el año pasado por la AFA, ratificó los manejos denunciados por Javier Castrilli. “Yo no me la como, ésta es una carrera encarnizada y ningún árbitro habla porque sabe que si habla, la fecha que viene no dirige”. Abiussi comentó que le ha pasado algo similar a lo de Castrilli, pero reconoció que “lógicamente no tuvo repercusión porque Javier es una gran figura y yo soy alguien que no es nada para ellos”. Abiussi dirigió en el ascenso y contó que reclamó “por todos los medios y hasta con cartas documento” para que cesara ese trato discriminatorio. Luego confirmó que “Romo, lo que hace, es burlarse del árbitro”. Dijo que tras dos años de gestionar una entrevista con Romo, éste le respondió: “Yo te subí y si quiero, yo te volteo”, que fue lo que hizo, argumentando que era viejo y que no rendía a la par de sus compañeros.


Tres caminos

Hay tres maneras de lograr la intervención del Colegio de Arbitros y del Tribunal de Disciplina de la Asociación del Fútbol Argentino.
1. A través de la Inspección General de Justicia. Algunos integrantes de la Comisión de Deportes de la Cámara de Diputados creen que con las dos denuncias realizadas por el SADRA y la Fundación Fair Play se puede alcanzar, aunque estiman que la IGP demore y la situación se diluya en el tiempo.
2. Mediante un proyecto de ley. Debe ser aprobado por la mayoría y la desconfianza entre los diputados de la Comisión de Deportes es conocida. En la Alianza sospechan que Daniel Scioli, del PJ, quiera sacar provecho de lo que sucedió el martes con Castrilli. Por eso descartan solicitar la intervención mediante esta vía.
3. Por la resolución del juez. Los aliancistas apuestan a este camino para que se intervengan las dos dependencias de la AFA (ver nota central). Bravo descartó las dos anteriores y cree que en pocos días dos personas ajenas a la AFA estarán a cargo del Colegio de Arbitros y del Tribunal de Disciplina.

 

Avila: “El fútbol es sano”

El empresario Carlos Avila refutó ayer las críticas de Castrilli, defendió la “serenidad” del fútbol argentino y negó que existiera un complot para perjudicar a los clubes chicos. El titular de la empresa Torneos y Competencias dijo también que Castrilli le parece “un buen árbitro”, pero consideró que actualmente “debe estar pasando por uno de esos momentos por los que, a veces, todo hombre puede pasar”. Y al tratar de interpretar la actitud del ex árbitro, agregó que “yo un día me puedo pelear con mi mujer y voy enojado a la oficina. No digo que Castrilli se enojó con su mujer, sino que le puede pasar cualquier cosa, se peleó con el diariero, yo qué sé”. Avila sostuvo que los últimos campeonatos son una clara evidencia de que en la Argentina la competencia es “sana y seria” y puso como ejemplo el caso de Vélez: “En algún momento era una institución chica, hoy ya es referente. Si el fútbol estuviera manejado por intereses, Vélez no creo que hubiera llegado adonde llegó”. Estimó que “la crisis del fútbol no es tal, sólo hay un problema de administración”.


Grondona: “Esto se terminó”

El presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), Julio Grondona, reiteró ayer su respaldo al titular del Colegio de Arbitros, Jorge Romo, y dijo desconocer la noticia sobre la supuesta intervención de ese organismo, “porque todavía no hay nada concreto al respecto”. El máximo dirigente del fútbol argentino, luego de la reunión que mantuvo con los miembros del Comité de Seguridad Deportiva, sostuvo respecto de la polémica que desataron las denuncias del ex árbitro Javier Castrilli que el tema ya no le preocupa. “Para mí el tema de Castrilli se terminó. Ayer se le había aceptado la renuncia durante la reunión del Comité Ejecutivo de la AFA y además se le propuso firmar un contrato optativo por 30 meses”, señaló. Asimismo, Grondona comentó que todavía no recibió “ninguna invitación” para acudir el martes a la Cámara de Diputados de la nación, convocado por la Comisión de Deportes, cuyos miembros habían anunciado además la convocatoria de Jorge Romo y de integrantes de la empresa Torneos y Competencias.

 



QUIEN ES QUIEN EN EL ESCANDALO
Los grises y Don Nadie

Desde el poder, Avila y Grondona descalificaron a Castrilli y a quienes se sumaron a sus denuncias. A su modo,  el Menotti cercano a Duhalde se puso del lado del ex árbitro.

Por Diego Bonadeo

t.gif (862 bytes) Como uno supone que el gobernador Eduardo Duhalde está más cerca del ex jefe de la Bonaerense Pedro Klodkzyc que de Ernesto Guevara, cuando se lee que César Menotti comparó a Duhalde con el “Che” la reflexión es inmediata: o es una “boutade” del “Flaco” o a Menotti se le venció el yogur. Pero cuando aparece el Menotti de la ideología en serio, el que desde otra trinchera le tira paredes a Javier Castrilli porque a los dos les molesta lo establecido, al poder le tiembla la pera y contragolpea con balbuceos ininteligibles o con agresiones impunes cuyo único objetivo es descalificar. Jamás debatir. Nunca una idea. Como no sea la de poner en el pedestal que soporta el logotipo con la “T” y el puntito arriba, que “ésta es una idea de...”, antes de que aparezcan los trajeados presentadores, casi siempre frotándose las manos y casi nunca, escapándoles a las obviedades.
Castrilli y Menotti comparten en estas horas un mensaje profundamente cuestionador, y no es casual que coincidan en los tiempos y en los contenidos. Durante mucho tiempo parecieron ser “funcionales” al sistema, sin realmente serlo. Salvo quizás en las formas. Hasta que Menotti de a poco y después Castrilli también dejaron de ser “futbolísticamente correctos”, inclusive en las cuestiones coyunturales. Y lo que antes era “de a poco”, de golpe fue “de a mucho”. Ya no se espiaba entre los pliegues del velo. El velo se fue corriendo y quedó expuesto no sólo en los corrillos y las bambalinas de la sociedad futbolera, sino ante todos, la insolencia del cambalache AFA-Torneos y Competencias.
La insistencia de Menotti en la pirotecnia verbal de alto perfil va de la mano de la irreductibilidad de Castrilli cuando ratifica hasta las comas de sus dichos y de sus escritos, ante la Comisión de Deportes de la Cámara de Diputados, con el bajo perfil que lo caracterizó siempre y que tantos tilingos mediáticos y no mediáticos confunden con autoritarismo.
Menotti y Castrilli apuntan donde más molesta aunque sin ironizar. Lalín, en cambio, o equivoca el camino o distrae la atención, cuando hace un par de meses puntualizó la privadísima e inimputable inclinación de Carlos Avila por las bebidas no gaseosas como si tomarse unos vinos de más fuese más grave que olvidarse de que el fútbol es de la gente y no de tres o cuatro tipos y sus testaferros. Pero como Castrilli es, por lo menos por lo que se sabe un “ex”, y Menotti sigue siendo el técnico de Independiente, el mandamás de Torneos y Competencias sólo se ocupa de Castrilli. Es lógico, dentro de la lógica marquetinera y prepotente de Carlos Avila, que en la sección “Deportes” de La Nación de ayer peyorativice no solamente al personaje, sino también a la trayectoria.
“¿Quién es Castrilli? Un ex árbitro, un hombre que alguna vez trabajó en el referato. Yo le recomendaría que compre La Nación o Clarín y empiece a buscar trabajo. Es un gris, no existe más y no me ocupo de los grises”.
Por supuesto, en sintonía con su “socio”, Julio Grondona, se ocupó de menospreciar a Jorge Scazziotta, el árbitro en actividad más solidario con Castrilli: “... no era nadie antes que explotara la crisis arbitral”.
¿Quién es Avila para determinar que Fulano, Mengano o Zutano es gris? ¿Quién es Grondona para determinar que Fulano, Mengano o Zutano es o era “nadie”?
La decodificación de “no existe más” y “nadie” no necesita demasiados manuales de instrucciones para encontrar siniestros fantasmas setentistas. Y si se es generoso con la amnesia, y si se le permite que neutralice a la memoria, nos encontramos con el típico discurso del pícaro de café devenido en yuppie, que reemplaza con discrecionalidad oligopólica, la convivencia urbana por la supervivencia acotada por los “batatas”.
De todas maneras las paredes se irán multiplicando, porque se irán multiplicando las trincheras. Y a los Menotti, a los Castrilli, a los Scazziottas, nos iremos sumando más de esos que “no existen”, más “grises”, más “nadies” para hacer rabonas y caños, y para sacarles tarjetas a los que te pegan de atrás. Porque queremos saber qué son y quiénes son los que, en nombre de nadie, deciden por nosotros.

 

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