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Por Carlos Stroker  Luego de varios
meses de conversaciones, ayer se firmó el acuerdo entre la Secretaría de Deportes de la
Nación y la Asociación del Fútbol Argentino para que, a partir del 2 de noviembre,
todos los controles antidoping del fútbol nacional y en todas sus categorías se
efectúen en los laboratorios del Cenard. Lo novedoso del caso es que, por primera vez en
la historia del fútbol argentino, los controles rastrearán la existencia de anabólicos
y podrán realizarse tanto dentro de la competencia como fuera de ella: el Cenard y la AFA
podrán efectuar controles sorpresa en los entrenamientos, tal como se acaba de aprobar en
Italia tras el escándalo desatado por el entrenador checo de la Roma, Zdenek Zeman. Hugo Porta y Julio Grondona finalmente firmaron el acuerdo por el cual todos los controles antidoping pasan a efectuarse en los laboratorios del Cenard, los mismos que se utilizaron en los Juegos Panamericanos de Mar del Plata en 1995, aunque con algunos instrumentos más sofisticados. De esta manera se cumplirá con la ley 24.819, recientemente aprobada, que obliga a que sea el Estado el que se encargue de efectuar el contralor. Hasta el momento, los controles que se realizaban en el fútbol sólo buscaban estimulantes y estupefacientes, pero ahora la investigación incluirá a otros ingredientes. La demora en la firma del contrato se debió a la oposición de varios dirigentes de clubes de primera y de segunda división que se oponían a sumar a los anabólicos, aunque la presión gubernamental dio su resultado. En el acuerdo se estableció que las pruebas se realizarán dentro de la competencia o en los entrenamientos, algo que por primera vez sucederá en la Argentina, una medida que mucho no les gustó a los dirigentes. La ley no estipula una sanción a un deportista que pueda dar positivo en un entrenamiento, aunque se sabe que esta actitud genera cuidado. La AFA será la encargada de recolectar y de identificar con números las muestras de elementos según las normas que indica la ley y el presidente de la entidad, Julio Grondona, o una persona que él identifique por escrito, será el único responsable de retirar del Cenard los resultados de las muestras. También se estipuló que será la AFA, si hay un caso positivo, la autorizada a dar a conocer el nombre del jugador. Grondona, aún molesto por la situación de los árbitros, estuvo con sus asesores letrados y médicos en la oficina del Cenard y así se desligó de un problema que también lo tuvo varias oportunidades en el ojo de la tormenta. Mientras tanto, parece dar resultado la inversión superior al millón y medio de dólares que se realizó en el laboratorio para poder captar al mercado del fútbol. Cada control se pagará ahora 110 pesos –hasta ahora se abonaban 300 en la Facultad de Farmacia y Bioquímica– y se estima que se realizarán algo más de 3000 controles por temporada. Porta sabe que se compra un problema, ya que los controles estarán básicamente bajo su órbita, pero tendrá en sus manos el poder de los controles, tal como se lo propuso desde que asumió en la función. Luego de las fotos de rigor, Porta y Grondona se encerraron en la oficina del funcionario. Grondona se relajó: ya les había dicho a algunos reporteros gráficos que estaba cansado de soportar la “manija” de los medios con respecto del caso Castrilli.
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