CARLOS SIFREDI, DIRECTOR DE
DEPORTES
“Las Federaciones deben planificar”
Por Gabriela Carchak
 La Secretaría de
Deportes, a través de la Dirección Nacional de Desarrollo Deportivo, presentará hoy a
las federaciones un sistema obligatorio de planificación con el que consideran podrán
controlar el logro de los objetivos estipulados y, aunque no lo reconocen abiertamente,
monitorear el gasto de los fondos otorgados. Carlos Sifredi, director de Deportes de Alto
Rendimiento, conversó con Página/12 sobre los beneficios de este nuevo procedimiento que
comenzará a regir en 1999.
–¿En qué consiste este nuevo sistema?
–Las federaciones deberán indicar cuáles son los atletas de alto rendimiento que
integran sus equipos y qué necesidades tienen para encarar la competencia. De ese modo,
la secretaría va a destinar específicamente una partida especial para un plantel de
reserva olímpica para el 2004 o 2008 o para programas específicos de desarrollo,
clínicas o cursos. Hoy se entregará el sistema, en disketes, a los presidentes de las
federaciones. Regirá a partir de 1999, después de una serie de reuniones de evaluación.
–¿Las federaciones están obligadas a registrarse?
–De lo contrario, no recibirán un peso. Además, deberán justificar el pedido de
recursos y sobre todo los gastos.
–Así se obliga a las federaciones a destinar parte de los fondos que reciban para un
área en la que no acostumbran invertir.
–En alguna medida, sí. La secretaría va a orientar el destino del dinero según
ciertos principios; por ejemplo, si existe la posibilidad de pelear una medalla, se
recomendará invertir el 70 por ciento del dinero en el alto rendimiento y el 30 restante
en formación. Nuestra función también es garantizar una buena inversión de los fondos
públicos.
–El presupuesto para 1999 ronda los 23 millones de pesos, y el alto rendimiento
tendrá asignados 12 millones, ¿cuál es el criterio de distribución del presupuesto?
–Son varios. Se debe apoyar a los 32 deportes que están incluidos en el status
olímpico; a los demás se les destinará una cifra mucho menor, estimándola según el
nivel de la competencia y de las posibilidades reales. Al asumir encontramos grandes
desigualdades en el reparto de fondos, que no era directamente proporcional a los logros.
–¿Quién va a controlar que las federaciones cumplan con lo planificado?
–Nosotros. No tienen posibilidad de escaparse. Luego de considerar la planificación,
la secretaría decidirá el programa a subsidiar.
–¿Son conscientes de que los presidentes de las federaciones pueden entender este
sistema como un estricto control financiero?
–Esperemos que se enamoren de la propuesta. Creo que todo lo que se oriente en favor
del crecimiento del deporte va a ser aceptado por los dirigentes. No es vigilancia sino un
sistema riguroso de planificación. Si se ofenden, lo siento mucho.
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