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Por Carlos Noriega desde Lima A seis años del autogolpe que lo mantuvo en el poder y a pocos meses de que la bancada oficialista en el Congreso impidiera la realización de un referéndum sobre la posibilidad de su re-reelección, el presidente peruano Alberto Fujimori sufrió ayer, por primera vez en mucho tiempo, una abrumadora derrota en las elecciones municipales. Según las encuestas a boca de urna, el actual alcalde de Lima, Alberto Andrade, logró reelegirse en el cargo con una mayoría absoluta cuya contundencia superaría el 61 por ciento. "Este ha sido el verdadero referéndum", dijo Andrade luego de conocer los resultados. El candidato oficialista Juan Carlos Hurtado sólo alcanzó a arañar el 30 por ciento, y en el interior del país el gobierno perdió muchas alcaldías que pasaron a manos de candidatos independientes. Andrade es un independiente salido de las canteras del derechista Partido Popular Cristiano. Luego de apoyar el golpe fujimorista de 1992, el dirigente fue tomando paulatinamente distancia del gobierno en la medida en que se iba consolidando como potencial candidato presidencial para los comicios del año 2000. Un sector de la oposición, la más moderada, ya lo ha lanzado como su candidato presidencial. Si bien su triunfo en Lima consolida sus aspiraciones presidenciales, el hecho de que su movimiento político Somos Perú no haya obtenido buenos resultados en el interior del país demuestra la debilidad de Andrade fuera de la capital, algo que tendrá que buscar revertir en los dos próximos años. Para estas elecciones, el gobierno no quiso correr con la camiseta de la coalición oficialista Cambio 90-Nueva Mayoría y formó una nueva agrupación llamada Vamos Vecino. La estrategia de Fujimori fue tratar de presentar a sus candidatos como independientes, algo que no le funcionó. Por el contrario, fue evidente el apoyo del gobierno a los candidatos de Vamos Vecino, incluyendo importantes transferencias de dinero para sus campañas electorales. Por eso, la derrota de Vamos Vecino ha sido la derrota del régimen fujimorista. Sólo dos partidos políticos tradicionales --el centro derechista Acción Popular y el socialdemócrata Alianza Popular Revolucionaria Americana, (APRA)-- presentaron candidatos, y sus resultados fueron desastrosos. En Lima el APRA apenas superó el 5 por ciento necesario para tener un representante en el Concejo Municipal; Acción Popular ni siquiera llegó a esa cifra. El Foro Democrático, que reúne a diversos grupos y personalidades opositoras y que impulsó el frustrado referéndum contra la re-reelección de Fujimori, no presentó ninguna lista a los comicios. Cinco minutos después de cerradas las mesas electorales y conocidos ya los resultados extraoficiales que le daban el triunfo, Andrade dio una conferencia de prensa en la que señaló que su victoria había sido "el verdadero referéndum", en clara alusión a la consulta popular contra la re-reelección de Fujimori cuya realización impidió la mayoría oficialista del Congreso. "Ha sido una gran derrota del gobierno", dijo Andrade. Luego de saludar al candidato ganador, Hurtado restó importancia a su derrota y anunció que trabajará para ser candidato a la presidencia en el año 2005. Las primeras conclusiones que se pueden extraer de estas elecciones municipales son la confirmación del debilitamiento y la pérdida de apoyo del gobierno, la ratificación de Andrade como figura presidenciable para el año 2000, la continuación de la crisis de los partidos políticos tradicionales y el crecimiento de movimientos independientes regionales que están en la oposición al fujimorismo. Al momento del envío de esta nota, los partidarios de Andrade comenzaban una fiesta celebratoria en la Plaza Mayor de Lima, donde se ubican la Alcaldía, el Palacio de Gobierno y la Catedral. La reunión tenía aire de inicio de la campaña presidencial del 2000.
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