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Por David Cufré En su reciente visita a Washington, Roque Fernández escuchó de parte del staff del FMI su inquietud por el gasto público provincial. Aunque el proyecto de Presupuesto elaborado en el Palacio de Hacienda congela el gasto de la Nación para 1999, los funcionarios del organismo internacional temen que los gobernadores no sean tan estrictos en el manejo de sus recursos. "En el '99 podría ocurrir que tengamos menos fondos para girar a las provincias", admitió en diálogo con Página/12 el subsecretario de Programación Regional, Alejandro Caldarelli, quien adelantó que los estados del interior deberán achicar sus déficit por un total de 400 millones de pesos. El impacto de la crisis financiera sobre la recaudación obligó este año al equipo económico a recortar partidas por más de 1000 millones de pesos. Y a prever un ajuste adicional en las reparticiones públicas que alcanzará por lo menos a otros 300 millones. Algunas provincias imitaron ese comportamiento. Eliminaron horas extras, suspendieron nombramientos y congelaron obra pública. "Corrientes redujo en un 20 por ciento sus gastos de funcionamiento y Buenos Aires aplicó un ajuste de 100 millones de pesos", ejemplificó Caldarelli. Pero como el '99 es un año electoral y más de media docena de gobernadores van por la reelección, en Economía pretenden evitar que haya un aumento del gasto público. "La crisis del tequila dejó muchas enseñanzas. Las provincias asumieron costos políticos muy altos, al reducir salarios, privatizar bancos y transferir sus cajas jubilatorias. No creo que los gobernadores quieran desperdiciar ese sacrificio ante una situación similar", interpretó Caldarelli. Pero, además, advirtió que si los ingresos tributarios crecen por debajo de lo previsto --tal como ocurrió este año-- habrá menos recursos para girar a los distritos del interior. El funcionario es el encargado en Economía de la relación con las provincias, junto al secretario de Programación Económica y Regional, Rogelio Frigerio. Luego de las advertencias del FMI, los Roque boys quieren mantener a raya a los gobernadores. "Aunque el Fondo Monetario se preocupa por las provincias, comprende que este es un país federal y que los gobiernos son autónomos. Pero también reconoce que las provincias han mejorado su administración para enfrentar la crisis", puntualizó Caldarelli. Sin embargo, para que no queden dudas acerca de la importancia que en Economía le asignan al comportamiento de los gobernadores ante la crisis financiera, el funcionario subrayó que "nuestro mensaje a las provincias es igual al del FMI: no queremos que tengan déficit". Si bien aclaró que esa es la postura "filosófica" del equipo económico, sostuvo que "lo que estamos predicando en las reuniones con los gobernadores es que en el '99 deben ajustar el gasto y presentar presupuestos más conservadores". En ese sentido, se mostró satisfecho porque los distritos provinciales achicarán en 400 millones de pesos su déficit fiscal. "Las proyecciones preliminares, de acuerdo a lo que nos informaron los gobernadores, indican que el año que viene el déficit fiscal será en conjunto de 1200 millones de pesos, frente a los 1600 millones del '98", señaló Caldarelli.
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