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Por Eduardo Febbro desde París Carlos Menem habrá venido a Francia en todas las estaciones del año: primavera, verano, invierno y ahora otoño. El primer día de su quinta visita a Francia el mandatario argentino lo pasó en actos científicos y culturales. Francia lo recibió con todas las deferencias del caso, incluso esa tan particular que hizo que el Presidente no viera ni de lejos a los manifestantes de la asociación francesa HIJOS que lo esperaban en la puerta de la Universidad de la Sorbona pidiendo información sobre los desaparecidos. La única referencia que Menem hizo a su futuro fue a la salida de la UNESCO, donde asistió a la reunión del Comité Internacional de Finanzas que debe administrar los fondos para la instalación en la Argentina del detector especial de los rayos cósmicos de altas energías. Estos rayos fueron descubiertos en los años 20 por el físico francés Pierre Auger y su investigación fue retomada más tarde por el premio Nobel de Física de 1980, el norteamericano W. Cronnin. Al cabo de la reunión, Menem dijo en la puerta de la UNESCO lo mismo que había declarado al matutino conservador Le Figaro: Volveré en el 2003 como Presidente. A la espera de ese cosmológico momento, Carlos Menem asistió primero a la reunión de la UNESCO donde destacó la participación de 250 científicos provenientes de 80 países en el proyecto Pierre Auger. Los rayos cósmicos son las energías más altas que se conocen en la naturaleza y a fin de captar esas partículas en Tierra se construirán dos observatorios, uno en cada continente. Argentina había sido elegida en 1995 para instalar en su territorio uno de esos captores. El observatorio de rayos cósmicos se construirá en la provincia de Mendoza con detectores repartidos en un radio de 3000 kilómetros cuadrados. El gobierno argentino apoya decididamente la ciencia y la tecnología, aseguró el Presidente en la UNESCO. Luego, dijo a Página/12 que estar presente en ese proyecto significaba un aporte muy grande, a la ciencia y a la tecnología, no tan sólo para la Argentina sino para el mundo. El canciller Guido Di Tella precisó más tarde el contenido de esta segunda visita de Estado. El responsable de la diplomacia destacó la importancia de las inversiones francesas y fijó como objetivo de la estadía desarrollar las inversiones en el área de las PYMEs, pequeñas y medianas empresas. En el campo de las relaciones entre el Mercosur y la Unión Europea, Di Tella admitió que ése era un tema delicado y afirmó que Argentina le pediría a Francia que avanzaran las negociaciones sin que éstas excluyan ningún tipo de producto, en particular los agrícolas. El canciller señaló que le gustaría ver que Francia tuviera en el futuro más flexibilidad. Cabe recordar que París bloqueó parte de los acuerdos de libre comercio entre la Unión Europea y el Mercosur para no desbaratar su mundo agrícola. A ese respecto, Menem insistió en decir que el mensaje que haría llegar a Chirac en el terreno del Mercosur consistía en procurar una zona de libre comercio teniendo en cuenta las particularidades de cada región. Se trata de evitar favorecer un determinado tipo de producción a partir de los subsidios que se hagan. El segundo acto de la visita tuvo como escenario la Universidad de la Sorbona, donde la asociación PROTANGO organizó un concierto mixto: el coro y la orquesta París Sorbona y la Orquesta Nacional Juan de Dios Filiberto, dirigida por Osvaldo Piro. Menem pidió perdón a los uruguayos cuando afirmó que los documentos probaban que Gardel era argentino. La soirée tuvo tres tiempos: el primero con el tango irreconocible que ejecutó la orquesta de la Sorbona, tan refinado que el tango parecía de verdad un finado. El segundo con la impecable ejecución de Osvaldo Piro, y el tercero se desarrolló en la calle, antes y después del espectáculo. Rodeados por un firme dispositivo policial que no hizo concesiones, los pañuelos blancos vinieron oportunamente a recordar en las afueras de la Sorbona el otro tango trágico argentino: el de los desaparecidos. ElComité contra la impunidad en la Argentina y las Madres acudieron para apoyar el pedido de anulación de las leyes de Punto Final, Obediencia Debida y el decreto presidencial de perdón. El comité pugna por la creación de una comisión investigadora sobre los desaparecidos, por el despido de los puestos públicos de los militares y civiles implicados en la violación de los derechos humanos, por la reapertura de las causas judiciales de los responsables del golpe de Estado de 1976 y, finalmente, exige al gobierno argentino y a la Justicia francesa que vuelva a investigar a los militares implicados en la desaparición de 15 franceses. La otra asociación que manifestó en la Sorbona fue HIJOS. Este grupo, similar al que se creó en Suecia, mezcla en sus demandas la verdad sobre los desaparecidos y denuncia la inseguridad y la impunidad en la Argentina. Tango interior con aplausos y Susana Rinaldi dándole la bienvenida a Menem en francés y tango exterior, bajo la lluvia, con la otra verdad argentina que no sube a los escenarios. Recién este miércoles el Presidente iniciará su actividad central con el desayuno de trabajo con los dirigentes de las empresas francesas relacionadas íntimamente con la Argentina: Renault, Danone, Chargeur Réunis, Peugeot, Suez-Lyonnaise des Eaux, Total, Paribas, Accor, Air France y otras. Antes de la entrevista con el presidente Chirac, Menem participará en un seminario de economía organizado por el patronato francés y después almorzará con un selecto grupo de intelectuales franceses. Algunos, como Guy Sorman y François Revel, son estampillas inevitables. Otros, como el historiador Emanuel Le Roy Ladurie, son dignos de la mejor atención.
REPORTAJE EN LE FIGARO Por E.F. desde París
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