El juez jugaba con Internet. Por curiosidad buscó "Baxxor", el nombre de la compañía en la que Marcelo Cattáneo trabajó hasta el momento de su muerte. Efectivamente, "Baxxor" estaba en la autopista informática y había una coincidencia macabra: en la misma página anunciaba "L. A. Gear", la marca de las sospechadas zapatillas que calzaba cuando lo hallaron. El juez siguió la búsqueda. Esta vez por "L. A. Gear". Lo que leyó lo dejó estupefacto. Una de los slogans publicitarios que acompañan la marca decía "para dejar sin respiración a sus amigos".
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