Por Manuel Fernández López
No fue casual que
en medio de la primera gran crisis de la globalización la Real Academia de Ciencias sueca
otorgara el Premio Nobel de Economía a Amartya Kumar Sen. El prestigioso catedrático, de
India, de 65 años sostiene en sus estudios sobre la pobreza que el Estado tiene la
obligación de corregir las deficiencias del mercado en la asignación de recursos. El
año pasado, el galardón correspondió a los estadounidenses Robert Merton y Myron
Scholes, quienes a fines de setiembre sufrieron el demérito de que el fondo de inversión
al que asesoraban, el Long Term Capital Management, cayera estrepitosamente. Ahora, en
cambio, la Academia optó por entregar el galardón a quien orientó sus investigaciones
dentro del paradigma de la economía del bienestar.
Amartya Kumar Sen nació en Santiniketan, Bengala, India, en 1933. En 1953 obtuvo su
Bachellor of Arts en la Universidad de Calcuta. Se trasladó a Inglaterra con una Beca al
Mérito y obtuvo otro B.A. en el Trinity College, Cambridge, en 1955. En 1955-56 hizo en
Cambridge el trabajo que luego publicaría como Elección de técnicas y que presentó
como tesis doctoral (1959). El quinquenio de Cambridge le puso en estrecho contacto con
Maurice Dobb, Richard Kahn, Nicholas Kaldor, David Champernowne, Luigi Pasinetti, Piero
Sraffa y Joan Robinson. Se inició en la enseñanza de economía en 1956, en la
Universidad de Jadavpur, Calcuta. Pronto regresó a Cambridge, como miembro (fellow) del
Trinity College (1957-63). En 1963 volvió a la India como profesor de Economía en la
Universidad de Delhi. De regreso a Inglaterra, enseñó en la Escuela de Economía de
Londres, en la Universidad de Oxford y en el Trinity College de la Universidad de
Cambridge.
Bengala fue el caso elegido por Adam Smith para ilustrar una economía declinante, donde
la población ganaba menos que la subsistencia y la creación de capital nuevo era
inferior a la depreciación. Sen es bengalí y su origen no fue ajeno a la orientación de
sus estudios: los problemas del subdesarrollo, la injusticia, la desigualdad económica y
las dificultades de la elección social. Su primera publicación, en 1960, Selección de
técnicas, reflejaba la novedad de la teoría del desarrollo, la industrialización y los
criterios de inversión. En Elección colectiva y bienestar social (1971) elaboró las
paradojas de Arrow sobre elección social. En Sobre la desigualdad económica (1973)
examinó las distintas medidas, positivas y normativas, utilizadas como indicadores de
desigualdad económica, algunas sujetas a valoraciones y supuestos distorsivos. En Título
y despojo (1981) cuestiona que las hambrunas del Tercer Mundo tengan su origen en sequías
o inundaciones. En la mayor parte de las hambrunas la provisión de alimentos no era
insuficiente, pero las poblaciones hambreaban hasta perecer debido a la falta de títulos
sobre alimentos, es decir, poder adquisitivo para operar en el mercado de alimentos.
¿Aumentó o bajó la pobreza en Argentina? ¿Es alarmante el crecimiento de la
desigualdad en este país? Nadie mejor que Sen podría analizar tales problemas y ofrecer
una respuesta. Y podremos preguntarle. Ha prometido visitarnos en dos eventos científicos
durante 1999: el Tercer Encuentro Internacional de Economía, del 11 al 14 de agosto en
Córdoba, con entidad anfitriona el Centro de Investigaciones Económicas Córdoba. Y el
Congreso de la International Economic Association, del 23 al 25 de agosto en Buenos Aires,
con entidad anfitriona la Asociación Argentina de Economía Política.
EL PREMIADO ES RECONOCIDO POR SUS COLEGAS
La crisis arrojó gente a los lobos
Amartya
Sen, el economista indio distinguido ayer con el Nobel, no podía disimular su sorpresa.
Anteayer llegó a Nueva York, todavía apesadumbrado por el reciente fallecimiento de su
colega y amigo Mahbud Ul Haq un paquistaní a quien las Naciones Unidas rendirá
homenaje por sus investigaciones sobre la pobreza, y al día siguiente lo despertó
una llamada desde Suecia para comunicarle la buena nueva. En una ocasión como
ésta, uno de mis pensamientos es que él se hubiera sentido muy complacido por la
concesión del premio, fueron sus primeras palabras al ofrecer ayer una conferencia
de prensa.
La crisis financiera ha arrojado a mucha gente a los lobos, dijo luego Sen, al
entrar en materia. Entre tanto, desde diversos lugares del planeta se sumaban los mensajes
de congratulación. La Universidad de Cambridge, Inglaterra, adonde Sen es titular de una
cátedra, festejó con entusiasmo. También lo hicieron Oxford y Harvard, que en el pasado
lo tuvieron entre sus profesores. Mientras el gobierno indio se enorgullecía por la
distinción, el secretario general de las Naciones Unidas, Kofi Annan, se manifestaba
encantado por la decisión de la Academia.
También hubo elogios a Sen por parte de los responsables del Programa Mundial de
Alimentos, a cargo de la ONU, de los economistas italianos Paolo Leon y Mario Baldassari,
del Instituto Austríaco de Investigaciones Económicas, y del gobierno de Cataluña
(España), que también lo premió este año porque siempre se ha preocupado por los
aspectos éticos de la economía.
En Argentina, el economista Diego Petrecolla, del Instituto Di Tella, señaló que
es la primera vez que se otorga el Nobel a un economista que ha consagrado su obra a
estudiar temas de pobreza y distribución. No me opongo a la globalización,
pero el tema es cómo las sociedades sobrellevan la mayor competitividad, sostuvo
Sen, quien pidió crear redes de seguridad social, y que el Estado tenga
una intervención decisiva para evitar o corregir los efectos no deseados del libre
mercado.
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