INUSUAL OPERATIVO EN CASEROS
Una cárcel allanada
En un
procedimiento poco habitual, el juez Alberto Baños encabezó ayer un virtual allanamiento
a la cárcel de Caseros en busca de pruebas en torno del asesinato de un cabo de la
Federal durante el frustrado asalto al restaurante Dolli, de Palermo Chico, ocurrido tres
meses atrás. Según fuentes vinculadas con la investigación, el imputado de ser el autor
de la muerte del policía es un miembro de la superbanda de Luis El Gordo
Valor que se había fugado días antes del penal de Devoto. El acusado está detenido
junto a otros dos hombres, que también tendrían antecedentes e incluso, en el caso de
uno de ellos, una condena a diez años de prisión.
El restaurante Dolli, un local paquete por demás, ubicado en Figueroa Alcorta y Tagle,
venía sufriendo una serie de asaltos. Después del violento episodio ocurrido el 18 de
julio pasado y que terminó con la muerte del cabo Rubén Juárez, su dueña decidió el
cierre del local por falta de seguridad.
Sorpresivamente, el juez llegó pasado el mediodía de ayer a Caseros y se entrevistó con
el titular de la oficina de Judiciales, el alcaide Eduardo Sabe. Del procedimiento
participó también el comisario de la 21ª, Edgardo Aoun, que fue jefe del agente
asesinado. Baños pidió a Sabe una serie de legajos de reclusos del penal relacionados
con la investigación abierta por el homicidio del policía. También llegó hasta la
celda que ocupan los tres detenidos y secuestró ropa que al parecer vestía uno de ellos
el día del asalto a Dolli.
De manera llamativa, el Servicio Penitenciario Federal se empeñó a la tarde en negar el
carácter de allanamiento al procedimiento en el penal. En un comunicado, se
afirmó incluso que no existió orden de allanamiento. Lo cierto es que una
diligencia de ese tipo concretada por el juez en persona no necesita de una orden.
Simplemente, el juez se presenta y dispone los requerimientos. Y eso hizo ayer para
asombro de los responsables de Servicio Penitenciario.
Los tres acusados por el asalto a Dolli están detenidos desde el miércoles pasado. De
acuerdo con los testigos, el cabo Juárez, que se encontraba custodiando la zona del
restaurante, frustró el asalto, pero uno de los delincuentes le efectuó un disparo de
fusil en el tórax, por lo que murió a los pocos minutos. La utilización de ese Fusil
Automático Liviano (FAL), utilizado por las Fuerzas Armadas como arma de guerra, llevó a
que la investigación quedara enfocada hacia las superbandas.
La pesquisa determinó que el autor material del asesinato era efectivamente uno de los
cómplices del Gordo Valor, escapado de Devoto el 26 de junio pasado. Ese día se fugaron
del penal Julio Pacheco, Maximiliano Noguera y Gabriel Chaivasco. Este último fue
recapturado diez días después. Los nombres de los detenidos por el asalto a Dolli no
trascendieron. |