|
Por Raúl Kollmann El juez federal Carlos Villafuerte Ruzo ordenó ayer el archivo de la causa Menem Junior considerando que no hay pruebas que permitan sostener la hipótesis de un atentado. En un extensísimo fallo de 425 hojas, Villafuerte se basa en los dichos de unas cuarenta personas que vieron el helicóptero de Junior volar a muy baja altura y enredarse en los cables que cruzaban la ruta a Rosario. Al mismo tiempo, el magistrado le da credibilidad a las pericias realizadas por la Fuerza Aérea y la empresa fabricante del aparato, la Bell, que respaldaron la hipótesis del accidente. Por el contrario, Villafuerte Ruzo evaluó que el estudio realizado por la Gendarmería, que detectó esquirlas de proyectil de arma de fuego, no puede ser tomado en cuenta por cuanto los restos del helicóptero estuvieron en un galpón, sin control alguno durante muchos meses y alguien pudo dispararles para sembrar pruebas falsas. El fiscal de la causa y la madre de Junior, Zulema Yoma, ya anunciaron que van a apelar la decisión, por lo que será la Cámara Federal de Rosario la que finalmente resuelva si el caso se cierra o no. Es indudable que aunque el juez archive la causa, la polémica seguirá instalada. La controversia abarca los siguientes aspectos: u Los testigos directos. El magistrado tiene unos cuarenta testigos que relatan muy pormenorizadamente el vuelo final de Junior. De acuerdo con esos testigos, el helicóptero venía muy bajo, incluso a 15 o 20 metros del suelo, por lo que fue visto por muchísima gente. Villafuerte Ruzo dice tener una sucesión de 12 testigos que estaban a lo largo de la ruta en los últimos seis kilómetros del recorrido del aparato y, según sostiene, todos coinciden en que Junior venía jugando al mando del helicóptero. Zulema señala lo contrario: dice que el aparato estaba a unos 300 metros de altura cuando fue alcanzado por los disparos de francotiradores que utilizaron armas largas y que el helicóptero sólo bajó tras haber sido alcanzado por los disparos, enredándose finalmente en los cables. u Los testigos indirectos. Zulema Yoma presentó varios testimonios de personas que dicen que Carlitos les comentó que tenía miedo y que estaba amenazado según parece por una mafia en la que estarían el secretario presidencial, Ramón Hernández, el jefe de la custodia, comisario Guillermo Armentano, y el ex secretario de Seguridad, Andrés Antonietti. Por ejemplo, Zulema presentó como testigo a la dirigente justicialista Yolanda Guzmán, que trabajaba en la Casa Rosada y que declaró que Carlitos le dijo lo de las amenazas el día anterior a su muerte. El juez pidió el procesamiento de Guzmán por falso testimonio ya que alega que tiene siete testigos que declararon en la causa y que sostienen que Carlitos no estuvo en la Casa Rosada aquella tarde sino que se quedó en el taller preparando el auto para la carrera de Rosario. La gente de Zulema contragolpea: dicen que tienen otros testigos que vieron a Junior en la Rosada. u Las pericias. El juez le da validez a los dictámenes de la Fuerza Aérea y la Bell, que analizaron el aparato inmediatamente después de la caída y que se pronunciaron por la hipótesis del accidente. Para Zulema, la pericia de la Fuerza Aérea es poco confiable ya que según sostiene fue dictada por la Casa Rosada y en el caso de la Bell les convenía sostener que el helicóptero se cayó por un error de Carlitos. La ex primera dama también señala, con total razón, que desapareció la mayor parte de los restos del helicóptero y deduce que eso fue una maniobra para encubrir el atentado. El magistrado, que no estuvo a cargo de la causa al principio, ordenó abrir una causa paralela por la desaparición de los restos del aparato en aquellos primeros días y más bien piensa que se trató de desidia y descuido. Paralelamente, Zulema tiene apoyo en la pericia de la Gendarmería que detectó rastros de esquirlas de proyectilesde arma larga. Villafuerte Ruzo sostiene que es posible que haya tiros en los restos del helicóptero, pero que los restos no estuvieron protegidos, por lo que alguien pudo efectuar varios disparos para sembrar pruebas falsas. En síntesis, Zulema Yoma acusa al juez de jugar a favor del Gobierno. El Presidente nunca quiso asumir la responsabilidad de padre y siempre ocultó que lo de Carlitos fue un atentado. Villafuerte Ruzo hace lo que le dice Menem, ha señalado Zulema reiteradamente. La ex primera dama dice que a su hijo lo mataron o bien por el tráfico de armas, por alguna venganza de un cartel del narcotráfico o por mandato de un grupo terrorista. La visión del juez es la contraria: no hay prueba alguna que sostenga la hipótesis del atentado y lo que se ve es que el entorno de Zulema ha preparado testigos y maniobró con distintas pruebas, supuestamente para sacarle dinero a la señora. Es más, Villafuerte Ruzo abre una causa contra uno de los abogados de Zulema, Alejandro Vázquez, y otra causa contra el vocero de la señora, Mario Rotundo. Como se ve, la controversia es absoluta. El próximo paso serán las apelaciones del fiscal, de Zulema Yoma y seguramente también de Carlos Menem. La causa irá a parar entonces a la Cámara Federal que dará su opinión, ordenando que la causa se mantenga abierta, que el juez realice tal o cual medida de prueba o que se archive. Todo indica que Zulema dará la batalla no sólo hasta la Corte Suprema sino también en los tribunales internacionales.
ZULEMA ACUSA A MENEM Y ANUNCIA SU CONTRAATAQUE Por R. K.
|